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El presidente destacó que en agosto se registró un segundo descenso consecutivo del precio de la carne, tras las restricciones a las exportaciones. Por ejemplo, el precio del asado cayó un 2,8 % en agosto, pero si se compara con el mismo mes del 2020 el aumento es del 82,6 % muy por encima de la inflación general. La carne es un bien de lujo para las mayorías populares.

El Presidente Alberto Fernández tuiteó “Los precios de la carne bajaron desde el momento en que restringimos las exportaciones. No es justo que el precio internacional de la carne vacuna sea el mismo precio que deban pagar nuestros compatriotas. Cuidar la mesa de los argentinos. Ese es nuestro compromiso”. El mandatario hace referencia a un informe de Cepa que detalla que en agosto se registró por segundo mes consecutivo un descenso del precio de la carne vacuna, el mes pasado fue de 1,4 %. Sin embargo, si se compara con respecto al mismo mes del 2020 los precios de los principales cortes de carnes tienen subas de hasta 86,5 %, según el mismo informe, es decir muy por encima de la inflación general. La carne es un bien de lujo para muchos sectores que hacen malabares para poder llegar a fin de mes.

La semana pasada los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura prorrogaron hasta el 31 de octubre las restricciones a las exportaciones de carne. A través de la resolución conjunta 7/2021 publicada este martes en el Boletín Oficial, se amplió lo establecido por el artículo 2 del decreto 408/2021, por el cual se limitaron los embarques de carne vacuna hasta un 50 % del promedio despachado en 2020. Las patronales agrarias respondieron con amenazas de lock out. A pesar de sus quejas, «en julio de 2021 se exportó 11 % más que en julio de 2018; 71 % más que en el mismo mes 2017; 135 % por encima de 2016; y 172 % más que en 2015», según datos del Indec y del Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva). Es decir, siguen ganando.

Carne de lujo

El informe de Cepa señala que se observan incrementos significativos de la carne vacuna en 2020 y los primeros meses de 2021, “durante enero (7,6 %), marzo (5,6 %), abril (9,2 %), noviembre (7,7 %) y diciembre (20,2 %) de 2020, y también en 2021, con particular aumento en los meses de enero, marzo y junio de 2021 (6,3 % 7,3 % y 7,9 % respectivamente)”. Según el documento, se corta “la fuerte dinámica alcista, en julio y agosto los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0 % y 1,4 % respectivamente”, en base a datos del Instituto de la Carne Vacuna (IPCVA).

También se detalla que “analizando los cortes vacunos de precio intermedio, las principales reducciones se encuentran en asado de tira (-2,8 %), picada especial (-2,1 %) y bife ancho (-1,7 %), todos ellos por encima del promedio general. Se observa sólo un leve aumento en tapa de nalga (0,3 %)”.

Si se compara qué sucedió con los precios de la carne con respecto al 2020 la situación no es tan alegre como expresa el presidente. El mismo informe de Cepa advierte que “en términos interanuales, es decir respecto a agosto 2020, la variación de precios nominales de la carne (+78,2 %) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+51,8 % aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales”.

“A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (82,6 %), vacío (84,1 %) y matambre (77,1 %). En estos casos se observan incrementos muy por encima de la inflación del periodo”. Como se observa en el gráfico el lomo es el que registró mayor aumento interanual (86,5 %). En tanto, el prometido asado es inaccesible para la mesa de los argentinos.

La inflación carcomió el poder de compra de los trabajadores y sectores populares. No es casualidad la caída del consumo de la carne. El año pasado, la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra) informó que el consumo de carne vacuna por habitante cerró en 49,7 kilos anual, el nivel más bajo del último siglo, pese a que la faena de animales aumentó 0,6 % interanual hasta las 14 millones de cabezas.

La Izquierda Diario calculó cuántos kilos de asado se podría comprar con un salario mínimo vital y móvil. En abril del 2016 con un salario mínimo vital y móvil se podían comprar 60 kilos de asado, y en abril de este año se desplomó a 37 kilos. La caída expresa el deterioro de los salarios y la elevada inflación durante el macrismo y que continuó con Fernández, quien aseguró que recompondría los ingresos populares.

Salario Mínimo Vital y Móvil en Kgs de Asado

Lo cierto es que no hay nada que festejar. Las patronales del sector mantienen sus privilegios a pesar de las restricciones oficiales. Es una industria concentrada en pocas manos. Según un informe del año 2018 del Ministerio de Economía, en las cabañas, cría, recría e invernada existían 205 mil establecimientos, pero sólo el 5 % de los establecimientos concentraban el 40 % de las cabezas. En la etapa industrial, los diez primeros frigoríficos concentraban el 20 % de la faena.

Hay una mayor concentración en la exportación. El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) agrupa a las principales empresas. Las principales firmas son Compañía Bernal, Coto, JBS, Swift, Ecocarnes, Grupo Beltrán, American Meet Company, Frigoríficos Rioplatense, Carne Hereford S.A., Arrebeef, entre otras.

Los controles oficiales generaron una leve baja coyuntural en los precios de la carne, pero se mantienen aún en niveles elevados. Eso ocurre porque mantienen sin cambios el poder estructural de los ganaderos, de los frigoríficos y los exportadores. Por eso son necesarios comités donde participen los trabajadores de las empresas frigoríficas junto con los consumidores populares para un verdadero control de precios para evitar las maniobras de los empresarios que remarcan, junto a otras medidas como el monopolio estatal del comercio exterior y poner en discusión la expropiación de los grandes terratenientes y su hacienda.