El ajuste sobre los jubilados se ha convertido en una constante de todos los gobiernos capitalistas, sean macristas, kirchneristas o “libertarios”, llevando a la mayoría de los haberes previsionales a la indigencia. La reforma que ahora implementa Javier Milei por medio de DNU viene a consolidar una pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones que alcanza el 63%, condenando a los jubilados de la mínima a una cuasi política asistencia de bajo costo.
Los haberes jubilatorios dependientes de la Anses, que sumadas las pensiones ascienden a un total de 7,4 millones de personas alcanzadas, son un objetivo predilecto de los gobiernos capitalistas en sus políticas de recortes: con diversas fórmulas de actualización, devaluaciones e inflación vienen licuando los haberes previsionales año tras año. De Macri a Milei, pasando por los Fernández, se robaron la mitad de las jubilaciones cada uno con su fórmula, condenando a millones de jubilados a la miseria y el hambre.
El gobierno nacional acaba de anunciar el cambio de la fórmula de actualización por un sistema de indexación con la inflación el Índice de Precios al Consumidor (con un retraso de dos meses) con una transición que no hace más que consolidar y cristalizar el ajuste precedente.
De Macri a Alberto y de Alberto a Milei
Cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri en diciembre del 2015 la jubilación mínima –que percibe más del 60% de los jubilados- se encontraba en $4.299. Cuando Macri culminó su mandato esta cifra ascendía a $14.067. En el medio, en diciembre del 2017, el macrismo, con el aval del peronismo y la oposición en las calles de los trabajadores y la izquierda, sancionó una reforma jubilatoria para perjudicar aún más a los jubilados.
Previo a la reforma, la fórmula de actualización existente desde el 2008 aplicaba dos actualizaciones automáticas al año (marzo y septiembre) tomando en cuenta recaudación y salarios. Desde la reforma del 2017, la nueva fórmula contemplaba aumentos trimestrales en función de la inflación (70%) y los salarios (30%) tomando a consideración un retraso de seis meses para el cómputo de los porcentajes señalados.
La caída del poder adquisitivo de la jubilación mínima totalizó alrededor de un 20% durante todo el macrismo, con un acentuado 14% desde la implementación de la nueva fórmula confiscatoria. Dando pie a un retroceso que no volvería a recuperarse.
Milei viene a consolidar la miseria
El reciente decreto de Milei que establece la salida de la fórmula de Alberto y las actualizaciones mensuales por IPC a partir de julio establece un método de consolidación del ajuste precedente, partiendo del 12,5% de “recomposición” que ni se acerca a cubrir los daños ocasionados por la devaluación y disparada de los precios de diciembre y meses subsiguientes.
Otro disparador de la crisis es la incertidumbre respecto a los bonos (actualmente en $70.000). El gobierno acaba de comprometerse de palabra a eliminar el tope que reducía en la práctica la percepción de los mismos, pero no le ha dado ningún lugar en la actualización previsional, ni los ha incorporado a los haberes jubilatorios. Es decir que, salvo disposición en contrario, esos recursos serán recortados.
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