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El superministro cerró el evento empresarial norteamericano en el mediodía de este jueves. Ratificó el rumbo de ajuste y tarifazo, al servicio de cumplir con las metas del FMI, mientras destacó su hiperactividad para darle beneficios impositivos al campo, mineras y todo el negocio energético, constructoras privadas, automotrices. Finalizó con una intriga sobre Juntos por el Cambio pero los llamó al diálogo.

Sergio Massa tuvo a cargo el cierre del evento empresarial organizado por el Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio, que se desarrolló en el lujoso Hotel Alvear de Recoleta. Más temprano hablaron dirigentes de Juntos por el Cambio como Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales.

En su exposición, pidió «paz social»«sin estabilidad macroecómica no hay paz social pero sin paz social no hay estabilidad macroeconómica» dijo. Agregó que esa estabilidad «es un trabajo conjunto entre el Estado, los gobernantes, pero también con los actores económicos y sociales de la Argentina». El llamado contrastó con el resto de su discurso donde ratificó el camino de ajuste contra las mayorías trabajadores y los beneficios impositivos para grandes empresas que sigue promoviendo.

El superministro destacó entre “los principios rectores del gobierno”, el del orden fiscal. Que no es otra cosa que ajuste en los gastos del estado, acompañado del congelamiento de la planta estatal. “La austeridad y el orden lo hacemos entre todos” dijo.

Luego hizo un repaso por las principales medidas que tomó en sus primeros días de gestión, ratificando el combo de ajuste y tarifazo para las mayorías. Para evitar hablar de tarifazo, y dibujar lo que será un nuevo golpe a los bolsillo populares, lo reivindicó como un “cambio del régimen de distribución de subsidios”.

Aunque con lo que siguió en su discurso quedó claro que el conjunto de las medidas que viene tomando es una “redistribución de subsidios” a favor de las grandes empresas. Mencionó el canje de la deuda en pesos, destacando que “hicimos sustentable la curva de vencimientos”. Lo que omitió decir es que les ofreció un gran negocio a los tenedores de esa deuda en pesos: un “bono dual” que les permite garantizar sus márgenes de ganancias atadas a la inflación o el valor del dólar, según cuál sea más beneficioso. Es decir, que ganen en cualquier escenario.

También habló de los beneficios otorgados para empresarios de la energía diciendo que “pasaron cosas interesantes en materia de generación de divisas”. Esas “cosas interesantes” son por ejemplo el régimen cambiario diferencial para empresas que incrementen la producción de hidrocarburos. Quiere decir que tendrán libre disponibilidad de dólares (entre un 30% y 40% sobre las exportaciones registradas a partir del 2023). O el sistema especial y express de importaciones para la industria petrolera.

Massa adelantó también algunos anuncios que vienen. Dijo que el lunes próxima se comenzará a aplicar el régimen de beneficios impositivo para la construcción que viene de convertir en ley el Senado. “Promueve la libre disponibilidad de dólares y beneficios impositivos, dando la posibilidad de aumentar la inversión de la construcción privada”, dijo. El régimen para la construcción incluye el beneficio de ingresar en un blanqueo.

A su vez, dijo que mañana se va a publicar “un decreto para transformar planes sociales en empleo”. La iniciativa otorga múltiples beneficios a los empresarios: el Estado se hará cargo del pago de una parte de esos sueldos, y obtendrán además reducción de impuestos.

Ratificó que “el presidente va a convocar un acuerdo económico y social para sentar empresarios y trabajadores, para ponernos objetivos a corto y mediano plazo. En los próximos días esperamos que todos se sienten a la mesa”Alberto Fernández había anunciado esta convocatoria una semana atrás, y al día siguiente hubo nuevas remarcaciones de precios “por las dudas” en lácteos, bebidas y elementos de higiene personal. Los aumentos fueron de entre 9% y 12% de una sola vez, casi de un día para otro. Las remarcaciones de precios no vuelven para atrás, pero el Frente de Todos insiste en llamarlos al diálogo como si nada de eso ocurriera.

Hacia el final dejó una intriga sobre Juntos por el Cambio. Contó que apenas asumió como superministro, uno los líderes de la oposición lo llamó para felicitarlo y ponerse a disposición. Massa contó «a la mañana siguiente me vuelve a llamar, y me dice ´quería preguntarte si vas a contar quiénes de la oposición te llamaron, porque de cara a la interna me conviene seguir parado en el lugar de los duros y que no se sepa´». Luego de reafirmar que no va a contar de quién se trata la anécdota, concluyó «no tenemos que tener ni miedo ni vergüenza de sentarnos a una mesa a llegar acuerdo (…) Tengamos la claridad de que dialogar con el otro no significa conceder sino pensar juntos». Las declaraciones de Massa buscaron meterse en la interna de Juntos por el Cambio desatada tras las denuncias de Elisa Carrió, quien busca evitar el acercamiento de su coalición con el nuevo ministro del Frente de Todos. Aunque si de conceder se trata, es el Frente de Todos quien está concediendo cada día más al programa de ajuste de Juntos por el Cambio.