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Votó alrededor del 70% del padrón. Como viene siendo habitual en las elecciones provincial de los últimos tiempos, los oficialismos que cuentan con un enorme aparato político, importantes recursos y la publicidad propia de la gestión estatal, hacen buenas elecciones mientras los representantes de las dos grandes coaliciones que disputan la presidencia quedan relegados. La izquierda de conjunto hace una buena elección, pero no obtiene representación parlamentaria.

En las elecciones del 14 de mayo ganó el oficialismo a nivel provincial, siendo reelecto Sáenz con el 47%, retrocediendo el 7% respecto a las elecciones de 2019. Dentro del oficialismo, el romerismo sale derrotado. El descontento inicial con el Gobierno no fue capitalizado por ninguna lista.

Juntos por el Cambio, espacio con aspiraciones presidenciales, solo llegó al 17% ya que el voto a la derecha lo capitalizó Sáenz.

El Frente Avancemos entre el kirchnerista Estrada y la derecha de Olmedo hizo una mala elección de conjunto solo peleando la intendencia con el oficialismo en San Martín. Milei no tuvo candidatos propios, pero se diluyó en este frente.

Una lista que se reivindicó libertaria es la de Oscar Vázquez que no pudo presentarse a nivel provincial arañando el 1,4% en la intendencia de capital mientras Marcos Urtubey, en otro espacio, sacó el 2,24%. Otra elección más donde los libertarios no logran buenos resultados.

Los diferentes grupos k que fueron divididos alcanzaron de conjunto solo el 10%.

En el caso de la izquierda, hicimos una buena elección con el 6% en la categoría gobernador si sumamos las 4 listas que se presentaron, más que duplicando el espacio en relación a la última elección a gobernador donde todos los votos de la izquierda se habían unificado en el Frente de Izquierda Unidad. Una muestra de que parte del descontento social lo expresa la izquierda.

Pese a este fuerte crecimiento no logró representación en la Cámara de Diputados ni en los Concejos Deliberantes esencialmente por la división provocada por la política oportunista del frente MST-PO, que llevó al candidato Samuel Huerga en Orán (que viene de hacer arreglos con los partidos del régimen por un cargo) sin hacer una autocrítica pública (una típica muestra de política de “izquierda light”). Esto es así porque los votos sumados entre este frente y el PTS podrían haber permitido conquistar un diputado provincial.

Por su parte, y pese a hacer una buena elección en Orán el concejal Huerga no logró ser electo diputado y la candidata Cardozo no logra renovar la banca en el Concejo Deliberante.

Del Plá, como candidato a gobernador del frente MST-PO, tiene un resultado inferior al del resto de las categorías, con el 2,17%. Política Obrera, con una política divisionista, alcanzó el 2% y perdió su representación parlamentaria.

El PTS, presentándose por primera vez solo a nivel provincial obtiene la mitad de los votos que tuvo el frente MST-PO, con la docente Daniela Planes como candidata a gobernadora.
Con una campaña de clara independencia política planteando una salida desde abajo y con la fuerza de las y los trabajadores, para enfrentar a esta Salta que está en manos de una oligarquía de 70 familias que controlan el 70% de las tierras productivas. Con la propuesta de reducción de la jornada laboral a 6 horas 5 días, para repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados y terminar con la desocupación.

En los debates a candidatos a intendentes se destacó nuestro joven compañero Jesús Choque, denunciando la situación de la juventud precarizada que contrasta con los privilegios de los políticos de siempre que gobiernan a favor de los dueños de la provincia.

Nuestra campaña electoral estuvo atravesada por un fuerte conflicto docente y de salud, que incluyó una fuerte represión el día jueves y se ha convertido en la verdadera oposición social a la política del gobierno. Desde el PTS apoyamos con todas nuestras fuerzas, allí se encuentra la potencialidad para recuperar una izquierda potente en la provincia junto a los trabajadores, las mujeres y la juventud que se prepare para las peleas que vienen en la Argentina sumida por el ajuste y la inflación que impone el FMI.