UN DIBUJO QUE CALCULA NO GASTAR MÁS DE LO POSIBLE –
Entre las pocas expresiones que se escucharon en el recinto de sesiones, tal vez la de José Barreiro se acerque a la realidad histórica que porta la ley de leyes. Dijo el ex presidente del HCD que el Presupuesto General de Gastos y Recursos del año 2018 no es real porque la Provincia de Buenos Aires, con la Ley de Responsabilidad Fiscal, limita las proyecciones y la autonomía de las comunas. La dependencia parece convertirse en atadura.
Si vale la pena indagar en ejercicios anteriores (mirando los presupuestos y sus ejecuciones), porque las Rendiciones de Cuentas grafican los dibujos y sus objetivos relegados, sin dejar de reconocer que el pago de salarios y la recolección de la basura definen, por sí mismos, la inviabilidad y la dependencia respecto a Provincia y Nación.
El monto calculado, Walter Festa deberá administrar el próximo año unos 2.692.932 pesos. En el proyecto aprobado por unanimidad en el HCD, aparece la cantidad de empleados que tiene el Municipio.
PLANTA PERMANENTE: 3283 empleados (incluye Departamento Ejecutivo, HCD, IDUAR e IMDEL)
PLANTA TEMPORARIA: 1757 empleados (Departamento Ejecutivo, HCD, IDUAR, IMDEL)
TOTAL AÑO 2018: 5.040 trabajadores /as
Esa estructura representa un Gasto en Personal (sin incremento salarial definido) de mil quinientos millones de pesos, es decir, un 58 por ciento de los recursos calculados.
Por estructura programática es la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano la que fiscaliza, controla y sanciona a la empresa Trébol. Se prevé el próximo año unos 468 millones de pesos en el ítem Recolección, Barrido y Eliminación de Residuos.
Desalambrar consultó a algunos concejales que analizan y estudian el presupuesto sobre el monto que se llevará el servicio de recolección de residuos privado y ninguno precisó si lo asignado es la cifra de 468 millones de pesos porque, tal vez, se incorpore en esa masa los costos y gastos de la recolección pública. Por cierto, la cifra verdadera quedará revelada en parte cuando se estudie la Rendición de Cuentas 2017, acto que debería tener todas las multas ejecutadas por el municipio al comprobar el incumplimiento del contrato vigente.
Otro aspecto interesante del Presupuesto es lo referido a salarios. Termina el año sin reapertura de mesa paritaria y sin proyecciones ciertas de recomposición debido a que la crisis en marcha paga sueldos desdoblados y con asistencia final del Banco Provincia. Por esta razón el artículo 7° del proyecto presupuestario dice que será de 13 mil pesos el sueldo básico mínimo (agentes que revisten en la categoría inferior del escalafón con jornada laboral de 40 horas semanales). En realidad es lo que percibe un trabajador a diciembre de 2017.
Esa base permite conocer el salario básico del intendente que se produce multiplicando por 16 el sueldo mínimo, y esto da 208 mil pesos. Para el caso de los concejales se multiplica por cinco el sueldo mínimo y así se conforma la dieta mensual de 65.000 pesos.
Respecto a aquel anuncio de un nuevo organigrama, no hay cambios centrales si lo comparamos con el armado ejecutivo del año 2016. El Presupuesto posee once (11) Secretarías, a lo que debe sumarse los dos organismos descentralizados como el Instituto de Desarrollo Urbano, Ambiental y Regional (IDUAR), y el Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local (IMDEL) que funcionan como secretarías anexas.
En los dos primeros años, Walter Festa debió aplicar fondos afectados para cubrir Gastos Corrientes. ¿Podrá sostener esa lógica con un Régimen de Responsabilidad Fiscal muy celoso del cumplimiento efectivo de los programas y sus pautas? ¿Evalúa el gobierno algún método de bajar el gasto millonario que demanda la recolección privada de la basura? ¿Cómo y de qué modo convence el municipio a las fuerzas gremiales de la austeridad y la prudencia que exige el futuro inmediato? ¿Aceptarán los trabajadores /as una recomposición de salarios por debajo de la inflación nacional?
El Presupuesto es un proyecto enmarcado en una crisis local de envergadura y que espera, desde hace dos años, un conjunto de gestos y actos que Provincia y Nación están decididos a no otorgar.
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