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MENSAJES Y ATAQUES DIRECTOS A DOCENTES DEL CEC Nº 801 –

La olla popular es resultado y producto de dos factores inocultables: los riesgos edilicios y el hambre.  Es la relación de la institución educativa con la comunidad la que construye una manera de enseñar y aprender en la crisis. Las famélicas viandas que envía la Provincia de Buenos Aires no sólo son insuficientes sino que resultan una bofetada a las necesidades que tienen niños y niñas que concurren al Centro Educativo Complementario N° 801 que se encuentra en Villa Anita. El funcionamiento de ese espacio tiene una característica bien definida: allí concurren los alumnos /as que cursan en una escuela de origen y en el contra turno llegan al CEC. Es algo semejante a una escuela de doble jornada pero asisten alumnos de jardín, nivel primario y secundario. “Todos almuerzan, meriendan y desayunan” explica Mary Fuentes, Vicedirectora del CEC N° 801.

La inspección que realiza la Dirección de Infraestructura provincial, luego de las muertes de Sandra y Rubén, puso en evidencia las pérdidas de gas en el CEC N° 801: «Recibíamos los sándwich que manda el Consejo Escolar, una feta de jamón y otra de queso, más unas frutas y galletitas. Eso no es suficiente, por lo tanto con lo poco que nos quedaba armamos una olla popular. La llamamos así porque realmente la mantenemos con las donaciones, tanto de comerciantes como lo que ponemos nosotros. No es algo que provee el Estado sino que la hacemos para darle de comer a nuestros alumnos y a quienes se acercan. Al tener el gas cortado nosotros hacemos la olla en la calle, cocinamos con garrafa y no podemos ponerla adentro de la escuela. Es algo que vamos aprendiendo sobre la marcha«, describe la Vicedirectora Mary Fuentes.

AUDIO 1 FUENTES

 

Luego de explicar las razones, las causas y el aprendizaje, Fuentes señala los hechos, amenazas telefónicas, una nota directa y el ataque a los automóviles de los docentes: «Registramos una serie de coches que no conocemos y que pasaban despacito mirando para la escuela. Pero el viernes pasa un vehículo, se baja un hombre que dijo ser el tío de un alumno, algo muy llamativo porque hablaba por teléfono y sacaba fotos. Eso nos generó incomodidad y curiosidad. En ese momento había nenes que hacían actividad en la plaza. En ese interín recibimos un mensaje telefónico en la escuela donde nos dicen si no la cortan con la olla son boleta. Por supuesto que comunicamos la situación, se acercan nuestros inspectores y hacemos la denuncia a la comisaría, donde nos atienden muy bien. Pasó el fin de semana bastante bien, aunque seguimos recibiendo llamadas al teléfono de la institución. Sólo eran largos silencios y cortaban. No obstante, hoy (por el día de ayer) después de dar de comer, recibimos un papel debajo de la puerta, un papel impreso en computadora con el mensaje siguen ustedes. Salimos y una de las chicas registra que su coche había quedado lejos de la escuela. Cuando se acerca ve que el vehículo estaba todo rayado, algo que se repitió en todos los coches de las y los trabajadores de la escuela. Ahí comprendimos el mensaje de siguen ustedes, porque lo primero fueron los autos. Llamamos a la policía y se siguieron otros pasos legales».

AUDIO 2 FUENTES

 

Fuentes, Vicedirectora del CEC Nº 801, descarta que las amenazas y ataques provengan de alguien de la comunidad o el barrio:

¿Sostienen la olla popular?

Sí, por supuesto que continuamos porque no es algo que hacemos para llevarle la contra a nadie sino que es seguir atendiendo la continuidad pedagógica, y el servicio de comedor está dentro de la oferta pedagógica. Es un momento pedagógico para nosotros porque se trabajan un montón de cosas, porque los docentes se sientan y comen lo mismo que sus alumnos. Hay un intercambio de familias, de cosas en común que se van perdiendo. Es un espacio de encuentro.

AUDIO 3 FUENTES