Mañana miércoles 20, a las 13 horas, cuando se cumplen once años del asesinato de Mariano Ferreyra, Política Obrera -Tendencia del Partido Obrero- convoca a un acto en la Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda). Estará presente la militancia de la Tendencia, amigos y compañeros y de Mariano, y delegaciones de organizaciones obreras, piqueteras y de la oposición antiburocrática de los sindicatos ferroviarios.
Mariano Ferreyra fue asesinado por una banda que actuó bajo las órdenes de Pedraza y la cúpula de la Unión Ferroviaria, para amedrentar la enorme lucha de los trabajadores tercerizados que tenía lugar en esas horas. Para llevar adelante su cometido, Pedraza se valió de la complicidad de la policía Federal -que liberó la zona del atentado- y del propio poder político de entonces. Aníbal Fernández, siendo ministro de Seguridad del gobierno de Cristina Kirchner, calificó a la actuación de la Federal en Barracas como “impecable”. Aunque la movilización popular arrancó la condena de Pedraza y sus esbirros, la justicia del régimen absolvió a esas responsabilidades políticas.
La evocación del crimen de Mariano y de la lucha por el castigo a los asesinos tiene lugar en un momento muy preciso. Hace pocas horas, el gobierno de los Fernández ha ratificado su compromiso de hierro con la burocracia de los sindicatos, en este caso, para hacer pasar la agenda del acuerdo con el FMI con todas sus consecuencias antiobreras. Con el mismo propósito, el propio Aníbal Fernández ha retornado al primer plano del gabinete nacional.
Reivindicar a Mariano es reivindicar la lucha de la clase obrera y la juventud explotada por su independencia política y contra la cooptación de los agentes del Estado y el capital.
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