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MANIFESTACIÓN DEL RECTOR DE LA UNM –

El presupuesto 2024 para las universidades nacionales es el más bajo desde que se tiene registro, según un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Hablan los rectores de las universidades nacionales de Moreno, del Comahue y de Villa María y el vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Mañana habrá una movilización a Plaza de Mayo.

A medida que pase el tiempo y el gobierno no cambie su planteo sobre el financiamiento de la Universidad, estaremos obligados a seguir tomando medidas de ajuste cada vez mayores”, señala el rector de la UNM, Hugo Andrade.

El estudio de la ong resalta que la ejecución presupuestaria del primer trimestre refleja una reducción del 34% frente al mismo período de 2023 en los fondos para las universidades públicas argentinas.  En ese sentido, ACIJ advierte que “de no haber modificaciones que amplíen los montos disponibles, este será el presupuesto universitario más bajo desde 1997, año a partir del cual se cuenta con datos del programa”.

Hugo Andrade, rector de la Universidad Nacional de Moreno (UNM) explica que esto es un retroceso en la evolución del presupuesto universitario. “En los años ‘90 ha sido el momento más crítico del presupuesto universitario, que rondaba medio punto del PBI, pero desde el 2003 en adelante hubo una recomposición progresiva del presupuesto universitario hasta rondar el equivalente al 1% del PBI”, dice.

Frente a este escenario, las autoridades de las universidades públicas del país han sostenido que esta decisión por parte del gobierno no es un ajuste sino es un “ahogamiento” para las casas de estudio. “Estamos recibiendo un presupuesto para gastos de funcionamiento que es un tercio de lo que se necesita para subsistir. Con lo cual, lo que hay es un intento de asfixia muy claro”, explica Diego de Charras, vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Desde las diferentes universidades nacionales han tomado distintas medidas para poder afrontar esta emergencia presupuestaria: mantener las luces apagadas, no utilizar los ascensores, recortar becas y reprogramar materias que necesitan insumos para su práctica, entre otras.

“Debimos sacrificar varias actividades de las carreras de Geología, Gestión Ambiental y las tecnicaturas. Hemos tenido que reprogramar todo lo que incluye insumos para laboratorios. La Universidad Nacional del Comahue  es muy grande, por lo que hay que replantearnos las carreras donde las prácticas se nos dificultan”, afirma Beatriz Gentile, rectora de dicha casa de estudios, y agrega: “Nosotros aspiramos a que se reviertan estas cuestiones. Queremos evitar cerrar las carreras, no queremos naturalizar este ajuste. Deseamos que los estudiantes puedan concluir con sus estudios”.

En el caso de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), además de reducir las posibilidades de acceso a becas propias que otorgaba la Universidad para deporte universitario, entre otras, han tenido cambios en el comedor. “El año pasado se ofrecía un menú a un precio muy conveniente porque es un modelo de campo universitario donde los chicos y chicas pasan buena parte del día y acceden a un almuerzo razonable. Era muy significativo y hoy tuvimos que ponerle un precio de mercado”, comenta Luis Negretti, rector de la UNVM.

En lo que respecta a la UNM, al estar en pleno crecimiento y con varios proyectos en desarrollo, esta emergencia presupuestaria paraliza proyectos y pone en crisis el funcionamiento de la Universidad. “A los ajustes de gastos que debemos hacer para poder seguir funcionando, se suma que los salarios han venido disminuyendo en esta gestión y eso repercute en la calidad de vida de los trabajadores y en las decisiones individuales de ejercer la docencia en otras localidades, porque la mayoría de los docentes de esta universidad son de afuera de Moreno, y como los costos de transporte también se han incrementado, los afectan. Así que esta combinación es destructiva”, explica Andrade.

Con este contexto, pensando en los meses que se avecinan Negretti comenta: “Estamos muy pero muy lejos de lo mínimo para poder seguir subsistiendo y tener las puertas abiertas. Por lo tanto, para el segundo semestre estamos en una situación de absoluta incertidumbre”. Andrade, por su parte, agrega: “A medida que pase el tiempo y el gobierno no cambie su planteo sobre el financiamiento de la Universidad, estaremos obligados a seguir tomando medidas de ajuste cada vez mayores para poder calzar ingresos con gastos”.

De cara a la marcha universitaria de mañana

Ante ese panorama, la comunidad universitaria y distintas organizaciones se unirán en una marcha masiva que mañana unirá el Congreso con Plaza de Mayo, en reclamo por la situación que afrenta el sector. “No es solo una crisis coyuntural  sino que se está afectando al sistema universitario científico al desfinanciar a las universidades como también a las entidades de producción de conocimiento científico. Hay un ataque a la validación que tiene la universidad pública para nuestra sociedad”, denuncia Gentile.

En tanto, concluye de Charras: “Mañana la comunidad universitaria y la sociedad le van a demostrar al gobierno que la universidad pública es la herramienta más importante que tiene la sociedad argentina para la movilidad social ascendente y que con eso no se juega. No se puede destruir la universidad pública que es ejemplo en América Latina”.