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Brotaron como flores cuando el aislamiento y cuarentena impuso las reglas. Fue el tiempo de «organización y mucha publicidad de las ollas». Con el advenimiento de las vacunas, su plan y las dosis, más el levantamiento del cerco institucional, las ollas fueron perdiendo centralidad salvo aquellas que la Iglesia sostiene porque la necesidad y el hambre continúan.

PADRE LEONARDO SILIO

En toda la zona Sur del distrito hay un trabajo diario en pos de acercar un plato de comida a las familias carentes de recursos propios, obligadas por la crisis a conseguir esa vital y mínima asistencia. El Padre Leonardo Silio explica a Desalambrar : «En la parroquia San Martín de Porres que peregrina lo que es todo Moreno sur, tenemos siete ollas populares. Comenzaron con la pandemia y que hoy siguen acompañando la vida del barrio, especialmente las personas necesitadas, más vulnerables que necesitan del acompañamiento de la Capilla y de los corazones de muchas mujeres que le ponen el hombro cada día para poder llevar un plato de comida a sus casas»

¿Estas ollas populares cuántas veces por semana funcionan y a cuántas personas asisten?

Las ollas funcionan cuatro veces por semana, hay algunas que funcionan de lunes a viernes también. En ellas asisten en un promedio de 250, 300 porciones, de plato por día. Eso suma un total entre 6 mil y 7 mil platos de comida que se hacen por semana, sumando todas las ollas.

Esto comenzó en la pandemia y se sostiene, quiere decir que hay algo que no termina de solucionarse, que en el fondo es hambre.

Sí, nosotros antes de la pandemia teníamos muchos merenderos y luego cuando comenzó el aislamiento y demás, tuvimos que resignificar esos espacios de merendero y transformarlos en comida para la gente. Es ahí donde comenzaron las ollas populares en las diferentes capillas, funcionaban todos los días en todos los lugares, por lo general en el horario del mediodía y se mantuvieron hasta el día de hoy. Yo creo que la pandemia, como ya lo hemos dicho, y hasta el mismo Francisco lo ha plasmado en algunos de sus discursos, vino a visibilizar una situación que estaba en nuestro pueblo, que estaba en nuestros barrios y que por ahí por diferentes situaciones no las terminábamos de mirar, no las terminábamos de ver. Y yo creo que hoy la pandemia lo que hizo fue visibilizar eso, por ese motivo hoy siguen sosteniéndose, siguen estando. Creo que es importante el acompañamiento con el alimento, las ollas en nuestros barrios hoy, las ollas al mediodía alimentan a gran parte niños, niñas y adolescentes que por ahí van a la escuela y quedan a cargo del adulto responsable y son ellos los que reciben el alimento en sus casas.

En caso de que la olla por ejemplo no funcione, las personas del barrio ¿encuentran un espacio donde también poder encontrar un alimento?

Lo que hay en nuestros barrios es mucha changa, la changa tanto de los hombres y las mujeres que salen muy temprano a trabajar. Yo creo que desde ahí es el único lugar donde pueden buscar algún recurso para poder llevar el alimento a sus mesas.

Y en cuanto a la organización o a la orden eclesiástica ¿qué es lo que motiva por ejemplo a una parroquia asistir con alimento además de asistir la parte espiritual?

Jesús nos enseña eso, Jesús muchas veces nos enseña en el Evangelio que hay que darle de comer a la gente. Sobre todo, Mateo 25 donde dice: cuando tuve hambre me diste de comer, y cada vez que lo hiciste con el más pequeño de mis hermanos lo hiciste conmigo. Yo creo que nuestro concepto espiritual, toda nuestra ayuda social es que en el rostro de los más pobres vemos a Jesús. Y eso es lo que nos levanta cada día, lo que nos da fuerza cada día y lo que no solo a mí, que me toca acompañar la general de todos sino también lo que tratamos de ir llevando el corazón de cada uno de los voluntarios. Que no es que le damos la comida al vecino, sino que es al mismo Jesús que le estamos dando de comer.

Por último ¿se ve una posible salida? Porque lo ideal sería que en algún momento la olla deje de funcionar.

Nosotros tenemos que ser testigos de la esperanza, yo creo que la salida sí está. Y está en los corazones de quienes nos toca acompañar esta realidad social que nos toca hoy vivir. Creo que con gestiones que nos ayuden a poder mirar el bien común de la gente. Como dice Francisco, no tanto la auto referencialidad sino poder ver el bien del otro, creo que ese es el camino. El camino creo que es poder tener un corazón compasivo como el de Jesús, que es capaz de compadecerse con el hermano que está tirado.

¿Dónde podemos encontrarlos y en caso de que alguien quiera colaborar dónde puede referenciarse?

La Parroquia tiene su centro en la Capilla María Auxiliadora que está en el Barrio Rififi en Alberdi 2777. Alberdi y San Luis. Ahí hay gente todo el tiempo, todos los días. Ahí se reciben donaciones, se reciben todo lo que quieran colaborar desde ropa, alimentos, lo que sea, lo recibimos ahí con mucho corazón.

¿Redes sociales?

Nos pueden encontrar en el Instagram que es: @porresMorenoSur y en el Facebook: Parroquia Martin de Porres Moreno Sur.

¿Ahí pueden encontrar información y colaboración?

Exactamente, ahí pueden encontrar información, colaboración y también todo lo que se hace en la Parroquia.