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Por Daniel Rapanelli – Secretario general Suteba Ensenada (Prensa Obrera).- En el Plenario de Secretarios Generales de Suteba se dio por aprobada la oferta salarial conocida el martes pasado en horas de la noche. Con este propósito, las minoritarias reuniones de delegados fueron convocadas de apuro y como un trámite express para confirmar la aceptación, previamente acordada por la conducción celeste de Roberto Baradel con el gobierno de Kicillof y Sileoni.

El vaciamiento deliberado de los cuerpos de delegados, que en algunas seccionales dirigidas por la burocracia fueron menos que raquíticos y por lo tanto faltos de representatividad, fue una operación deliberada de la dirección kirchnerista para no agitar las olas de una paritaria docente bonaerense que consagra salarios de pobreza y básicos de indigencia.

Las seccionales de conducción Multicolor llevaron el mandato de rechazo y plan de acción para continuar la negociación de la paritaria bonaerense con asambleas y medidas de acción, y para presentar una contrapropuesta salarial. También votaron el rechazo las seccionales Berazategui y Quilmes, cuya secretarias generales integran la agrupación Azul y Blanca y son parte del Frente de Todos.

Como parte del plan de acción, las seccionales combativas realizarán medidas en el marco de una Jornada Provincial de No Inicio, y de confluencia con las provincias en lucha. Todo un baño de realidad para Sonia Alesso y Baradel, quienes aseguraron fallidamente al ministro de Educación, Jaime Perczyk,  el inicio “normal” de las clases a pesar de las serias deficiencias edilicias y cargos docentes faltantes. Seccionales como el estratégico Suteba Matanza y Ensenada pararán el miércoles 2 de marzo.

Plenario devaluado

El desarrollo del plenario de secretarios generales fue desprolijo, a pesar de que Baradel anunciara que se iba a votar por separado la oferta de la paritaria nacional, la provincial y la memoria y balance de la Ctera, la conducción celeste finalizó abruptamente la reunión, una vez votada la aprobación de la paritaria bonaerense.

En el tintero quedó el resto, y especialmente la Memoria y Balance de la Ctera que viene de ponerle el gancho a una paritaria ruinosa, en cuotas y que deja el “piso salarial” muy lejos de la canasta básica. La celeridad por hacerle los deberes al gobierno traicionó los nervios de la burocracia nacional y popular.

Notables, además, fueron las justificaciones para apoyar el pacto colonial y ajustador con el FMI, y los esfuerzos de la conducción celeste por sacar el acuerdo con el Fondo del debate. Roberto Baradel en su escueto informe de apertura no se refirió a esta cuestión crucial y recién tuvo que hacerlo al final, ante la insistencia de los secretarios generales Multicolor.

La línea del oficialismo en Suteba -y en Ctera- fue explicitada descaradamente por algunos dirigentes que afirmaron que el acuerdo con el FMI “no está en la agenda del colectivo docente”: un encubrimiento deliberado del Frente de Todos y del pacto con la derecha de Juntos por el Cambio funcional a la carta de intención.

En los extremos de estos argumentos, un secretario general celeste insinuó que la aceptación del acuerdo con el FMI estaba en el campo de las contradicciones secundarias en el “gobierno popular”. ¡Vaya “nacional y popular”! Baradel recogió el guante al cierre, solo para encubrir a Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores (CTA T) a la que adhieren Ctera y sus organizaciones de base como Suteba. En un reportaje, como denunció la Multicolor en el plenario, el también diputado nacional del Frente de Todos confirmó su voto positivo en el Congreso, algo que ya había dejado en claro cuando la mesa de la CTA T presentó esta rendición colonial y cogobierno con el Fondo como una salida para “evitar la catástrofe”.

¿Qué dijo Baradel? Que Yasky iba a respetar el mandato de la CTA T, a sabiendas de que la burocracia sindical kirchnerista avala este acuerdo infame y lo garantiza con la desmovilización y complicidad.

El pez por la boca muere

Roberto Baradel tuvo un sincericidio que no pasó inadvertido. Para justificar los sucesivos cuartos intermedios que llevaron la “oferta” al límite e inminencia del comienzo del ciclo lectivo -en lo que es un clásico de los manejos burocráticos-, el secretario general del Suteba destacó que fue una “negociación difícil” porque el gobierno quería cerrar en cinco puntos menos de lo finalmente acordado. Toda una confesión de que el “gobernador amigo de los trabajadores”, como lo llama la Celeste, es un ajustador con todas las letras.

