LA ESCUELA, LA EDUCACIÓN, LA JERARQUÍA Y LA REFLEXIÓN URGENTE –
A once días que se cumplan tres meses de las muertes de Sandra y Rubén, por la explosión en la Escuela pública Nº 49, quedan marchas, acampes, comités, comisiones, reuniones y, con todo ello, la aprobación de «asegurabilidad» en los establecimientos educativos. Mientras la Provincia de Buenos Aires reafirmará la continuidad de la intervención del Consejo Escolar de Moreno, la Municipalidad que conduce Walter Festa se muestra muy activa con reuniones de padres, madres y directivos. Repasar los hechos o bucear en los archivos no es material productivo. Más apropiado resulta considerar las «debilidades» y las fortalezas que «estuvieron y están en los territorios barriales».
Leonor Rodríguez, ex directora de la Primaria Nº 56 (barrio Satélite), señala con autoridad y respeto: «Hay un tejido de debilidades, y creo que una es hacer que las luchas se hacen entre todos para que las conquistas sean de algunos. Desde el pasado 2 de agosto parece que se presenta el actor padre – madre – familia, cuando en verdad siempre estuvo, pero si tiene una relevancia, una presencia y una fidelidad a lo que se exige. Creo que junto a estudiantes de escuela secundaria, es el actor con más presencia real y contundente en el tiempo que llevamos de esta crisis».
Otro eje de revisión es aquel que, con gran sorpresa, emerge sólido y decidido: los directivos autoconvocados. En ello está el sentido de la jerarquía y la función que ésta tuvo y tiene hoy: «Tal vez algunos, no todos, en este momento de la lucha, aquellos que releen porque otros lo hacen por ellos, les resulta difícil sostener lecturas que no hacen. No estoy poniéndome en contra de quienes fueron mis compañeros hasta agosto de 2017, sino que lo que expreso está referido a que las presiones, a algunos, los transforman. Cuando una escuela se pretende abrir sin tener en cuenta que se consensuaron, se acordaron en asamblea los 12 puntos que vienen desde el año 2011, que se demostró que son aplicables hoy, no pueden esperar o trasladar a los padres y madres la decisión de abrir o no las escuelas».
Leonor en su carrera docente, fue durante dos décadas una figura central del equipo directivo de la Escuela Nº 56. Su expresión respecto a lo que «representa el poder jerárquico» tiene hoy una actualización evidente en plena crisis: «Me costó muchísimo entender que los padres son mis pares y que la autoridad es una construcción, que las puertas de una escuela no son giratorias y cuando se abren es en serio. La crisis que estamos viviendo hizo que la puerta se abra para que ingrese con autoridad un actor en serio como lo son padres, madres y familia. Pero el poder asusta cuando hay que compartir, entonces como directivos puede que no se vea que el compartir no achica el poder sino lo agranda. Las instituciones no son territorios privados de ningún director, ni de ninguna comunidad en especial y de ninguna comisión en especial».
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