El 27 de agosto Agustina salió de su casa en barrio Parque Paso del Rey. Eran las 6 AM, comenzaba otra jornada de trabajo. A metros de Colectora Gaona y Lobos, parada del transporte público, el violador atenta contra la joven. El abusador corre de la escena cuando aparecen dos jóvenes en bicicleta.
Preguntó a su hija si le permitía comunicar lo que están viviendo. La respuesta afirmativa otorga a Paola esa fuerza que rompe el pánico impuesto. Como madre quiere hablar del abusador que está libre y no hay señales judiciales de búsqueda. El acompañamiento institucional del Municipio de Moreno no resultó el que esperaban y necesitaban. Un día después del ataque sexual se ofreció el análisis en General Rodríguez. En un distrito abundante de video cámaras faltan las imágenes en ese punto geográfico o la prueba posible estaría al alcance de un local inmobiliario.
El testimonio de Paola es una profunda interpelación al modelo y sistema. Sin levantar la voz pero con peso en su palabra advierte que «hay un violador suelto en Moreno» que debe ser apresado y para eso la fiscal Saucedo debe tener interés en encontrarlo. Para quien quiera oír que oiga: «Mi hija quiere que el agresor sea atrapado, porque eso te alivia y te trae un poco de paz mental. No es una gran ciencia, hay que ser operativos y trabajar de manera articulada y por eso vuelvo a hacer hincapié que como comunidad de Moreno tenemos un violador suelto».
Entrevista completa en Desalambrar Tv:
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