Entrevista a Alicia Jrapko, editora de Resumen Latinoamericano en EE.UU. Por Carlos Aznárez. / Fuente: Resumen Latinoamericano.- Las elecciones de Estados Unidos siguen dando que hablar, ya que Donald Trump no deja de advertir que él no acepta la victoria de Joe Biden, y de hecho trata de poner palos en la rueda a cualquier idea de traspasar el gobierno en enero de 2021. Por su parte, Biden se prepara a gobernar, y la calle sigue agitada por los manifestantes. De allí que se hacía necesario conversar, para tener una mayor aproximación a lo que ocurre, con la editora de Resumen Latinoamericano en Estados Unidos y también integrante de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, Alicia Jrapko.

–Hay un tema que obviamente es el más urticante, y pasa por saber hasta cuando Trump seguirá sin aceptar el veredicto de las urnas. ¿Qué es lo que crees que puede pasar a partir de ahora?
-Honestamente no creo que vaya a pasar absolutamente nada, porque lo que Trump alude para no reconocer que perdió, no tiene fundamento. Él no muestra pruebas de irregularidades, él dice que hubo fraude. Porque como él no ganó, hubo fraude. Pero no hay realmente pruebas ciertas de ello. Dudo realmente que pueda hacer algo. Imagino que irán arrastrándolo de la Casa Blanca para que salga de su puesto porque realmente no quiere. No tiene forma de comprobar que hubo fraude.
–Trump dice que uno de los puntos fundamentales del «fraude» que denuncia, es el tema del voto por correo. ¿Tiene dónde hacer pie en ese sentido?
-No, porque el voto por correo existió siempre. De hecho él mismo reconoció que ha votado por correo en muchas oportunidades. El voto por correo es válido y sobre todo con estos momentos con el coronavirus, mucha gente votó por correo porque no quiere ir a los lugares donde se vota para no estar en contacto con otra gente. O sea, ese no es un fundamento
–Es provocadora esa idea que anuncia de relanzar mitines y seguir como si estuviera en campaña. Por otro lado se vieron algunas fotos de supremacistas armados, en la calle, como se acostumbra en Estados Unidos. Tratando de portar armar como un hecho natural, diciendo que no van a tolerar que le roben la elección. ¿No ves un peligro en esas actitudes?
-El peligro es que salgan los grupos paramilitares, los grupos de Trump, los supremacistas blancos, que como bien decís, están armados hasta los dientes. Acá en muchos estados es legal portar armar y llevar puestas armas en los pantalones. Está permitido. Ese es el peligro más grande. Pero hasta ahora no hemos visto que haya habido reacción. Porque al no tener argumentos, lo único que les queda es la violencia de los grupos que lo apoyan, pero realmente no hemos visto que hayan salido a la calle. De hecho, creo que lo están abandonando. Porque han pasado varios días y no tiene ningún sentido lo que está diciendo Trump. Ningún presidente jamás ha dicho “yo no me voy”. O sea, si tiene argumentos legales pueden pelearla, pero si no tiene nada, no hay posibilidades.
–Vamos a hablar de quien ganó la elección, Joe Biden. Se ha dado el hecho que se alzara con votos de los propios bunkers de Trump. ¿Cómo estás analizando lo que puede significar la llegada de Biden?
-Estas elecciones de Estados Unidos han sido un referéndum contra Trump. El día que se anunció que Biden había ganado, la gente estaba muy contenta y salió a la calle. Nosotros mismos en el barrio, la gente pasaba en bicicleta o en camiones, levantando los puños, celebrando el triunfo, pero más que nada, la derrota de Trump. Biden tiene 4 millones de votos más que Trump y por otra parte es cierto que Trump sacó muchos votos. Nosotros pensamos que estas elecciones fueron un referéndum al trabajo que hizo Trump, al miedo que la gente tiene sobre el virus, sobre al economía, de todas estas cosas por las cuales la gente salió masivamente a votar. Nunca hubo antes un candidato con tantos votos como Biden. Ahora bien, en lo personal no tengo grandes expectativas, no nos hacemos ninguna ilusión. El sistema va a seguir como es, no va cambiar, pero va a haber un pequeño respiro, incluso hoy mismo Biden anunció unas medidas que son positivas. Por ejemplo, el regreso a la ONU, al Acuerdo de Paris por el Cambio Climático, el darle luz verde a la exigencia de los dreamers. Estos son los jóvenes norteamericanos que han vivido toda la vida en el país y no conocen otro país y sin embargo sus padres son de otros países y no les querían dar la residencia permanente. Parece ser que a ellos si se las van a dar. Entonces, hay varios factores que indican que regresamos a la época de Obama, un poquito. Incluso no sabemos cómo va a ser con Latinoamérica, pero probablemente con Cuba sea un poco mejor, con Venezuela seguramente no. Pero, eso viene de Obama no es culpa de Biden, porque Obama fue el que empezó todo contra Venezuela, de declararla un peligro. Entonces, no ponemos sentirnos optimistas pero a su vez que se vaya Trump ya es todo un éxito.
