A Milei lo aplaudieron 35 veces en los 79 minutos de su insoportable discurso en la Fundación Mediterránea, la cuna -como él mismo lo señaló- “del más exitoso plan de estabilidad de la historia argentina, ideado por Felipe Domingo Cavallo”. Que terminó, agregamos nosotros, en la rebelión popular de 2001, contra De la Rúa y Cavallo justamente. Tal vez por eso atacó aquella pueblada, caracterizándola como un “golpe de Estado ideado por Duhalde y Alfonsín”. Enorme falsedad histórica, más allá del cacareo de los radicales: el pacto Alfonsín-Duhalde fue para afrontar la reconstrucción del Estado golpeado por la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre, mediante un gobierno del peronista elegido por la Asamblea Legislativa, con ministros radicales como Vanosi. Indudablemente, el que se quemó con leche ve la vaca y llora, y Milei alertó a los presentes, todos economistas y empresarios de la ultrareaccionaria Fundación Mediterránea, para cerrar filas con el gobierno y dejar de joder con la devaluación, el planteo de Techint y compañía que dividió filas en el seno de la burguesía en el fin de la convertibilidad.
Los aplaudidores no lo hicieron gratis, sin embargo. Un reciente informe del instituto de investigación económica que lidera Claudio Lozano basado en los balances de la Bolsa de las principales empresas energéticas, financieras, alimenticias, de telecomunicaciones, del metal, automotrices, agropecuarias y farmacéuticas, arrojan un aumento interanual en sus ganancias operativas del 417,3% y en sus ganancias netas del 490,4%. Es interesante este último dato porque las ganancias netas son aquellas que resultan después de pagar Impuesto a las Ganancias y del resultado de los manejos de las colocaciones financieras cuyas ganancias no vienen del rubro específico de producción, o sea que vienen de la especulación financiera. Esto mientras se derrumbó el poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones y planes sociales, mientras se hundió el país en la recesión y la caída del consumo con centenares de miles de despidos.
El facholibertario fue a la Fundación Mediterránea a ufanarse del veranito financiero de reducción del riesgo país, caída de la brecha cambiaria y caída de los índices inflacionarios, y hasta se animó a volver a decir que el objetivo es dolarizar y cerrar el Banco Central. Pero no pudo siquiera dar una fecha de salida del cepo cambiario, salvo “que alguien ponga una torta de dólares” (textual) para las reservas que siguen negativas en el último día del blanqueo. La celebración del Central de haber comprado en octubre u$s1.500 millones dura poco, porque no termina la semana y se van u$s1.100 millones en pago de intereses al FMI y de los bonos Bopreal entregados a los importadores. Es que lo que no explicó y ocultó Milei en su hora y media de exposición es el aumento sideral en casi 100 mil millones de dólares de una deuda que luce impagable después de enero por falta de dólares. Lo cual refuerza el carácter de colonia financiera del país, el ahogo de la economía y no despeja el horizonte de devaluaciones y crisis financieras a mediano plazo. Tal vez por eso se produjo la impactante “desinversión extranjera” de la mayor petrolera del mundo, la Exxon, que vendió sus áreas de Vaca Muerta a un grupo local.
El veranito financiero permite otra vez la bicicleta financiera del “carry trade” con ganancias ampliadas porque al bajar los dólares financieros los especuladores vuelven a un dólar todavía más barato, y eso permite a los exportadores sojeros hacerse de dólares baratos cuando liquidan la cosecha. Estas mieles financieras tienen como contracara el infierno social del 52,9% de pobreza que Milei disfrazó en su discurso diciendo que de no asumir él habría sido del 95%, tan incomprobable como el 17.000% de inflación proyectada si no actuaban las “fuerzas del cielo”.
Chau Mondino
El despido de la canciller es la enésima caída de un miembro del gabinete, pero tiene una significación especial porque la economista y empresaria, además de ser del Cema, era la indicada para vicepresidenta. Prefirió ser candidata a diputada por lo cual el cargo de vice recayó en Villarruel. Luego vino la designación como canciller para ser la cara al mundo en la promoción de inversiones. Historia antigua, porque Karina Milei antes del despido le sacó de la órbita justamente la Agencia Federal de Promoción de Inversiones, un organismo de dudosa relevancia si miramos la realidad pero que indudablemente ya le limaba poder a Mondino.
Asociado a la cuestión de las inversiones hay que valorar el despido por haber votado con 187 países de los 190 que participaron, contra el bloqueo comercial a Cuba. Votaron a favor del bloqueo Israel y EEUU y se abstuvo Moldavia. De tal suerte que varios trolls, antes del despido, celebraron la votación como un aporte a la “libertad comercial”. Ahora el facho inició una caza de brujas ideológica al interior de la cancillería para detectar “algún comunista que actúe desde adentro como microgolpista” (Martín Menem dixit). Semejante alineamiento luce en realidad como una señal desesperada de apoyo a EEUU para que opere en favor de algún tipo de salvataje financiero de los organismos multilaterales. Gane o pierda Trump. Y, al mismo tiempo, muestra que Milei está dispuesto a entregar hasta el reclamo formal de Malvinas en función del alineamiento con las causas más retrógradas del imperialismo. Un motivo más para el repudio popular que Milei va acumulando sin pausa y con bastante prisa.
