Cada año hay estadísticas que pierden difusión, al tiempo que historias que comenzaron a vivir apagan su luz.
La salud mental, abordajes familiares, equipos interdisciplinarios privados o estatales y todos los etcéteras que existen, fracasan cuando la muerte se cobra una vida.
El viernes 18 de julio (último día de clases) una piba de 15 años decide dejar este mundo. Vivía en Villa Escobar y concurrió a la Secundaria N° 50 hasta el año pasado. Asistía regularmente a la Media N° 11 de Francisco Álvarez.
Tres fuentes oficiales, relacionadas con la educación, confirmaron en las últimas horas la triste y dolorosa noticia.
Por razones que están fuera de cualquier comentario simplista pero que responden a hechos de enorme profundidad emocional, en los últimos tres años se repitió el «desenlace fatal». Pibes que iban a la Escuela Secundaria N° 50. No es la institución educativa el núcleo ni quien lleva la mayor responsabilidad pero es el único dato que aparece como «denominador común».
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Mes de Julio de 2024
«Acompañar los duelos ante el suicidio hablando sin eufemismos, respetando los marcos generales que establece el gobierno pero sin perder de vista que cada escuela puede abordarlo reconociendo la palabra como un herramienta a recuperar», propuesta de Ileana Fischer, Lic. en Psicología. Psicoanalista, miembro titular de la Asociación Argentina de Salud Mental. Prof. Titular de las Carreras de Maestría y Especialización en Psicoanálisis en AEAPG en convenio con Universidad de la Matanza, Profesora del seminario Pubertad y Adolescencia en Asociación Escuela Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Madrid.
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