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FUENTE: FRANCE 24

La Corte Internacional de Justicia en La Haya acogió el jueves y el viernes las audiencias públicas para evaluar la demanda de Sudáfrica contra Israel por presunto genocidio. Pretoria -y los países del mundo árabe- sostiene que Israel viola el Artículo 2 de la Convención sobre el Genocidio de 1948 en sus acciones militares contra la población civil palestina en la Franja de Gaza. Sin embargo, no todos los países piensan lo mismo acerca de este proceso judicial que no condenará en firme a Israel y que se podría dilatar años.

Sudáfrica afirma que más de 50 países han expresado apoyo a su demanda ante el máximo tribunal de Naciones Unidas acusando a Israel de genocidio contra los palestinos en la guerra de Gaza.

Otros, entre ellos Estados Unidos, han rechazado enérgicamente la acusación de Sudáfrica de que Israel está violando la Convención de la ONU para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Otros, sencillamente han guardado silencio.

La reacción mundial ante el histórico caso que se juzgó el jueves y el viernes en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya muestra una previsible división mundial en lo que respecta al intrincado problema de Israel y los palestinos, que dura ya 75 años y cuya nueva fase cumple 100 días el 14 de enero de 2024.

La mayoría de los países que respaldan el caso de Sudáfrica son del mundo árabe y de África. En Europa, sólo la nación musulmana de Turquía ha manifestado públicamente su sustento.

Ningún país occidental ha declarado su apoyo a las acusaciones de Sudáfrica contra Israel. Estados Unidos, estrecho aliado de Israel, las ha rechazado por infundadas, el Reino Unido las ha calificado de injustificadas y Alemania ha dicho que las «rechaza explícitamente».

China y Rusia han dicho poco sobre uno de los casos más trascendentales que se han presentado ante un tribunal internacional. La Unión Europea tampoco ha hecho comentarios.

Estados Unidos dispara: «Acusaciones sin fundamento»

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró en su más reciente visita a Israel antes de que comenzara el proceso judicial que las acusaciones de Sudáfrica «carecen de fundamento» y que el caso «distrae al mundo» de los esfuerzos por encontrar una solución duradera al conflicto. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que genocidio «no es una palabra que deba lanzarse a la ligera, y ciertamente no creemos que se aplique aquí».

«No estamos de acuerdo con lo que están haciendo los sudafricanos», dijo sobre el caso por su parte el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron.

Israel rechaza enérgicamente las acusaciones de genocidio y afirma que está defendiendo a su pueblo. Tel Aviv sostiene que la ofensiva tiene por objeto erradicar a los dirigentes de Hamás, el grupo militante que dirige el territorio y que lideró esta nueva etapa del conflicto al lanzar ataques por sorpresa contra el sur de Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando unos 250 rehenes.

Blinken dijo que un caso de genocidio contra Israel era «particularmente mortificante» dado que Hamás y otros grupos «siguen llamando abiertamente a la aniquilación de Israel y al asesinato masivo de judíos».

Estados Unidos, Reino Unido, la UE y otros países califican a Hamás como organización terrorista.

La respuesta militar de Israel en Gaza ha llevado al sitiado enclave palestino a la guerra total, con más de 23.700 muertos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. La mayor parte de ellos, de acuerdo con los reportes de la institución gazatí, son civiles. Más de dos tercios son mujeres y niños. A la fecha, gran parte del norte de Gaza se ha convertido en un paisaje lunar inhabitable, con barrios enteros borrados por los ataques aéreos israelíes y el fuego de los tanques.

Sudáfrica también ha condenado el ataque de Hamás del 7 de octubre, pero sostiene que no justifica la indiscriminada respuesta de Israel.

Alemania, apoyo sin fisuras a Israel

El anuncio de apoyo de Alemania a Israel el viernes, día en que se cerraron las audiencias, tiene un significado simbólico dada su historia del Holocausto, cuando los nazis asesinaron a seis millones de judíos en Europa. El Estado de Israel se creó tras la Segunda Guerra Mundial como refugio para los judíos a la sombra de aquellas atrocidades.