-¿Cómo serán las relaciones con Cuba? Todo indicaría que en La Florida un porcentaje de votos de los cubano-americanos fueron a parar a Biden.
-Tengo acá un buen gráfico de cómo votaron los latinos. De los cubanos, un 45% de los cubanos votaron por Biden y 52% por Trump pero en la florida parece ser que en Miami, no fueron mayoría los cubanos de derecha. Pienso que en Miami, en la Florida, ahí los que votaron por Biden fueron más, quiero decir que el voto cubano, los cubanos que viven ahí quieren tener una mejor relación con Cuba, quieren poder ir a visitar o enviarle dinero a sus familiares.
-¿Cómo ves que puedan ser las relaciones de Biden, con respecto a Irán?
-No nos engañemos, Biden ha tenido un programa pro guerra con Irán, con Irak, él siempre apoyó las guerras. O sea que no nos hacemos ninguna ilusión. No sabemos qué tipo de política va a tomar, ustedes saben que acá en este país, en esta supuesta democracia, todo se basa en las ganancias y en que se puede sacar provecho. No hay una política de principios, para nada. Lo único que hemos visto hasta ahora, es de cosas internas que parecería que vaya a mejorar, pero con respecto a su política exterior no sabemos. Han dado alguna indicación de que con Cuba se va a volver a la época de Obama, que la gente pueda viajar, enviar dinero a sus familiares, ese tipo de cosas. Con Venezuela tiene una actitud muy mala. Siempre que ha podido habla muy mal de Venezuela, porque también acá hubo una campaña de desinformación. La campaña fue muy fuerte para no identificarse con el comunismo ni con el socialismo. Biden representa mucho al establishment, Biden no representa a la izquierda del partido demócrata, si es que existe la izquierda dentro de ese partido. Al que nosotros veíamos con agrado era a Bernie Sanders. No es que sea realmente socialista o comunista, pero el tenía ciertas cosas que se veían como con agrado en el sector progresista de Estados Unidos, y además porque tenía un movimiento. El creó un movimiento fuerte de jóvenes. A pesar de su edad logró eso que ningún otro candidato tenia, en cambio a Biden lo eligió a dedo el partido.
-¿Cómo está la calle?, digo porque estos últimos meses realmente había ciudades de Estados Unidos que parecían Chile, la revuelta popular era importante y cuestionadora de todos, aunque luego se encausó en el voto a Biden. ¿Creés que las movilizaciones cuestionadoras y de exigencia han de continuar?
-Creo que si, que va a haber gente cuestionado y exigiendo en la calles. De hecho se ven en estos días muchas manifestaciones. Pero pienso que son porque Trump se va, y no porque se exijan cosas. Hubo manifestaciones por meses y meses después de que comenzara a hablarse de la cuestión racial con mucha más apertura que en otras ocasiones. La policía asesinó a mucha gente, a muchos afroamericanos. Se empezó a cuestionar a la justicia criminal, se debate qué se puede hacer para cambiar y todo eso. Ahora se apaciguó todo un poco porque lo más importante y lo prioritario era que se vaya Trump. Ahora que comienza a irse a pesar de que se resiste, tienen que seguir las movilizaciones en la calle, creo que es importante. No se qué va a pasar cuando asuma Biden, cuando el 20 de enero inaugure el comienzo de la presidencia. Todos los años ha habido siempre grandes manifestaciones de repudio. No sabemos qué va a pasar en esta ocasión, porque si bien el sector progresista está en la calle y tiene claro que Biden no les va a solucionar el problema, por otro lado, los demócratas siempre se encargan de hacer esto mismo, de que la gente no proteste, se quede conforme con lo que ya ha pasado como si fuera el triunfo. Sugieren algo así como “ahora que tenemos un demócrata las cosas van a cambiar», pero nosotros sabemos que eso no va a pasar.
-En lo que hace a la situación social, a la economía del día a día de la gente se nota un retroceso grande en los sectores populares.
-Hay muchos problemas internos, hay miles y miles de personas que viven con el seguro de desempleo, por ejemplo. Ese seguro de desempleo es algo que la misma gente paga, pero realmente la gente, al no trabajar, no tiene dinero. Hay muchísimos nuevos pedidos de seguro de desempleo. Hay hambre, hay falta de vivienda. No muy lejos de donde nosotros vivimos hay gente viviendo debajo de una autopista. Hay lugares donde gente solidaria deja comida para los que no tienen. Pero la falta de vivienda es un problema muy grande ¿cómo es posible que haya familias enteras durmiendo en carpas? hay miles por otro lado, de edificios vacíos que la gente podría usar. Los que tienen los edificios los van a guardar para cuando haya una mejor situación, pero la situación económica está muy difícil, muy complicada. Eso fue el problema de Trump, que prometía mejoras en salarios pero no lo pudo hacer tampoco por el virus. Él tuvo una mala política para lidiar con el virus porque si hubiese actuado de manera más responsable se hubiese mejorado la economía.
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