Un paro de transporte y algo más
Curiosamente, varios medios indican que el paro del transporte “se sintió sólo en el transporte”. La realidad es que siendo sólo de una parte del transporte se sintió en varias actividades más y fue acompañado por 500 cortes y ollas populares de los movimientos sociales piqueteros en lo que fue una reproducción de la “Unidad Piquetera” en los hechos. Hubo manifestaciones en Rosario y Córdoba y pararon en masa las universidades a partir de un plenario de las dos Conadus, sin precedentes, acompañado por movilizaciones estudiantiles y asambleas interfacultades que resolvieron distintas modalidades de continuidad de la lucha universitaria. Pero más notable todavía resultó el paro del Frente Gremial Docente de la Provincia de Buenos Aires: a partir de un plenario de los Sutebas Multicolor se fueron adhiriendo en línea Udocba, la FEB y finalmente el Suteba, ante la realidad de que el paro se llevaba puesto al mismísimo Baradel. Este dato no es menor porque se trató de un paro a Kicillof, colocando un golpe adicional a la interna peronista, pero no desde las maniobras de Cristina, sino desde la lucha de los 300 mil trabajadores docentes contra la miseria salarial en la Provincia. También pararon Ademys en CABA, Atech en Chubut y se prevén otros paros docentes en Unter de Río Negro y Adep Jujuy. Por su parte, otros dos gremios en estado de rebelión de sus bases, los de Afip y Aduana paraban 24 horas, lo cual interrumpiría fronteras y recaudación y el gobierno decretó la conciliación para frenarlo. Dejamos para lo último la “jornada de paros y movilizaciones” de 36 horas de ATE por su escasa repercusión, habitual en este tipo de medidas ambiguas.
Dicho esto hay que entrarle al paro mismo del transporte, cumplido de manera contundente en todos los gremios que lo convocaron aunque la burocracia sindical lo dividió para impedir, justamente, que se transformara en un casi paro nacional. Pararon Camioneros, Aeronáuticos, Fraternidad Ferroviaria y Subtes. Pero carnereó UTA y Unión Ferroviaria, y algunos gremios marítimos, aunque Aoita (media distancia) en Córdoba paró. Al punto que la CATT (la Confederación del Transporte), cuyo secretario general es Sassia de la UF, no fue la convocante sino una Mesa del Transporte de ocasión. Tampoco la UGATT que capitanea Roberto Fernández de la UTA.
El colmo del divisionismo de UTA de convocar paro al otro día no se concretó, como suele ocurrir, a partir de un aumento modesto de último momento evitando por ahora un aumentazo del boleto que tarde o temprano caerá si mantienen la política adoptada. El gobierno echó lastre como los barcos en peligro de hundimiento, al igual que lo hizo con la docencia universitaria concediendo una garantía salarial para los cargos iniciales y como ocurrió en el Garrahan con las 500 lucas. Estos hechos demuestran que la lucha los impacta. El Garrahan lo comprendió así, está de paro el 31 y tiene previstas nuevas jornadas en noviembre. La universidad delibera cómo seguirla.
En resumen, el paro parcial de transporte ha sido un episodio cuyas conclusiones son fundamentales. Los trabajadores están en disposición de lucha, el impedimento central es el bloqueo de la burocracia empeñada en el colaboracionismo con el gobierno, al punto de operar para dividir este paro del transporte dando una mano gigantesca a Milei. El no pataleo de Máximo Kirchner opera en el mismo sentido. Desde sus distintas posiciones y choques internos, el peronismo opera por la gobernabilidad de Milei mientras el humor social se calienta contra el gobierno y la sobrevivencia de las familias se hace insoportable.
Desde ese lugar hemos sido impulsores de asambleas y plenarios de delegados para debatir y organizar este paro en la perspectiva de un paro activo nacional y un plan de lucha hasta la huelga general para derrotar a Milei. Así lo hicimos impulsando el plenario de mil delegados del Frente de Lucha Piquetero días pasados, así lo hacemos en cada gremio y en el movimiento estudiantil. Y así lo hacemos contribuyendo políticamente a romper la desmovilización popular con la consigna “Fuera Milei”. El 8 de noviembre en Córdoba, el 9 de noviembre en Parque Lezama y luego en otras provincias, será la consigna convocante de los actos del Partido Obrero. Es Milei o los trabajadores.
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