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Por ANRed – La Policía del Chaco irrumpió en el domicilio del cacique wichi Mariano González en el paraje “Tartagal”. En el allanamiento sin permiso, los efectivos maltraton a menores, ahorcaron a una mujer, golpearon con un garrote al cacique y se llevaron un detenido. Ante la reacción de la comunidad, los policías comenzaron a disparar armas de fuego. “Con la excusa de la cuarentena se está produciendo una persecución y ensañamiento con los jóvenes indígenas”, denunció la Guardia Whasek.

El hecho ocurrió el 2 de abril en el domicilio del cacique wichí, Mariano González y su pareja Teofila Méndez en el paraje Tartagal.

El jefe de policía de Sauzalito junto con seis efectivos irrumpieron sin autorización judicial a las 5 de la mañana en el domicilio del cacique wichi. Ingresaron a la vivienda alumbrados por linternas y golpearon al cacique en la cabeza “con un palo”. Además agredieron a los niños que dormían en la vivienda y a Teofila Méndez. La pareja del cacique fue ahoracada contra la pared de la habitación según cuenta en un video.

En la denuncia presentada en Misión Nueva Pompeya ante el fiscal subrogante Marcelo Oscar Sosa, el cacique wichi relata los hechos de violencia policial y cómo los uniformados dispararon en todas direcciones cuando la comunidad decidió interceder para frenar la agresión a la familia wichí. “De milagro no hay un herido o muerto por las armas de fuego”, comentaban en la comunidad. “Como los vecinos sintieron los gritos comenzaron a acercarse y la policía ya se estaba yendo pero se iban disparando”, relató el cacique Mariano González.

También denunciaron que el contingente policial se movilizó con civiles (criollos) que habrían detenido arbitrariamente a un vecino de apellido Sánchez para apresarlo y golpearlo.

La Gremial de abogados y abogadas expresó:”Una vez más la policía chaqueña bajo el mando del Gobernador Jorge Capitanich ataca ferozmente a una comunidad wichi, ¿quién dice que el Estado está ausente? Sino lean a continuación la denuncia de la Guardia Comunitaria contra la extraordinaria iniciativa del Coqui y sus esbirros que atienden y llegan con balas hasta la comunidad, erigiendo en esa forma la rígida impostura de imponer la ley, la famosa, la ley suprema, la respetada, la intocable ley del orden: para el explotador la mesa llena. La basura para los explotados. El dinero para los explotadores. Para los explotados el trabajo. Para los explotadores la casa grande. El tugurio, la choza para los explotados. El fuero para el gran ladrón. La cárcel al que roba un pan. Y para asegurar esa ley y ese orden, las fuerzas de seguridad y para fortalecerlos, los medios de comunicación a sus servicios”.

Por su parte, la Guardia Comunitaria Whasek integrada por pueblos originarios emitó un comunicado repudiando el accionar policial y exigiendo que se tomen medidas:

Comunicado Guardia Comunitaria Whasek (LINK)

Aquí esta nuestra palabra, una vez más, palabra de bronca y rabia.Bronca que nace de ver, sufrir y sentir en nuestras comunidades los atropellos y violencia por parte de las fuerzas de seguridad provinciales que en vez de protegernos nos maltrata, nos persigue, nos tortura y nos mata.

En la noche del jueves 2 de Abril, en el Paraje “Tartagal”, el cacique Mariano González junto con su familia fueron violentamente golpeados y maltratados por parte de la Policía de la Provincia de Chaco.

Sin ninguna razón, se hicieron presente en el ranchito donde viven nuestros hermanos y con la excusa de estar buscando a un hijo del cacique que había agredido a un policía, (hecho que nunca existió), los levantaron a la fuerza, sacando a los niños de los pelos y de las orejas afuera de la casa, golpeando al cacique con un palo en la cabeza preguntándole donde estaba su hijo.

