Luciano Olivera volvía en moto de jugar al fútbol. Policías quisieron “identificarlo” y empezaron a perseguirlo. Uno de los efectivos admitió que “se le escapó el disparo” que dio en el pecho de Luciano, terminando con su vida. Tenía 16 años. Por ANRed.
En la madrugada de este viernes, la Policía Bonaerense asesinó al joven de 16 años en el cruce de las calles 9 y 34 de la localidad de Miramar. El disparo, según dijeron tías y primas del joven, impactó en el pecho del chico cuando era perseguido en el marco de un control policial. Dos testigos afirmaron haber escuchado al menos dos disparos, lo que refutaría la versión de la policía. Vecinos salieron a la calle a increpar a la policía, al grito de «asesinos».
«¿Que hiciste? ¡Lo mataste!» le habrían recriminado al policía que admitió el disparo. Adolescentes declararon a medios televisivos que los hostigamientos por parte de la policía en Miramar son recurrentes.

La familia llegó y empezó a exigir respuestas. La Bonaerense convocó al cuerpo de Caballería con la excusa de contener un supuesto disturbio, iniciando una violenta represión con balas de goma generando personas heridas, entre ellas familiares del joven asesinado.
El caso está a cargo de la fiscal Ana María Caro de Mar de Plata, quien decidió apartar a la Bonaerense de la investigación y puso en su reemplazo a la Policía Federal para realizar la investigación pertinente.
Ya identificado,, Maximiliano González es el policía de la Bonaerense que asesinó a Luciano. Se estima que será sometido a una declaración indagatoria durante la jornada.
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