El Salto.- Miles de personas han pedido “justicia para Samuel” y han rechazado todas las agresiones homófobas ocurridas a lo largo de estas últimas semanas.
El pasado sábado de madrugada fue asesinado Samuel, un joven coruñés de 24 años. Lo mataron entre 7 personas mientras él estaba en el suelo. Tal y como confirmó la propia Delegación del Gobierno -que está tomando aun la declaración a 13 personas investigadas por el suceso-, se trata de un asesinato. Según las testigos del suceso, los asesinos chillaban “maricón de mierda”, al tiempo que lo golpeaban. “No es un caso aislado”, advierten desde los diferentes colectivos LGTBIQ+.
Las movilizaciones en defensa de los derechos LGTBIQ+ y en rechazo de todas las agresiones homófobas de estas últimas semanas se han repetido a lo largo de esta tarde en todo el Estado español.
El pasado sábado de madrugada fue asesinado Samuel, un joven coruñés de 24 años. Lo mataron entre 7 personas mientras él estaba en el suelo. Tal y como confirmó la propia Delegación del Gobierno —que está tomando aun la declaración a 13 personas investigadas por el suceso—, se trata de un asesinato. Según las testigos del suceso, los asesinos chillaban “maricón de mierda”, al tiempo que lo golpeaban. “No es un caso aislado”, advierten desde los diferentes colectivos LGTBIQ+.
El asesinato se Samuel ha prendido la mecha de la indignación después de que, en las últimas semanas —coincidiendo incluso con la celebración del Orgullo—, se produjeran varias agresiones y denuncias de odio por parte de estos colectivos. Así, se produjo una agresión con una porra extensible la una pareja homosexual en A Coruña, agresiones en la noche de San Juan en Barcelona y una paliza por homofobia de diez personas contra un hombre de 52 años en la misma ciudad. A ello se añade otra por las mismas causas en Valencia mientras que en Madrid un joven denunció haber sido agredido policía municipal por motivos homófobos.
Además de estas agresiones, en los últimos días también hubo ataques a la bandera LGTBIQ+ del Comité Antisida, la parroquia de Almoharín (Cáceres) compartió en redes una publicación donde se “cura” la homosexualidad, hubo pintadas contra agrocuir y hasta se difundió un vídeo de cuatro jóvenes vascos en el que hablan de matar la homosexuales a golpes.
A todo ello respondían las movilizaciones en todo el Estado —50 solo en Galiza— de este lunes 5 de julio en defensa de los derechos y la libertad de las personas LGTBIQ+. “Lo que está pasando es muy grave, demandamos explicaciones también a todas las instituciones públicas”, advierte Ana García, presidenta de la Asociación Pola Libertad Afectiva y Sexual de A Coruña (ALAS), una de las organizaciones convocantes de la concentración de A Coruña. Para ella, los responsables directos de este aumento de agresiones son “los discursos de odio que llevan años campando a sus anchas en el país”. “Los vemos reproducidos hasta en el propio Congreso de los Diputados”, destaca en referencia al partido ultraderechista Vox.
La misma activista reconoce que “hay que ver que está pasando en A Coruña”, pero insiste en que lo que está pasando “no son casos aislados”. “El patriarcado es estructural y atraviesa todo: a través de las costumbres, de la fuerza de trabajo, de nuestro físico… Es un sistema que nos oprime a todas las que no seamos varones con un poder socioeconómico alto y cishetero”, explica García. E insiste: “El que no está en esa cúspide de la pirámide del capital, está oprimido por el patriarcado”.
En las diferentes concentraciones gallegas, convocadas por Avante LGTB+, Casco (Comité Antisida da Coruña) y ALAS y a las que acudieron miles de personas, pudo escucharse: “Aquí está, aquí se ve el transfeminismo, gallego en pie”, “vosotros fascistas sois los terroristas” o “Justicia para Samuel!”. De todas formas, en A Coruña la movilización fue mucho más emotiva que reivindicativa, ya que el padre de Samuel pidió evitar las cosignas políticas y apenas se pudieron ver banderas.
Por otra parte, en Madrid, en un acto que fue desde la puerta del Sol y recorrió la Gran Vía de la capital se escuchó: “Santiago Abascal es un criminal”. Además, en ciudades como Córdoba, Valladolid, València o Sevilla, se ha pedido que el crimen no quede impune.
Por su parte, Andie, de Avante y organizadora del OROD (Orgullo Rebelde, Orgullo Disidente) en A Coruña, indica: “Reivindicamos y queremos visibilizar esa violencia estructural que sufrimos nosotros. Hay una nube de eufemismo alrededor nuestra”. Argumenta a El Salto que esos eufemismos se ven reproducidos en los medios de comunicación y en la política. “Como que ‘Samuel murió’, cuando realmente ha sido asesinado”. “Es denigrante leer eso”, lamenta.
Ambas activistas ven fundamental preocuparse en la educación. Ana García se pregunta: “Cuando nos dicen que intentamos adoctrinar a los niños y niñas en los colegios, ¿qué doctrina son los Derechos humanos? solo queremos visibilizar la violencia que sufre nuestro colectivo”. “Hay LGTBIQfobia, igual que racismo, machismo y clasismo, son diferentes modos de opresión que sufrimos”, explica. “Hay una gran falta de educación de base en igualdad”, defiende por su parte Andie.
Para Ana, la muerte de Samuel “evidencia” sus demandas de derechos y “la necesidad de una Ley trans”. Andie, critica que a día de hoy “no hay leyes materializadas que garanticen una protección a nuestros colectivos”.
Pese a que la de hoy fue una jornada intensa; “no van a hacer que tengamos miedo”, defiende Ana García. “No van a devolvernos al armario y sufrir de nuevo el dolor que teníamos dentro”, insiste. Aunque asume que “igual que en todo activismo”, salir a la calle es exponerse a posibles nuevas agresiones, “no nos van a callar. Tiene que prevalecer la libertad y el respeto”.
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