A la mujer del cacique uno de los oficiales comenzó a ahocarla con ambas manos contra una pared. Al sentir todos los ruidos y gritos, comenzaron a acercarse hermanos y hermanas a ver qué pasaba. La comunidad actuó en defensa del cacique y su familia, fue en ese momento que la policía intentando dominar la situación comenzó a tirar tiros con balas de plomo para todos lados, balas que por suerte esta vez no dieron con el cuerpo de ningún hermano o hermana.

Con total violencia y odio hacia nuestro pueblo vienen actuando las fuerzas de seguridad en la provincia.Este hecho sumamente grave se suma a muchos otros que vienen pasando en toda la provincia en donde se hace visible el odio y racismo que tienen hacia los pobres y hacia los pueblos originarios.

Con la excusa de la cuarentena, se está produciendo una persecución y ensañamiento con los jóvenes indígenas más que nada, una verdadera cacería de indígenas.

La policía se cree con la libertad de actuar como ellos quieren, violando los derechos que tenemos como ciudadanos que somos. Todo este accionar lo hacen con el permiso del gobierno provincial y la complicidad de los medios de comunicación.

Ante el pedido de la comunidad del paraje Tartagal, nos hicimos presentes como Guardia Whasek para acompañarlos porque se encontraban muy asustados por lo sucedido.Hemos acompañado al Cacique a realizar la denuncia en la Fiscalía de Nueva Pompeya y también denunciamos lo sucedido en el Comité de prevención de la tortura de la provincia.

Esperamos que la justicia por una vez para los indígenas sea justa y actué de manera justa. Cuestión que no creemos, pero que lo intentamos.

Sabemos que poco y nada podemos esperar de quienes son cómplices de todos los atropellos que sufrimos como pueblo.

Esas leyes del papel que solo sirven para el que tiene poder político o plata, pero cuando el pobre, el marginado, el olvidado intenta conseguir alguito de justicia, nada logra, más que vueltas, mentiras y promesas que nunca conducen a nada.

Así han pasado los años y nunca se han resuelto injusticias que sufrimos, desapariciones, asesinatos, violencia por parte de criollos y de la policía.

Poco valemos como personas para aquellos que dicen ejercer la justicia.

Nuestros muertos mueren dos veces, condenados a morir y a ser olvidados por una justicia ausente y racista.

En todo este tiempo que venimos andando, este camino como Guardia Indígena Whasek nos fuimos dando cuenta que solo lograremos una verdadera y justa justicia organizándonos como pueblo, cuidándonos como pueblos, sin esperar nada de aquellos que profesan las leyes que desde hace más de 500 años nos viene matando y condenándonos al olvido y silencio como pueblos y culturas originarias.

Denunciamos a medios de comunicación de la provincia como cómplices de esta realidad, en donde en unión con las fuerzas de seguridad o sectores criollos siempre están haciendo evidente  su odio y racismo para los indígenas, basándose en mentiras para hacernos quedar como salvajes, vagos, borrachos y delincuentes.

Pero cuando nosotros intentamos comunicarnos para denunciar algo, solo obtenemos indiferencia por aquellos que dicen ser comunicadores y periodistas, “más bien son empleados de quien mejor les paga para decir lo que le dicen que digan”.

También les decimos a ellos que tenemos voz y seguiremos alzándola y gritando las injusticias que sufrimos por nuestros medios y medios de comunicación alternativos.

Esta voz que hoy ante estos hechos graves de violencia y racismo exige:

– Remoción de los efectivos policías que participaron del operativo la noche del 2 de Abril en el Paraje Tartagal.

– Fin de la persecución y violencia hacia los pueblos originarios en toda la provincia.

– Inmediata intervención por parte del gobierno provincial para ver el accionar policial dentro de las barriadas y comunidades.

Esta voz que llama a organizarse y defenderse como comunidades, cuidándose entre todos, sin esperar ni depender de un aparato policial que viene mostrando el odio que nos tiene en complicidad con el poder político y los medios de comunicación.

Sin más;

Guardia Indígena Comunitaria Whasek.

Sauzalito.

Chaco.