«Israel se ha estado defendiendo», declaró el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit. Su declaración también invocó el Holocausto, que en gran parte impulsó la creación de la Convención de la ONU sobre el Genocidio en 1948.

«En vista de la historia de Alemania… el Gobierno federal se considera especialmente comprometido con la Convención contra el Genocidio», declaró. Calificó las acusaciones contra Israel de «completamente infundadas».

Alemania dijo que tiene la intención de intervenir en el caso en nombre de Israel.

La UE sólo ha dicho que los países tienen derecho a llevar casos ante el tribunal de la ONU. La mayoría de sus Estados miembros se han abstenido de pronunciarse.

Turquía, que está en proceso de adhesión a la UE, fue una voz solitaria en la región. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que su país había proporcionado documentos que se estaban utilizando contra Israel en el caso.

«Con estos documentos, Israel será condenado», afirmó Erdogan.

La condena árabe es unánime

La Organización de Cooperación Islámica (ICO, por sus siglas en inglés) fue uno de los primeros bloques en respaldar públicamente el caso cuando Sudáfrica lo presentó a finales del mes pasado. Afirmó que las fuerzas de defensa israelíes estaban perpetrando un «genocidio masivo» y acusó a Israel de «atacar indiscriminadamente» a la población civil de Gaza.

La ICO es un bloque de 57 países que incluye a Irán, Irak, Arabia Saudita, Qatar y Egipto. Su sede está en Arabia Saudita. La Liga Árabe, con sede en El Cairo y cuyos 22 países miembros pertenecen casi todos a la ICO, también respaldó el caso de Sudáfrica, que asimismo obtuvo sustento fuera del mundo árabe.

Namibia y Pakistán se mostraron de acuerdo con el caso en una sesión de la Asamblea General de la ONU celebrada esta semana. Malasia también se expresó a favor.

«Ningún ser humano amante de la paz puede ignorar la carnicería cometida contra los palestinos en Gaza», declaró el presidente de Namibia, Hage Geingob, según el periódico ‘The Namibian’.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Malasia exigió «responsabilidades legales por las atrocidades de Israel en Gaza».

El silencio de China, Rusia e India

China, Rusia -que también se enfrenta a acusaciones de genocidio en el tribunal- e India han permanecido en gran medida en silencio, aparentemente conscientes de que adoptar una postura en un caso tan incendiario tiene pocas ventajas y podría alterar irreversiblemente sus relaciones en la región.

La política exterior de la India ha apoyado históricamente la causa palestina, pero el primer ministro Narendra Modi fue uno de los primeros líderes mundiales en expresar su solidaridad con Israel y calificar de terrorismo el atentado de Hamás.

La escala de grises

Un puñado de países sudamericanos se han pronunciado, entre ellos la mayor economía del continente, Brasil, cuyo Ministerio de Asuntos Exteriores declaró que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva respaldaba el caso de Sudáfrica. Sin embargo, los comentarios del ente no acusaban directamente a Israel de genocidio, sino que se centraban en la necesidad de un alto el fuego en Gaza.

La demanda de Sudáfrica contra Israel tiene dos vertientes: quiere que el tribunal declare que Israel está cometiendo genocidio y emita una sentencia provisional que ordene el fin de su campaña militar en Gaza. El tribunal dijo que pronto se pronunciaría sobre una sentencia provisional, pero que, dada la gravedad del caso, el veredicto final sobre la acusación de genocidio podría tardar años.

Brasil dijo que esperaba que el caso consiguiera que Israel «pusiera fin inmediatamente a todos los actos y medidas que pudieran constituir genocidio».

Otros países no han llegado a coincidir con Sudáfrica. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo que el caso de genocidio estaba «lejos de ser claro», pero que esperaba que el tribunal ordenara un alto el fuego en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que nadie -incluida La Haya- detendrá la guerra de Israel contra Hamás. Ecos de cuando Rusia declinó escuchar al tribunal cuando este le dijo que detuviera su invasión de Ucrania hace casi dos años.