Desalambrar

Noticias de Moreno y la Región

PorThalif Deen / IPS Noticias.- El gasto militar consume cada vez más presupuesto en las potencias armamentistas del mundo, algo que no frenó siquiera la covid en 2020, lo que resta recursos para atender las mayores crisis globales, como la pandemia, el calentamiento global o las hambrunas por conflictos armados o emergencias climáticas.

Paradójicamente, cuatro de los cinco países que más gastaron en armamento son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), el mayor responsable de imponer la paz en el mundo. Son ellos China, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia. El quinto es India, actualmente uno de los 10 miembros no permanentes y rotatorios del CSNU.

El gasto militar de China, que actualmente se encuentra en una nueva Guerra Fría con Estados Unidos, creció por 26 año consecutivo.

Las cifras reveladas este lunes 26 por el Sipri sobre el aumento de los gastos en armamento de algunas de las grandes potencias dejan en ridículo la demanda desde hace tiempo de la ONU para que se recorten los gastos militares y se desvíen hacia el desarrollo sostenible.

William D. Hartung, director del Programa de Armas y Seguridad del Centro para la Política Internacional, con sede en Washington, dijo a IPS: «En un momento en el que una pandemia mundial, el cambio climático y la injusticia racial y económica suponen los mayores peligros para la vida y el sustento de las personas, el aumento del gasto militar mundial en 2020 supone un fracaso estrepitoso de los responsables políticos de todo el mundo a la hora de abordar los retos más urgentes a los que nos enfrentamos».

Afirmó que incluso una fracción de los casi dos billones de dólares gastados en armamento militar el año pasado podría haber servido para realizar inversiones sostenibles en salud pública, protección del ambiente y lucha contra la desigualdad.

“Los líderes mundiales pueden y deben hacerlo mejor», dijo Hartung.

La Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (Unoda, en inglés) señala que, a lo largo del último siglo, los gobiernos han buscado la manera de llegar a un acuerdo mundial sobre la reducción de los gastos militares.

Con ese fin, se debatieron varias propuestas en la Sociedad de Naciones y, posteriormente, en la ONU. Las primeras propuestas de la ONU se centraban en reducir los gastos de los Estados con grandes ejércitos y en liberar fondos para la ayuda al desarrollo.

“Pero las propuestas de reducción del gasto militar no se materializaron», reconoce la Unoda.

Sin embargo, sí condujeron a partir de 1981 a la elaboración del Instrumento Normalizado de las Naciones Unidas para la Presentación de Informes sobre Gastos Militares, que luego fue rebautizado como el Informe de las Naciones Unidas sobre Gastos Militares, que induce a los países a informar sobre sus presupuestos en el crucial tema.

Natalie J. Goldring, investigadora principal y profesora adjunta del Programa de Estudios de Seguridad de la Escuela de Servicio Exterior Edmund Walsh de la estadounidense Universidad de Georgetown, dijo a IPS que «los últimos datos de gasto militar del Sipri resultan difíciles de conciliar con la realidad del mundo en que vivimos».

“En un año en el que la comunidad mundial se enfrentó a los horrores de la pandemia del virus de covid-19, los datos del Sipri muestran que el gasto militar no disminuyó. El gasto militar aumentó en nueve de los 10 países con mayor gasto militar”, se lamentó.

A pesar de que la economía mundial, medida por el producto interior bruto (PIB), disminuyó 4,4 %, el gasto militar mundial aumentó un 2,6 % durante el año. El gasto militar mundial va exactamente en la dirección incorrecta.

“Desgraciadamente, Estados Unidos sigue liderando el gasto militar en el mundo, con 39 % del total mundial», dijo Goldring, quien también es profesora visitante en otra universidad de Washington y representante ante la ONU del Instituto Acrónimo, en asuntos vinculados a las armas convencionales y el comercio de armas.

Según los nuevos datos del Sipri, esta cifra es superior a todo el gasto conjunto de los otros 10 países que más gastan en armamento, y más del doble del total de los países que la administración de Washington percibe comúnmente como sus principales competidores militares: Rusia y China, acotó la experta.