La oposición bonaerense se sumó a la presión que el presidente de YPF, Horacio Marín, ejerció sobre el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, para que adhiera al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) como condición para instalar en Bahía Blanca la planta de Gas Natural Licuado (GNL), un negocio que podría dejar más de 40 mil millones de dólares.
Se trata de la gigantesca planta de licuefacción que permitirá exportar el gas de Vaca Muerta a otros países y que generaría más de 16 mil empleos, pero que la petrolera amenaza con llevarse a Río Negro si Buenos Aires no se incorpora al régimen de incentivo que se discute en el Congreso.
Tras la advertencia de Marín, el interbloque que conforman en la Legislatura bonaerense La Libertad Avanza y Pro-Libertad presentaron un proyecto “para que la cámara declare la imperiosa necesidad de que el Poder Ejecutivo Provincial adhiera al RIGI”, según explicó el diputado libertario Agustín Romo en su cuenta de Twitter. “En medio del peor contexto socioeconómico de la historia de la provincia de Buenos Aires, generar trabajo es fundamental para bajar la pobreza”, concluyó. El texto lleva la firma de los 11 representantes de ambas bancadas.
La presión opositora a Axel Kicillof
En el Senado, en tanto, el bloque La Libertad Avanza (que no es el que tiene línea directa con la Casa Rosada) también presionó al gobernador en ese sentido. “Como venimos señalando, el desarrollo de la planta de GNL en la Provincia de BS AS debe ser una política de Estado para potenciar el desarrollo productivo de la región y beneficiar a miles de familias bonaerenses”, explicaron desde el sector.
Es el espacio legislativo que viene insistiendo con la importancia de que esta mega obra se instale en la zona portuaria bahiense. De hecho, hace un par de semanas mantuvieron un encuentro con el intendente peronista de Bahía Blanca, Federico Susbielles, para apoyar la iniciativa.
El mismo camino sigue el radicalismo bonaerense, protagonista de uno de los encuentros que se dio hace 15 días en la Legislatura, en el que casi todos los bloques manifestaron su intención de que la obra se emplace en el sur de la provincia, que disputa el negocio con el puerto de Punta Colorada, en Río Negro.
La pelea entre Bahía Blanca y Río Negro
Como contó Letra P, Bahía Blanca le saca varios cuerpos de ventaja a la provincia del sur en función de condiciones climáticas, accesibilidad, operatoria y logística para un mega proyecto como el que se discute. No obstante, Marín reveló que desde YPF enviaron una carta oficial a los gobernadores Kicillof y Alberto Weretilneck con tres puntos de incentivos económicos y cuatro de ayudas en permisos.
En la misiva les pidieron adherir al RIGI, el esquema de flexibilización impositiva, aduanera y cambiaria para que a las compañías que inviertan más de US$ 200 millones en el país se les garantice «estabilidad fiscal durante 30 años». En la Legislatura bonaerense, todos los bloques de ambas cámaras firmaron el respaldo a Bahía Blanca, a excepción de La Libertad Avanza, que ahora presentó el proyecto.
Hace dos semanas, Kicillof firmó un decreto para declarar de interés provincial la propuesta presentada por las empresas petroleras, que incluye la instalación de la planta de licuefacción de gas, la infraestructura necesaria para su concreción y los estudios técnicos vinculados a la explotación del gas natural licuado en Argentina.
FUENTE: LETRA P
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