Por Maristella Svampa – (Posteo en Redes Sociales: link)
Es tremendo lo que sucede en Bolivia. Por un lado, la auditoría contratada por el Órgano Electoral, dio como resultado la existencia de muchos irregularidades y vulnerabilidades en el sistema de conteo rápido y de registro, y manipulación de actas. Su conclusión es que «NO podemos dar Fe de la integridad de los resultados electorales debido a que todo el proceso está viciado de nulidad».
Por otro lado, las movilizaciones sociales, aunque legítimas, al exigir nuevas elecciones, empoderaron muy rápidamente a una derecha racista y violenta, que hoy pide la renuncia de Evo Morales.
Bolivia vive una insurrección urbana, antimasista, antievo, que puede abrir paso a lo peor. Pero no hay que olvidar que Evo quiere quedarse para siempre en el poder. No hay que olvidar que son demasiadas las irregularidades en las recientes elecciones. Ya en 2016, al dejar de lado el resultado del referendum que le negaba la posibilidad de volver a presentarse como candidato presidencial, Evo se disparó un tiro en el pie.
Es una pena que se haya desperdiciado otro proceso político, que alentó tantas expectativas sociales y que en definitiva, tambien logró avanzar en terminos de democratización. Pero no nos podemos engañar. Y lo peor es que ahora la derecha se está adueñando del discurso de la democracia, en una clave anticampesina y racista.
MÁS HISTORIAS
Cumbre en Moreno: Máximo Kirchner, junto a CFK, espera a Massa y a Kicillof en el Parque Los Robles
«Hay que echar a Milei, es un gobierno con el que no se puede estar de acuerdo en nada»
«Por una Argentina sin hambre», gremios y movimientos sociales marcharon a Plaza de Mayo