A 22 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón, lo que también se conoce como la Masacre de Avellaneda, organizaciones sociales, políticas, piqueteras, de derechos humanos y familiares y amigos de Maxi y Darío montaron una vigilia en el puente que incluyó música en vivo, intervenciones culturales, mesas gráficas, muraleadas, olla popular, paneles, una asamblea transfeminista y una transmisión en vivo de medios alternativos.
“Los asesinatos de Darío y Maxi no fueron ningún exceso represivo, sino una orden política del gobierno para sacar al movimiento piquetero de las calles que es algo que también intentan hoy persiguiendo a los compañeros” sostuvo Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
Mientras el gobierno de Milei recrudece la represión y la persecución contra los sectores que luchan, algo transversal a todos los gobiernos, la memoria de Darío y Maxi trae un mensaje fundamental para el presente: la necesidad de reforzar la organización contra las políticas de ajuste que hoy sumergen a más de la mitad de la población en la pobreza y en defensa de las libertades democráticas.
MÁS HISTORIAS
Bien curioso, ¿qué pasó con Pagos360? ¿Cómo funciona ePagos?
Reelección indefinida Pa’ que Viva la Casta
El Municipio desplegó un operativo integral para asistir a las familias afectadas por el fuerte temporal