Fin de la intervención en octubre y siete actores sentados en una misma mesa de trabajo

PROPUESTA DE SALIDA A UNA CRISIS QUE TIENE BASE PROPIA –

Arriba, desde lo más alto de lo que puede llamarse política, se teje un acuerdo para frenar o modificar la exigencia innegociable de educación pública y digna en el distrito de Moreno. Desde el 2 de agosto, día en que mueren Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en la Escuela N° 49, quedó abierto un desafío legal y legítimo que sostiene un plan de lucha y resistencia dirigido a María Eugenia Vidal.

En el Nunca Más dar clases en edificios indignos, precarios y peligrosos, existe una dinámica de actores y protagonistas que apuestan a sostener el conflicto hasta tanto “no aparezca un plan integral de reparación, mantenimiento y construcción de nuevos edificios”. Puesto en relieve, si las clases no se reanudan hasta que todas las escuelas estén en condiciones, es un panorama de largos meses o años de reconstrucción edilicia, en caso de contar con el presupuesto asignado y garantizado.

Este análisis no es ajeno a las agendas que circulan a varios kilómetros del distrito. Las mesas de encuentro o puentes santificados entre funcionarios y dirigentes son tan reales como el dolor que atraviesa a las comunidades educativas y barriales de Moreno. La pregunta vinculante es ¿puede lo de arriba alterar el curso de las acciones y decisiones territoriales?

En orden a encontrar una salida acordada, se construyó una propuesta en «común», portadora de ciertas bendiciones. Sin ser oficial (aún), se trata de un instrumento que pone fin, en el mes de octubre, la intervención del Consejo Escolar. También crea un espacio de trabajo común entre las partes, esto es, una Comisión para el ejercicio y cumplimiento de las misiones y funciones inherentes al Consejo Escolar de Moreno.

El borrador que tiene, hasta el momento, la ausencia de firmas de quienes lo orquestaron, dice que esa Comisión tiene una particularidad: “Alcanzar la re apertura de escuelas y la normalización del servicio educativo, que tendrá vigencia hasta el fin del plazo establecido para la avocación en el próximo mes de octubre de 2018”.

Luego aparece la “propuesta” de quiénes integrarían esta comisión que tiene fecha de vencimiento, finales de octubre:

1- El/la Inspector Jefe Distrital dependiente de la Dirección de Inspección General.

2- Un representante designado por la Dirección Provincial de Consejos Escolares que, podría ser, la avocadora Karina Politti.

3– Un representante que será designado por la Dirección Provincial de Infraestructura Escolar.

4- Un (1) representante del Municipio.

5- Un (1) representante del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).

6- Un (1) representante de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

7- Un (1) representante de los movimientos sociales del distrito.

De crearse la Comisión comenzará a funcionar automáticamente. Las decisiones que allí se tomen, que involucran todo tipo de tareas y trabajos edilicios en las escuelas y por ende erogación de fondos, serán sometidas a consideración y decisión exclusiva del funcionario a cargo de la avocación, es decir, Karina Politti.