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Por Belén Torres (secretaria de Prensa y Difusion del CeUNGS/Pan y Rosas) y Coki Lopez (estudiante de Lic. En Comunicación UNGS) – Fuente: Izquierda Diario

A lo largo y ancho del país, miles son las mujeres con sus hijos y familias que están luchando por un terreno para vivir. El gobierno les responde con desalojo y represión. El conjunto del movimiento de mujeres de la UNGS tiene que construir la mayor solidaridad por ¡Ni una menos sin vivienda! ¡No al desalojo!

El problema habitacional tiene rostro de mujer

El reclamo por el derecho a una vivienda digna no es nuevo. Sin embargo, con la crisis económica y social que acompaña a la pandemia, el problema estructural habitacional se profundiza. Sobre todo para las mujeres y sus familias, que hoy son las que ponen el cuerpo ante esta situación y luchan para que la calle no sea un hogar para ellas y para sus hijxs.

Muchas de las que resisten junto a sus familias en la toma de Guernica se vieron obligadas a tomar un pedacito de tierra por ser víctimas de violencia género. Otras, en su mayoría jefas de hogar, trabajadoras domésticas y mamás solteras, se quedaron sin trabajo y no pudieron sostener más un alquiler al igual que sus compañerxs. Tampoco pudieron acceder a la IFE. Esta es la situación que están viviendo todas las mujeres que resisten y luchan en cada toma de tierra que recorre lo largo y ancho del país. Desde Guernica hasta La Bibiana en Moreno y González Catán,porque la crisis habitacional recorre el Conurbano y toda la Argentina.

Lejos de preocuparse por el problema que viven miles de familias sin techo y proponer un plan de viviendas para estas mujeres y familias, la respuesta del gobierno es desalojo y represión, al igual que la oposición de derecha y los medios de comunicación que se han encargado de criminalizar a estas mujeres tratándolas a ellas y sus familias de “delincuentes”.

Desde Pan y Rosas planteamos que el “delito” es que el gobierno permita que haya miles de niños sin casa, que vivan descalzos en el barro, que tengan que dejar la escuela y que en plena pandemia no tengan acceso a agua potable. Violencia es tratar a las mujeres de delincuentes por pelear por su futuro y una porción de tierra. Violencia es que le den millones de pesos a los ricos y defiendan a los empresarios que se dedican a la especulación financiera y quieren construir enormes countries mientras miles son arrojados a la calle.

Miles de mujeres sin vivienda: ¿el frente de mujeres ungs va a continuar sin decir nada?

Mientras el derecho a una vivienda digna es vulnerado para miles de mujeres, familias y niñxs, seguimos esperando que organizaciones peronistas de mujeres en la UNGS se pronuncien a favor de las mujeres por #NiUnaMenosSinVivienda, y se pongan a la cabeza de organizar la mayor solidaridad.

Mientras seguimos esperando que se pronuncie el centro de estudiantes de “El puente” y el “FUNyP”, advertimos que el silencio y la indiferencia las ubica en el lugar de cómplices de las políticas de represión del gobierno. No hay medias tintas en esta situación: o están junto a las miles de mujeres que luchan en todo el país por una tierra para sus niños, o están del lado de quienes las criminalizan y las reprimen a balazos limpios como en la toma de González Catán, San Fernando y tantas otras que sufrieron el desalojo y la represión.

Desde Pan y Rosas en la Secretaría de Prensa y Difusión del CEUNGS, llamamos al Frente de mujeres UNGS, al centro de estudiantes de la universidad, a la rectora Gabriela Diker, a los sindicatos docentes y no docentes, a todos los comités de carrera (como el de Comunicación que permanece en silencio), a que levanten la mayor solidaridad con las familias y mujeres de Guernica que luchan contra el desalojo que el gobierno y la justicia para el próximo 14 de octubre.

Llamamos a las estudiantes de la marea verde de la UNGS a que tomen en sus manos la lucha de estas mujeres que se defienden, se organizan y pelean por un pedazo de tierra y una vivienda para sus hijos en Guernica y en todas las tomas del país.

Las jóvenes, mujeres y estudiantes que somos hijas de trabajadores, primera generación de estudiantes en nuestras familias, nos unimos a estas mujeres en su lucha, porque si ellas triunfan nosotras estaremos en mejores condiciones para enfrentar el ajuste a la educación y el ataque a nuestras condiciones de vida. ¡No al desalojo en Guernica! ¡Ni una menos sin vivienda!.