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El Observatorio del Conurbano Bonaerense de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) realizó un informe con los últimos datos disponibles sobre los niveles de informalidad laboral y desocupación que caracterizan el actual escenario del mercado de trabajo.

Respecto al INDEC sobre el nivel de ingresos hasta fines del año pasado daba cuenta que los trabajadores habían tenido una caída promedio de casi un 20 por ciento en el sector privado y cerca del 25 por ciento en el sector público. Además, se nota un declive pronunciado del sector informal desde el gobierno de Cambiemos, incluyendo los dos años con COVID-19 en el gobierno de Alberto Fernández.

En el marco de la fuerte pérdida de poder adquisitivo el gobierno nacional decidió desarrollar ciertas medidas como, por ejemplo, el incremento del 50 por ciento del monto que corresponde a la Tarjeta Alimentar (percibida por más de 2 millones de personas) como también los bonos a jubilados (que alcanzan dos jubilaciones mínimas), a trabajadores informales y monotributistas sociales. Los bonos y/o planes ayudan parcialmente a los ingresos y salarios que reciben parte de la población argentina, algo que viene del año 2016 y hoy en día se agravó con la pandemia de los últimos dos años. Por lo que se puede notar cómo fue decayendo el mercado de trabajo sumándose altos niveles de informalidad y precariedad.

Como se mencionaba anteriormente y volcando en números, con la pandemia los principales impactos en términos de empleo registran que en la subregión norte hay una caída de 17.000 puestos de trabajo entre 2019 y 2020, frente a una caída de 3.300 en zona oeste, mientras que entre 2020 y 2021 se observan repuntes con creación neta de empleo en la zona noroeste 2 y zona norte.

Bárbara Couto y Rodrigo Carmona, investigadores de la UNGS, advierten que “la tasa de desocupación se mantiene 1 punto por encima del promedio provincial, alcanzando el 12,9 por ciento. Los valores más altos se observan en el Periurbano Norte (Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Malvinas Argentinas, San Fernando, San Miguel y Tigre) con 17,2% y el Conurbano Oeste (La Matanza, Merlo y Moreno) con 14,3%”.

Por otro lado, uno de los puntos más críticos que se desprenden del informe es la desigualdad en materia de género. La tasa de desocupación en mujeres es fuertemente superior a la de los hombres: 16,6% frente al 9,7%; un punto y medio por arriba del promedio provincial en ambos. Cabe señalar que, en el promedio de la región, la informalidad involucra a casi 4 de cada 10 trabajadores asalariados. Los investigadores consideran que la alta incidencia de la informalidad masculina esté probablemente vinculada al peso de la actividad de la construcción. En todas las regiones, el empleo asalariado no registrado es más elevado en las mujeres, excepto en el Oeste.

Por último, se puede destacar que el panorama real y actual socio laboral necesita de manera urgente desarrollar intervenciones profundas en la contención de la inflación, como también una política de ingresos más amplia y generalizada ya que son muchos los casos que en el último tiempo se ven afectados laboralmente. Tengamos en cuenta que los bonos y planes son solo una “ayuda”, lo cual no compensa un sueldo mínimo que recibe un trabajador en el 2022, pero siempre termina siendo para una parte de los argentinos. Tal como señala el informe “el análisis para el conurbano bonaerense destaca la necesidad de políticas de contenido sociolaboral fuertes que aborden las diferencias en materia territorial, como también las desigualdades en términos de género expresados en la región”.

Los números y gráficos están a la vista, no solo los niveles de informalidad y precariedad son altos, sino que la tasa de desocupación superior tiene que ver con las mujeres.