RECLAMO COLECTIVO.-
Desde el 11 de marzo, Tehuel De La Torre, está desaparecido. Luego de cinco allanamientos, dos detenciones y una serie de rastrillajes, la carátula de la causa aún señala “averiguación de paradero”. A un mes del último día que vieron al joven trans, se está realizando una concentración en Plaza de Mayo y en varias plazas de todo el país, exigiendo la aparición con vida y señalando que el Estado es responsable.
El 11 de marzo, Tehuel, salió de su casa a una entrevista de trabajo y no volvió. La información que tenía su familia es que se encontraría en San Vicente, Alejandro Korn en la provincia de Buenos Aires. Luis Alberto Ramos, fue quién le había ofrecido trabajo como mozo en un evento, días después en su casa se encontraron restos del celular y ropa del joven trans.
La investigación judicial se inició después de la denuncia, que fue presentada el 14 de marzo en la comisaría primera de San Vicente en la provincia de Buenos Aires. Fue la novia de Tehuel quién denunció su desaparición al ver que no volvía a su casa ni respondía a sus llamadas. La causa está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de San Vicente.
En las primeras declaraciones Ramos negó, como testigo, haber visto a Tehuel. Luego en su celular apareció una foto donde se lo ve junto a Tehuel y a Oscar Alfredo Montes, en la casa de éste último. Mediante a la geolocalización de los teléfonos se supo que Tehuel llegó a las 19 a la reunión con Ramos. Desde la 19:45 de ese día hasta las 0:30 del día siguiente el celular de Tehuel emitió señales en la zona donde vive Ramos, quien fue detenido por falso testimonio junto a Montes. Hasta la fecha ambos se niegan a declarar.
La UFI a cargo de la causa realizó cinco allanamientos. A partir de los ellos se identificó la presencia de Tehuel en las viviendas de las dos personas detenidas. Aún están pendientes los resultados de las pericias, de las que se puede desprender información crucial.
NO ES UNA SITUACIÓN AISLADA SINO REFLEJO DE UNA EXCLUSION ESTRUCTURAL
La desaparición del Tehuel, tuvo difusión en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales a partir del activismo que lo instaló en agenda. Es importante señalar que no es un caso aislado, sino que expresa una base de desigualdades estructurales de una sociedad regida por parámetros heterocispatriarcales. Donde las personas trans deben atravesar la exclusión de las familias sanguíneas, luego la de las instituciones educativas que generan una “exclusión estructural al universo del trabajo formal”.
En diálogo con Desalambrar, Ese Montenegro, activista, docente, autor del libro “Desandar el cisexismo» y una de las personas que se puso al hombro la campaña para buscar a Tehuel, remarcó por qué la desaparición de Tehuel no es una situación aislada para nuestra comunidad, trava, trans y no binaries; “Entendemos que la desaparición de Tehuel no es una situación aislada porque es el resultado de una sumatoria de opresiones que suceden y que generalmente son invisibilizadas. Por ejemplo que Tehuel haya salido a buscar trabajo o a trabajar -porque es algo que no está claro si ya estaba trabajando o no-, por eso…, que lo hayan desaparecido en un contexto de un trabajo precario, no registrado o informal, da cuenta de una exclusión estructural que nuestra comunidad tiene para el acceso al trabajo formal.
Entonces su desaparición es un resultado de causas como la falta de trabajo, la falta de acceso a la educación; muchas personas travestis y trans cuando transicionan terminan expulsadxs de sus comunidades educativas y esa expulsión muchas veces no es explícita. Tiene que ver más con hechos cotidianos, de unx niñx que va a la escuela y no le respetan su pronombre o le obligan a hacer educación física desde una perspectiva biologicista de su cuerpo, es decir por miradas que organizan los cuerpos de las personas desde la genitalidad , perdiendo de vista la subjetividad.
También otra causa estructural y que produce las condiciones de la desaparición es que a muchxs de nosotrxs cuando transicionamos se nos expulsa de nuestros hogares, familiares, precisamente por nuestra identidad de género. Sumado el no acceso a la salud. Es decir se puede leer como algo aislado la desaparición de Tehuel, pero para reparar la situación que produce las condiciones para que desaparezcan personas trans, travestis y no binaries , tenemos que empezar a pensar cuáles son esas estructuras patriarcales que generan las condiciones de vida precarizadas de nuestras comunidades. Ahí sí hay que empezar a hablar de la transfobia , el cisexismo y de la exclusión estructural”.
AUDIO 1 – Ese Montenegro
– A un mes de la desaparición de Tehuel ¿Cómo actúa la justicia con nuestras comunidades trans, travestis y no binaries?
