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El Gobierno formalizó la promulgación de la Ley 27.617 que modifica el impuesto a las Ganancias, a través del Decreto 249/2021 publicado en el Boletín Oficial, luego que el presidente Alberto Fernández firmara el decreto en un acto realizado el martes al mediodía en el Salón del Bicentenario de Casa de Gobierno.

Con el lema “que paguen más los que más tienen y paguen menos los que reciben recursos sólo de un salario», se modificaron algunos detalles de esta Ley. A tener en cuenta y mirar guarismos: a fines de 2020 el Impuesto a las Ganancias afectaba a unas 2,3 millones de personas, 25,6% del total de los contribuyentes en relación de dependencia. Con la actualización anual del impuesto y, eventualmente, el nuevo piso, la cantidad de trabajadores y jubilados que dejarían de pagar el impuesto se incrementaría a más de 1.267.000. Ahora, se pagará a partir de los 150.000 pesos en bruto. Actualmente pagan a partir de 74.810 pesos (solteros) y 98.963 pesos (casados con dos hijos). Para los jubilados, el proyecto eleva la deducción actual de seis a ocho haberes mínimos y elimina el requisito de no tener otros ingresos.

Según cada sector, la cantidad de trabajadores a lo largo del país que dejarían de pagar serían:

178.000 (58%) de la industria manufacturera

133.000 (65%) del transporte, logística y almacenamiento

106.000 (74%) de comercio mayorista y minorista;

48.000 (46%) del sector financiero

27.000 (54%) del rubro de la construcción.

Pero ¿cómo afecta esto a los trabajadores que tienen un menor ingreso? Partamos de la canasta básica familiar que se aproxima al valor mínimo no imponible de ganancias, lo cual significa que basta con contar con un salario un poco superior al valor de la línea de pobreza para que le descuenten el impuesto a las ganancias. A su vez, este impuesto se lleva una gran parte del ingreso de los trabajadores por lo que queda una porción mínima para cubrir las necesidades básicas de una familia.

De esta forma, al cierre de 2020, una familia compuesta por una pareja con dos hijos necesitó $ 54.208 por mes para no ser pobre, mientras que para 2021 un trabajador, casado con dos hijos /as que gane más de $ 98.962 netos deberá abonar el tributo. 

Por otra parte, con la pandemia muchos tuvieron que acceder a planes a raíz de la pérdida de trabajo, entre ellos se encuentra el Potenciar Trabajo, que incluye asistencia a los cinco sectores de la economía donde hay mano de obra intensiva: construcción, textil, cuidado de personas, producción de alimentos y reciclado. Este plan reemplazó al IFE de Anses y se lanzó en julio del 2020, asimismo vincula los planes de trabajo marcando un camino de salida para aquellos 570 mil trabajadores y trabajadoras que están en busca de oportunidades laborales, una opción de 10 mil pesos mensuales (la línea de indigencia está en 24 mil pesos)

Volviendo a la medida en sí, de la nueva modificación de la Ley de Impuesto a las Ganancias, en parte es un alivio tributario, sobre todo en el contexto actual, de pandemia con muchos argentinos sin un trabajo formal y una caída sostenida del ingreso de los asalariados.

Es por eso que si Argentina continúa sin un plan económico consistente habrá turbulencias. En primer lugar, estas medidas a corto plazo beneficiarán al PBI (Producto Bruto Interno) ya que la inyección monetaria ayudaría a 1.260.000 trabajadores exceptuándolos de Ganancias y, en segundo lugar, a largo plazo esta medida si no consigue otra solución de generar empleo hará perder el nivel adquisitivo a la mayoría del sector informal y quienes tienen menores recursos.