ESCRITO PARA LEER –
Por Alejandro Olmos Gaona (historiador, autor de la Deuda Odiosa) /
Un buen amigo Juan C. Serqueiros me pidió que aclarara algunos puntos relacionados con la aceptación de la deuda por parte del Congreso de la Nación, y creo que es pertinente hacerlo, porque la hipócrita dirigencia política mayoritaria no se hace cargo de ello, yendo a los medios a despotricar, disimulando lo que votaron en su momento.
Como lo digo siempre, la deuda de estos últimos tres años y medio es deuda contraída por la mayor parte de la dirigencia política con representación parlamentaria. No es solo deuda de Macri, como equivocadamente se critica, y no lo es porque el oficialismo no ha tenido mayoría en el Congreso para imponer sus políticas, sino que ha tenido claramente la complacencia de la oposición para algunas cuestiones fundamentales, aunque muchos se hagan los distraídos.
Toda la deuda externa emitida por el gobierno, en pesos y en dólares, tiene su fundamento en las distintas leyes de presupuesto aprobadas por el Congreso Nacional. No es que el Congreso aceptó un hecho consumado, sino que autorizó al gobierno a endeudarse en la forma que lo hizo.
Ese endeudamiento comenzó con el primer proyecto de ley para pagarle a los buitres en el año 2017, votado favorablemente por la coalición CAMBIEMOS, el peronismo federal, el PJ, muchos legisladores del Frente para la Victoria y de partidos provinciales y esto con algunos pocos cambios siguió hasta ahora.
En la deuda con el FMI, si bien esta obligación no pasó por el Congreso, ya que el art. 60 de la Ley de Administración Financiera (24.256), autoriza al Poder Ejecutivo a contraer deuda con organismos multilaterales sin necesidad de la aprobación parlamentaria, implícitamente también contó con el apoyo de la mayoría de ambas Cámaras, inclusive contando con un nutrido grupo de diputados de La Cámpora.
Digo esto, en razón de que esa Ley que es del año 1992, fue ratificada en cuanto a su validez y vigencia en el año 2014 cuando el Senado de la Nación con el voto afirmativo de 41 senadores (la mayoria del FPV) votó afirmativamente la misma junto con un enorme conjunto de ellas, entre las que había provenientes de la dictadura militar, como la que autoriza al Presidente a vender bienes del Estado. El miembro informante fue Aníbal Fernández.
En diciembre del 2013 en la Cámara de Diputados, la mayoría del FPV, junto con algunos aliados las había aprobado por 168 votos a favor. Irónicamente en ambos casos se opusieron el PRO y la UCR.
Sería bueno que la mediocre e inculta dirigencia que tenemos se haga cargo alguna vez de cosas que han hecho, y que pretenden disimular con verborrágicos discursos. Lamentablemente para ellos, siempre los archivos los ponen en evidencia. Debo aclarar que prepare varios proyectos para cambiar normas de la ley 24.156 en la Cámara de Diputados y en el Senado y nunca los trataron. Y tampoco ningún legislador de la oposición le intereso acompañar el proyecto.
NOS SIGUEN ENDEUDANDO
Nada debería asombrarnos de este gobiernos de Ceos y mandatarios de los que manejan el sistema financiero, sin embargo el crecimiento de la deuda, está excediendo todos los parámetros previstos, y aunque se tarda en dar a conocer las cifras, cuando estas se exhiben muestran una situación extremadamente grave que, como lo anuncié hace dos años, nos llevará a un nuevo default, nuevas refinanciaciones, acumulación de intereses,y nuevos sometimientos de esta claudicante Argentina.
Al 30 de septiembre del 2018, la deuda pública era de 307.656 millones de dólares. Tres meses después, al 30 de diciembre, según datos publicados hoy, la deuda subió a 345.384 millones. Hay 2805 millones de dólares en manos de los fondos buitres que siguen litigando contra el país.
La deuda emitida en el 2018 llegó a 131.271 millones de dólares,que sirvieron para pagar deudas por 75.397, existiendo un saldo neto de endeudamiento de 55.873, que por ajustes de valuación quedó en 51.833 millones.
En la deuda se han incluido solamente 28.031 millones de la deuda con el FMI, faltan incluir otros 28.000. millones.
Con excepción del préstamo celebrado con el FMI, DEBO ACLARAR, que toda la emisión de deuda ha sido autorizada por el Congreso de la Nación, es decir por la mayor parte de la dirigencia política, aún de los que quieren sustituir a este gobierno, pero que en estos tremas coinciden con él.
Hasta aquí lo publicado, hoy utilizando el eufemismo reperfilar, la realidad, es que la deuda no se puede pagar como estaba previsto, y menos ante lo que pasa en el sector cambiario. Hace dos años hablé de default, y en marzo de este año como verán lo volví a repetir, aunque no soy economista y si historiador y conozco de sobra todo lo ocurrido siempre con estas políticas. Hoy se acaban de emitir letras en pesos por 70.000 millones , y letras en dólares por 500 millones con vencimiento dentro de dos meses, que ignoro si serán colocadas, pero muestra lo errático de la actual conducción. A la debilidad del gobierno se suma la falta de credibilidad de los llamados «mercados» en todo lo que haga, y las medidas del gobierno anunciadas, como algunas de las expresadas por Nielsen, vocero de Fernández, muestran, que si la oposición gana, mejorarán algunas cosas, pero todo seguirá igual.
Simón Rodriguez decía: «O inventamos o erramos». Aquí ni los unos ni los otros quieren inventar sino hacer lo mismo de siempre.
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