El sistema judicial, incluidas las fuerzas de seguridad, no logran interpretar nuestras identidades, no logran entender nuestras condiciones de vida y mucho menos nuestras articulaciones vinculares o formas de representación. Las personas trans, travestis hacemos comunidad con pares, familias con pares, porque como mencioné antes, se nos expulsa de nuestras casas, de las instituciones educativas. La justicia no logra siquiera entender e interpretar esas líneas de vínculos y tampoco respetan en la mayoría de los casos la Ley de Identidad de Género. Tampoco entienden la especificidad de las violencias que viven nuestras comunidades. Para este sistema judicial somos ilegibles por una posición política, porque nos niegan ese derecho de legitimidad de ciudadanía que impide el desarrollo de nuestras vidas.
Esto no se traduce solo en lo judicial, también lo podemos ver en los medios masivos de comunicación, en los relatos que la cultura repone de nuestras vidas, incluso viviendo en un país como el nuestro donde tenemos la Ley de Identidad de Género o la Ley de Matrimonio Igualitario y la del Aborto. Una sociedad que discute bastante sobre los derechos humanos, sexuales, de todas maneras no es algo que se implemente o respete desde las instituciones que organizan la sociedad. Entonces el sistema judicial es una expresión del cisexismo, del transodio que es estructural y que está representado en toda la sociedad.
Por eso a esos representantes de la justicia les exigimos más por su lugar de funcionarios públicos que deben respetar la Ley de Identidad y hacer una lectura con una perspectiva de género ante la desaparición de una persona trans , travestis, no binarias, y hacer esa misma lectura en los crímenes de odio. Esta perspectiva a la justicia le falta mucho y se nota cuando sucede este tipo de situaciones como la que atraviesa la historia de Tehuel.
AUDIO 2- Ese Montenegro
– Entendiendo lo que mencionas ¿Debería hacerse una reforma judicial transfeminista?
Yo creo que es necesario una reforma judicial desde ya. Creo que tenemos que ser muy prudentes a la hora de la reforma judicial. No estamos diciendo reforma judicial igual a más punitivismo porque no creo que esté saldada la discusión de que privar a una persona de la libertad corrija la violencia estructural o de alguna manera genere las condiciones para que la violencia estructural no funcione.
A veces una propuesta de reforma judicial es fácilmente traducida a una mayor punibilidad y nosotrxs las comunidades travestis, trans, no binaries sabemos que esos cuerpos que están criminalizados son nuestros cuerpos. que también estamos atravezadxs por la clase, que también estamos atravezadxs por otras intersecciones. Y acá hay que hacerse una pregunta ¿quiénes están en las cárceles? Generalmente están las personas que no pueden pagarse una defensa. Entonces: ojo con emplear mal este pedido de una reforma judicial.
La reforma judicial que se pide y que se demanda es una que tenga perspectiva de géneros, en plural, que pueda leer nuestras existencias en igualdad de condiciones y derechos que las de las personas cis heterosexuales, que puedan entender nuestra vincularidad. Como nosotrxs hacemos lazo y vida en comunidades que no tienen que ver con nuestra línea sanguínea, sino con nuestras experiencias vitales, nuestras formas afectivas y que esas personas puedan tener representación por nosotrxs ante el estado y que las organizaciones puedan demandar por nuestras vidas y nuestras muertes, esas organizaciones civiles, comunidades travestis, trans, no binaries.
Cuando pensamos una reforma judicial tenemos que pensarla estructuralmente donde el eje tiene que ser la perspectiva de género, los diferentes géneros que somos pero también tiene que tener en claro las otras cosas que decía al principio, la interseccionalidad entre la clase, el acceso a la educación, el acceso a la vivienda. La interseccionalidad con la racialidad, con formar o no parte de comunidades de pueblos originarios, con un montón de especificidades. Con ser una persona discapacitada, una persona migrante. Son ejes que no pueden quedar por fuera. Porque la persona no está constituida solo sobre el género.
Entendemos que el género es una manera de organización social que distribuye privilegios y violencias pero no es la única. Entonces no es lo mismo ser un tipo trans del conurbano pobre, joven; que ser una mujer cis de clase alta educada. No estamos diciendo que uno debiese estar por sobre el otro, lo que decimos hay que leer todas las variables para que una justicia se acerque un poco más a la justicia, tiene que poder tener todas las variables a mano y no acotadas a una. Por más que insisto que los géneros son una variable que en el patriarcado se vuelve vital a la hora de hacer, articular, pensar y ejecutar políticas especialmente las relacionadas a la justicia.
