DESDE UNA FOTO LA PERSPECTIVA –
En el inicio de la pandemia hubo (y hay) un eje clarísimo que está atado con alambre o a las cifras: evitar el colapso de la endeble estructura sanitaria. Cuando la curva venía aplanada, las imágenes y muestras institucionales daban el síntoma de más y nuevos hospitales (aunque una ampliación de emergencias se llame hospital).
En las últimas dos semanas los números crecen y ahora, con el tiempo ganado por el aislamiento preventivo, que en lenguaje sanitario es centralizar casi todo en COVID -19 (relegando atenciones no urgentes de otras patologías que dejan secuelas), vemos hasta dónde llega el fortalecimiento y para qué está preparado.
La decisión local fue descomprimir la atención de pacientes positivos en el Mariano y Luciano de la Vega derivando a los dos centros de aislamiento (para casos leves por supuesto). Aún así, el único hospital del distrito «tiene su capacidad casi al máximo«, según la respuesta por mensaje telefónico del Director Ejecutivo, quien agregó que «están tratando de resolver los problemas, minuto a minuto», trabajando a destajo para «atender todo lo posible».
En la tarde de hoy, un grupo de personas esperaba en el patio interno de la guardia del Mariano y Luciano de la Vega la noticia, una respuesta y los posibles protocolos porque el virus está activado… y camina por los territorios.
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