ESCUELA PRIMARIA Nº 13 / BARRIO SAN JOSÉ –
La puerta de ingreso cerrada. Adentro el equipo docente y directivo. Afuera un grupo de madres y padres colocando en el portón y paredes los afiches con fotos de lo que ofrece el edificio.
Desde agosto y hasta la fecha lo único que recibió la comunidad fue un relevamiento de lo que «visiblemente» se comprobaba. No sólo no hay clases porque no existe la «seguridad» y «habitabilidad» sino porque el abandono gradual es parte del viejo y utilitario plan.
Ahí está Claudia que no puede enviar a su hija a la escuela. Coloca sobre la pared un lienzo blanco con dibujos significativos a modo de propuesta para que otras y otros escriban lo que sienten. Ella lo expresa así: «Después de tres meses y estar así, creo que la pedagogía es enseñarles a los chicos que valen muy poco. Parece que a los adultos responsables no les importa que nuestros hijos /as estén sin clases. Desde la escuela se hace lo posible dando clases de apoyo en el patio de la Secundaria, pero a la escuela no se puede entrar porque no está habilitada. Acá no hay respuestas porque no hay obras».
Fabián explica la continuidad pedagógica. Como papá señala que «los alumnos /as están en el patio de la escuela secundaria pero no pueden ingresar a las aulas ni utilizar los baños. Si llueve no pueden tener las clases de apoyo, por lo tanto creemos que no se puede continuar así porque los chicos deben tener su lugar de pertenencia, trabajen con sus compañeros y estén con los docentes. Creo, firmemente, que la educación pública está en una situación de máxima precariedad, algo que nos produce mucha pena porque como padres apostamos a la educación pública de nuestros hijos. Espero que se entienda el siguiente ejemplo: yo debo venir a buscar a mi hijo, llevarlo al baño de mi casa y traerlo de nuevo a la escuela para que reciba acompañamiento escolar. Todo esto pasa en las escuelas de Moreno y en todo el distrito, porque hace más de 30 años que se produce un abandono, desidia y olvido».
«Lo que le estamos dejando a los chicos como mensaje es que están olvidados, que no importan, cuando uno de los derechos del Niño /a es que tiene derecho a la educación, pero nuestros hijos no lo tienen garantizado porque hace más de 90 días no tienen clases. Hace dos semanas atrás vino un inspector y detecta que todas las paredes están electrificadas, por lo tanto los chicos no pueden estar adentro y tampoco los docentes. De esta forma le estamos diciendo a los chicos que no importa si van a la escuela, no importa si no tienen educación, no importa si trabajan, porque esto es lo que está haciendo el gobierno nacional, provincial y municipal«, señala una mujer que concurrió a la Primaria Nº 13, el mismo edificio donde hoy no puede estar su hijo porque hay aulas que se tienen que demoler, porque se inundan, porque techos y paredes se electrifican. «Cuando llueve las maestras nos mandan un mensaje que, en caso de llevar a nuestros hijos a la escuela, deben concurrir con botas». Así habla Karina, madre de la EP Nº 13 que pide respeto, cuidado y seguridad.
Adrián tiene a su hija en 5º grado y piensa en los chicos y chicas que egresarán de la Primaria sin clases, con un edificio destruido y sin plan de obra: «Tanto los techos como los tanques de agua son de fibrocemento. Los árboles que tenemos son altos, sin mantenimiento, y cuando hay tormentas son un peligro para alumnos /as, docentes, auxiliares y directivos. Cuando llueve se inunda todo el interior del edificio y el agua luego tarda en salir».
Es creíble y doloroso saber que nadie sienta la obligación de dar una respuesta
Por eso nos convocamos en la puerta de la escuela para que nos escuchen. En más de tres meses ni siquiera vino un obrero a cortar la luz cuando hay paredes electrificadas. En este momento los docentes están dentro de la escuela con el riesgo que significa.
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