AUDIO 3- Ese Montenegro
Lo que se observa en lo sucedido con Tehuel es la falta de acceso al trabajo formal ¿Cuál es la realidad cotidiana para nuestra comunidad?
En línea con lo que venía diciendo, no sé si soy la persona más adecuada para hablar de la cotidianeidad de las comunidades. Yo creo que nuestras comunidades no son homogéneas y universales. No hay una única forma de vida al interior de nuestras comunidades. Hay personas que han podido acceder a la formación, hay personas que no. Hay personas jóvenes dentro de nuestra comunidad, yo soy un varón trans de cuarenta años. Me parece que también tenemos que empezar a pensar lo etario como un eje de caracterización de algunos sectores de nuestra sociedad que hay que contemplar sin duda.
En líneas generales lo que sí podemos decir, que es lo que se ve a priori, es que pudimos acceder a la ley de Identidad de Género, pero por ahora no tiene un cumplimiento total esa ley. Tenemos muches compañerxs que se identifican por fuera del binario varón – mujer, que siguen sin poder acceder a su cambio registral. Tenemos una falta de trabajo que es estructural. Alrededor del 80 % de nuestra población no accede al trabajo formal, por eso es que seguimos reclamando la ley de cupo travestis-trans.
Tenemos una ley de Educación Sexual Integral que se aprobó muchos años antes de la Ley de Matrimonio Igualitario, de la Ley de Salud Mental, de la Ley de Identidad de Género, de la ley de aborto. Yo podría seguir enumerando leyes que son posteriores a la ley Educación Sexual Integral. Entonces tendríamos que poder revisar esos contenidos y esa ley porque no dan cuenta de la diversidad de experiencias sexoidentitarias que nos atraviesan y eso se expresa en las maneras de impartir educación. Y como sabemos toda educación es sexual y entonces nos tenemos que hacer cargo de qué se está implementando alrededor de la ESI y cómo algunas experiencias vitales quedan por fuera de ella.
El acceso a la salud también es algo que se ve muy dificultado para nuestras comunidades en líneas generales. Eso también está vinculado a la falta de trabajo. Mucha de la demanda de esas personas que no tienen trabajo recae en el sistema de salud público y sabemos que en un contexto de pandemia mundial esa recarga no va a ser bien atendida porque hay una urgencia en relación al Covid. Hay una serie de violencias que son estructurales. Tenemos la violencia epistémica que es negar el saber, la teoría y los aportes que desde los estudios trans como comunidad hemos hecho para problematizar estas cosas. Hay muchísimas cuestiones estructurales que hacen a la vida cotidiana de nuestras comunidades.
Lo que no creo y me parece importante comenzar a problematizar es que haya un universal a la experiencia de ser trava, trans, no binarie y en este territorio. No es lo mismo ser trava, trans, no binarie en CABA y con trabajo formal; a vivir en otro distrito lejano de las capitales y sin acceso al trabajo. Entonces también desalentar esa ansiedad cultural que siempre tenemos de producir universales. No hay una única forma de ser travesti, trans o no binarie. Si tenemos experiencias compartidas, pero eso no nos hace a todes iguales.
AUDIO 4 – Ese Montenegro
La difusión de la desaparición de Tehuel en los medios de comunicación y en las redes se debió exclusivamente al activismo ¿Cómo consideras que fue tratado mediáticamente?
Se pueden hacer muchas críticas que vienen de la misma línea de violencia estructural que recibe nuestra comunidad que históricamente nos han criminalizado, patologizado, justamente estos medios, no solo periodísticos, todo el tiempo recargan sobre la víctima como en el caso de Tehuel , en la responsabilidad de haber salido un domingo por la tarde a buscar un trabajo por WhatsApp que es comparable cuando se dice cuando desaparece una mujer cis género que preguntan que hacia sola en la calle a esa hora: nunca revisan la violencia estructural sino que revictimizan a la víctima.
El tratamiento muy complejo en los medios de comunicación y que además en el caso de una identidad trans como la de Tehuel, el difundir datos erróneos sobre él, su nombre anterior, imágenes anteriores a su transición, nombrarlx en femenino y una serie de violencias que circularon en los medios masivos, han dificultado sobre todo en las horas criticas es decir al comienzo de la desaparición, la circulación de la información falsa. En algún momento tenemos que encontrar las herramientas para que los medios reparen en el daño que producen al estigmatizar a las víctimas, al violar el derecho a la identidad , al patologizarnos.
