Espacio Publicitario

publicidad
publicidad
publicidad

ANÁLISIS DE SITUACIÓN –

Fue el gobierno que anuncia el número de «600 personas, entre jerárquicos, ñoquis y los que ingresaron al Municipio en el año 2019«, los que ya tenían lugar ni espacio en la gestión. Decisión política de alto impacto, muestra de carácter de la Intendenta.

Si hay otro tiempo y el modo de operación no tiene nada que ver con el status quo, habrá un flor que ilumine el camino de la pelea cultural y ética dentro del mismísimo campo nacional y popular que Mariel Fernández pretende dar, lo que presupone que tamaña empresa no es un relato.

Llegó el pagó de los haberes (ENERO) que no tuvo anuncio en los sitios oficiales del gobierno. Aparece la expresión de los trabajadores /as del K 41 (visualizadores), pero antes de la protesta hubo mesas técnicas donde «el Poder Ejecutivo no entrega el listado de cesanteados, despedidos, ñoquis o como cualquiera decida llamarlos».

Tampoco la Comisión que creó el propio Concejo Deliberante posee el listado de «despedidos, cesanteados, ñoquis o como cualquiera decida llamarlos», con lo que la Evaluación y Seguimiento del Personal alcanzado por el Decreto 3077 no existe. Nótese que esa estructura pensada en los y las trabajadoras alcanzadas por la medida que se presentó para poner fin a la ilegalidad de Festa y sus tres decretos, es repudiada por la mayoría de la Comisión que tiene número para, por lo menos, juntar ocho firmas y llamar a sesión extraordinaria (quórum es otra cosa). No todos están Juntos y parece que pocos quieren pelear por el Cambio (el bloque opositor tiene ocho manos, la estructura del festismo posee cuatro bancas), pero resulta increíble pensar que la respuesta ideológica del conflicto laboral deba salir de lo que se llama «macrismo».

La Intendenta puso en la arena su diseño de «trabajo municipal» que cuestiona incluso a los propios sindicatos y dirigentes gremiales. Señaló a Festa como autor de la quiebra del Municipio y firmó el Decreto 3077 . Las consecuencias de 600 personas desafectadas, que perdieron trabajo y función, no tiene una manifestación callejera masiva. Salvo el tema de franqueros del K41 que llegaron hasta la puerta del Municipio (y no los 60 que habrían quedado afuera del sistema), no se produjo una marcha mayoritaria de los «afectados /as», de los «desocupados /as», acompañados por gremios y organizaciones sociales solidarias con los elegidos /as para el ajuste. Son varios los puntos que explican por qué No hay unidad para repelar una acción directa. Cada gremio contiene lo que puede y como puede. Hay abogados trabajando en casos particulares. Hay padrinazgos pero también huérfanos que llegan a la mesa donde escuchan sus razones. Se buscan líneas fuera del distrito para hacer pie y dejar la disputa para el instante adecuado.

También hay «acuerdos políticos de revisión que hacen de una regla inflexible una hoja negociable por excesos en la medida central». Si eran 600 personas, ¿cuántas menos son ahora en el mes de enero tras analizar el Ejecutivo caso por caso? ¿Por qué la Intendenta no emite por sus canales oficiales los resultados positivos de la revisión o que subsanó los errores cometidos?

A medida que el tiempo pasa Mariel Fernández consolida su propuesta, fortalece su principio rector y eleva a otros niveles el Decreto 3077. Debe ser evaluado que la Intendenta concibe que «la lucha contra el enemigo que hambrea al pueblo está en la calle».

El conflicto real tiene átomos pero no viajan hacia un núcleo que coloque frente a la puerta del Municipio algo más que los pocos pero valiosos testimonios de quienes pelean. La lapicera está en poder de la Intendenta que sostiene su derecho de gobernar como mejor le parece. Quien no lo entienda o acepte, debe mostrarse convencido de tener otro pensamiento y plan político ante la coyuntura… antes de continuar con las acciones administrativas de rigor para defender los derechos vulnerados.