“Había concejales que parecía estar defendiendo los intereses de las empresas”

CINTIA GONZÁLEZ CALIFICA DE MAMARRACHO UNA SESIÓN PARA NADA HISTÓRICA –

Aquella sesión legislativa del 1° de agosto, cuando todos los concejales presentes votaron y conformaron una Comisión Investigadora para determinar que la empresa El Trébol nos roba o que la empresa La Perlita incumple con el pliego, ahora tiene, a partir de la sesión legistava del miércoles 19 de septiembre, una Comisión Especial que como exhibe el texto no reemplaza a la Investigadora que nunca estuvo ni estará en funcionamiento. Sucede que los despropósitos que produce el HCD son muy ricos porque pueden “desconocer la propia competencia del cuerpo” o bien “renunciar a sus facultades que no necesitan de nuevas comisiones para controlar al Poder Ejecutivo”. Esos movimientos son evidentes pero, como si fuera parte de la nueva política, se toma un argumento general, inconsistente, que se utiliza en todo aquello que tiene históricas particularidades. El Trébol es una empresa que recauda millones de pesos por un servicio deficitario. Sobran pruebas testimoniales y gráficas. Faltan papeles. En la última Rendición de Cuentas (año 2017) está el papel, documento oficial, que certifica un pago de 460 millones de pesos por un servicio que, al no tener notas de descuento, fue perfecto. Es decir, los camiones de la empresa Trébol pasaron seis veces por semana en las dos áreas de su competencia. El pago también indica, implícitamente, que toda la basura que no se levantó no puede adjudicarse a la falta de prestación. Pagar todo es un documento, es una prueba, y está en poder de los concejales.

El tema “empresas privadas” o el eje “intereses que deben cuidarse”, cruzan al cuerpo legislativo. Por lo menos tres concejales de Unidad Ciudadana salen del deber orgánico: rechazaron una Comisión Especial que reduce el número de integrantes de 11 (la Investigadora tenía la totalidad de los ediles y, por peso de la mayoría, selecciona a los “leales” y excluye a los “díscolos”. Esa decisión, que es propia y exclusiva de un bloque partidario, se extendió al Frente Renovador y CAMBIEMOS. Para el espacio del massismo, Unidad Ciudadana le otorga más representación en la Comisión Especial siendo la tercera fuerza en caudal de votos (últimas elecciones), aunque lo increíble y con alto viso de nulidad, es que Unidad Ciudadana reduce a dos miembros la representación de CAMBIEMOS (en la Comisión Especial) pero le impone un representante como Julio Jiménez, concejal que no sólo declaró públicamente que no era más de CAMBIEMOS sino que se constituyó en un unibloque.

Toda estas fórmulas, enroques, modificaciones, acuerdos; ¿hacen creíble que lo “hecho” llamado ahora Comisión Especial, es para que las empresas cumplan con sus contratos vigentes?

Cintia González, ex presidenta del Concejo Deliberante, participó de una mesa de debate junto a sus colegas, Sandra Cruz, Débora Galán y Giselle Agostinelli. Expuso que “siempre manifestó el interés de poner en funcionamiento la Comisión Investigadora”, que se opone al cambio de “nombre y composición numérica: “El presidente del Concejo Deliberante no está cumpliendo con el reglamento ni con su función. Lo que se votó ayer fue cualquier cosa, un mamarracho. Cuando no podés responder con políticas, o no tenés autoridad moral para hablar, respondés con violencia. Qué podés esperar de un burro que no sea una patada. Mi interés es que la empresa El Trébol cumpla con el contrato que está vigente, pero hay una decisión política que impide que participe una concejal. ¿Qué intereses defiende entonces? Yo voy a seguir este tema hasta las últimas consecuencias.

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