Ahí se nos debe mucho y eso produce sentidos en la sociedad que sigue perjudicando a nuestras comunidades. No creo que sea esto por una falta de herramientas sino que es una decisión política de los medios de comunicación de tratar como corresponde a nuestra comunidad y a estos casos. Lo que les falta es lo que le falta a la sociedad que es “empatía y respeto” a nuestras identidades y eso se cambia con decisión política.
AUDIO 5- Ese Montenegro
¿Cuál es el rol del Estado a un mes de la desaparición de Tehuel?
Para mí hay que diferenciar al Estado como algo general. No vacío de la responsabilidad que le compete a cada sector. Ya estuvimos hablando del rol de la justicia, del rol de la educación, del rol de las fuerzas de seguridad. En todos los audios hemos ido hablando un poco de esto. Todo eso también es el Estado, también es quien produce las leyes que muchas veces se incumplen. El Estado es también quien debe tratar las leyes que nos faltan que son un montón. Y como siempre creo que ser el Estado, en el momento que te toca, es ser responsable del accionar de todas las herramientas necesarias para que este tipo de situaciones no se reproduzcan. No solo para que Tehuel aparezca con vida, que eso es lo urgente y lo necesario, sino también para que se detengan o se impidan las acciones que generan las condiciones para que existan los Tehueles. Eso también es tarea del Estado. Aunque esto se resuelva favorablemente, y mañana pudiéramos abrazarnos con Tehuel, hay una cuestión estructural de fondo y eso también es algo que el Estado tiene que reparar.
Yo en lo personal considero que hay gobiernos o gestiones que se acercan muchísimo más al diálogo con las comunidades travestis, trans, no binaries, que las hacen parte de los diseños de las políticas públicas y que tienen más diálogo con los activismos, y otros gobiernos que no.
Ahora el Estado somos todxs no importa cuál es la bandera política a la hora de accionar cuando hay una desaparición. Me parece que la responsabilidad del Estado es ineludible. Después cada unx como ciudadanx podrá evaluar en qué gobierno se sintió más acompañadx, en qué gobierno se sintió menos acompañadx. Para mí es importante empezar a separar las responsabilidades que vamos a tener siempre que vivamos en el Estado moderno antes, hoy y mañana. Y las acciones políticas que llevan las líneas políticas, propositivas o no por acción u omisión, como siempre digo, que llevan las diferentes gestiones. Me parece que son ámbitos diferentes de análisis.
Ahora nadie puede correrse del rol central que tiene el Estado para transformar esta realidad. Entonces desde ese rol de centralidad hay un rol que es ineludible y que es deseable active con la misma intensidad cuando desaparece una persona cisgénero o cuando hay una cuestión de falta de políticas públicas para las comunidades cisgénero en relación a las poblaciones travestis y trans . Por eso creo por ejemplo que es vital que podamos discutir la ley de cupo laboral travestis y trans, las leyes de reparaciones para las compañeras adultas mayores sobrevivientes, el acceso a la vivienda. Todo eso también lo tenemos que seguir discutiendo con el Estado.
La situación estructural no se resuelve con la aparición de Tehuel, que la deseamos, que la necesitamos, sino que tenemos que poder dar discusiones como sociedad que vayan a fondo para reparar un daño que es estructural y que nos acompaña desde que el mundo es mundo.
AUDIO 6 – Ese Montenegro
A un mes de la desaparición de Tehuel, se realizan distintas movilizaciones y concentraciones en todo el país para exigir su aparición con vida y señalando que el Estado es responsable, por reproducir una “exclusión estructural” para las personas trans, travestis y no binarias y porque puntualmente la Policía Bonaerense al mando del Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, comenzó recién su búsqueda el 16 de marzo. Y porque, además, familiares y amigxs del joven trans recibieron amenazas por parte de representantes de la fuerza por organizarse para que aparezca con vida.
En cada pancarta con la foto de Tehuel se le suman demandas que expresan que no es un caso aislado sino parte de una realidad que vivimos las personas que estamos fuera de la heterocisnorma que disciplina nuestros cuerpos y oprime nuestras identidades.
La lucha por Tehuel sigue en las calles y resignifica una frase escuchada cada vez que se habla de las disidencias de género y sexuales: “Lo que no se nombra no existe”, por la contundente definición política; ”Existimos, eligen no nombrarnos”. La voz colectiva ya no se calla más y grita bien fuerte: ”APARICIÓN CON VIDA DE TEHUEL”.
MÁS HISTORIAS
Reprimieron a trabajadores /as municipales en la puerta del Palacio donde manda Mariel Fernández
Otorgan libertad a uno de los asesinos de Santillán y Kosteki
Bullrich lanzó el programa «Manos a la Obra» para que los presos trabajen en la cárcel.