A pesar de esta confesión, y de que Kicillof hiciera punta en el sometimiento al pacto con el Fondo Monetario, Baradel no se privó de ensalzar al gobernador. El discurso de la burocracia hizo hincapié en que la docencia no estaría discutiendo el pacto colonial ni tampoco el aumento de salarios. Distintas intervenciones celestes se alinearon con esta falsedad premeditada al colmo de presentarla como un acto de empatía social frente a la tierra arrasada que dejaron Vidal y Macri, y la pandemia. La “quintaesencia” de la solidaridad es, en boca de la burocracia, la quinta columna burocrática del FMI y del ajuste salarial.

Para Baradel y la Celeste, la denuncia y movilización contra el Pacto es “consignismo”, lo que delata su apoyo e inacción cómplice. Hay una relación indisoluble entre el ajuste fondomonetarista y las paritarias a la medida del Fondo Monetario. Baradel evitó dar números del “aumento” pero estos son contundentes e inapelables: los básicos que inciden en las jubilaciones y en la pirámide salarial están por debajo de la canasta de indigencia y, con las cuatro cuotas, un preceptor sin antigüedad seguirá por debajo de la línea de pobreza con el salario de octubre. En el caso de las y los maestros, estos recién alcanzarán el costo de la canasta básica con el cobro de agosto. Esta comparación -que oculta la conducción provincial- remite a la canasta básica de febrero que no será la de agosto y octubre.

Entre los sincericidios, Baradel dijo también que la inflación anual iba a superar el 42% “promedio” pactado con el gobierno. El cuarto tramo de la paritaria de “seguimiento y readecuación” es una incógnita, pero no lo son las sumas que cobrarán los jubilados según la grilla que distribuyó la propia Celeste. A fines de setiembre un docente jubilado con el 75% recién estará en la canasta básica, siempre al valor de hoy.

Como sucede con los salarios se trata de una enorme depreciación de la capacidad de compra, de desvalorización frente al dólar y de pérdida frente a la inflación real. El verso de la paritaria corta, que Baradel presenta como un triunfo de la negociación, es una estafa: el acuerdo no es retroactivo, recién empezará a pagarse en abril, y corresponde a una paritaria “larga” porque llega hasta setiembre, y “corta” en lo que hace a los salarios flacos y en cuotas que quedan en la mitad y menos de la canasta familiar actual.

Enfrentemos el ajuste salarial

La defensa del salario pasa por el aumento de los básicos que inciden en toda la escala, por la actualización salarial de acuerdo a la inflación, por la recuperación de lo perdido y la equiparación con la canasta familiar. La oferta de Kicillof- Baradel deja a una maestra de grado que comienza su carrera docente quince puntos por debajo de la canasta básica con el cobro de abril; una respuesta elemental es la lucha por 90.000 pesos de salario inicial por cargo.

La dirección de Suteba tomó el modelo de la paritaria nacional en cuotas de la burocracia de Ctera que integra. Para esto suprimió de la paritaria bonaerense la exigencia de continuidad de los ATR y de los trabajadores de los “programas socioeducativos” y menos aún que dejen de ser docentes precarizados (menor salario y sin derechos y licencias que contempla el estatuto del docente).

Tampoco exige Baradel como condición para firmar la paritaria que vuelvan de inmediato los actos presenciales de designación docente, que deben ser públicos y bajo el control efectivo de los sindicatos. Al igual que en Nación, Roberto Baradel dejó correr la supresión de las burbujas sanitarias “a lo Larreta” mientras que la falta de obras y edificios propios para las secundarias inhabilitan todo distanciamiento preventivo del virus.

Por donde se lo mire, la conducción de la CTA T, de Ctera y de Suteba está metida hasta el cogote en el ajuste. Los pronunciamientos Multicolor de rechazo al “Pacto Colonial” tienen una gran importancia sindical y política para todo el movimiento obrero. Las próximas elecciones de Suteba se darán en este cuadro de ataque a la docencia y a todos los trabajadores, incluida la amenaza de una reforma previsional y ataque a los regímenes jubilatorios provinciales.

La lucha contra el ajuste del FMI es una lucha por una Ctera y Suteba independientes del Estado, de los gobiernos capitalistas y del Fondo Monetario. La alerta máxima por la defensa de las jubilaciones docentes en la provincia de Buenos Aires es más que valedera cuando son las propias autoridades del Instituto de Previsión Social (IPS) las que baten el parche de la falta se sustentabilidad del sistema y mantienen retrasados miles de expedientes jubilatorios que no salen. Marchemos contra el “Pacto Colonial”.