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Por Martin Álvarez Mullally (OPSur).Un movimiento sísmico de 4.5 Ml ocurrió a los veinte minutos del 9 de mayo. Alrededor de Sauzal Bonito fracturan intensamente Tecpetrol en Fortín de Piedra, Pluspetrol en La Calera, Pan American Energy en Pichana Oeste y Pampa Energía en El Mangrullo. En julio de 2021 una seguidilla de sesenta sismos en diez días hizo temblar la agenda de Vaca Muerta. Ahora la localidad está sufriendo otra seguidilla que ya acumula 35 movimientos en las últimas tres semanas. 

La tierra tiembla, la población sufre, las empresas fracturan, los gobiernos niegan. Una ecuación cuyo resultado puede ser trágico si algo no se modifica de manera urgente. Este último movimiento de 4.5 ML tuvo epicentro a 5.5 km de profundidad pero la semana pasada hubo otros de entre 1 y 2 km. Si algo hemos aprendido desde que Vaca Muerta tiembla es que cuanto más superficiales son los movimientos, menos se atenúan. De combinarse una magnitud como la de ayer con una superficialidad semejante a las de la semana pasada, las consecuencias pueden agravarse.

La noche del domingo Mabel Panero se estaba yendo a dormir cuando llegó el temblor. Empezó a gritar desaforadamente alertando a su yerno que ya se había acostado, con él estaban sus nietos de cuatro y seis años. “Ví que la casa hacía ondas de norte a sur como un subibaja”, cuenta. Y agrega que de pronto sintió que se cayó un cuadro, y otro, y otro. Según Mabel este sismo fue terrible, la inmovilizó. Recién cuando terminó pudo salir de la casa y contactarse con el resto de los vecinos.

La localidad de Sauzal Bonito se forma en una línea serpenteada de casas entre el río Neuquén y las bardas de la meseta. En las bardas hay enormes piedras en reposo que tranquilamente pueden derrumbarse como ya ocurrió con los temblores en la zona. De hecho, horas después de este último sismo en Quili Malal se produjo un importante desprendimiento de rocas. La localidad se encuentra a 70 km del epicentro del temblor, lo que da cuenta del potencial efecto acelerador de caídas de rocas que tienen estos movimientos.

Para Lorena Sandoval el movimiento del domingo a la noche fue el más grande que sintieron. “Al principio vino como una explosión, que fue lo que yo sentí en mi casa. Y se me movieron las ventanas y los vidrios. Al ratito se sintió otro, y vino otra explosión que me movió toda la casa”. Cuando ocurrió el sismo estaba ya acostada con su hijo menor que quedó con taquicardia durante un buen rato. “Es como que se te debilitan las piernas, que no sabés qué hacer, más allá de que tenemos estos movimientos muy frecuentemente, uno es como que se queda tildado, no tenés reacción”, comenta. Lorena vive en Sauzal Bonito con sus cuatro niños y explica que cuando la tierra tiembla no alcanza a sacarlos a todos de adentro de la casa, que no le da tiempo a nada. Estos temblores superficiales se manifiestan como en un sacudón de segundos, una fuerte explosión que hace vibrar todo. “Hubo vecinos de acá de la localidad que se descompusieron, otros a los que se les abrieron las alacenas, los botiquines de baño, fue terrible, terrible esta vez”, agrega. Como algunos de los movimientos de esta última seguidilla fueron durante la noche, las vecinas relatan que tampoco pueden dormir.

El geógrafo Javier Grosso sigue los movimientos inducidos desde el principio. “Este es el sismo más fuerte de los últimos tres años en Vaca Muerta y en la zona de Sauzal Bonito, fue de 4.5 Ml”, explica. La preocupación por las consecuencias que puede implicar esta magnitud de movimientos superficiales crece conforme se agudiza la situación. Además de riesgos para la población, peligra la gran red de infraestructura propia del sector petrolero, como ductos, cañerías, baterías. Sin embargo, para el geógrafo este movimiento no fue sorpresivo, todos los sismos de la seguidilla de 34 en las últimas tres semanas ocurrieron a menos de 6 km de donde fractura Tecpetrol. “Vengo siguiendo vía satelital la actividad, las últimas imágenes son del 7 de mayo y se ven los equipos de fractura, inclusive hasta los camiones con insumos esperando para entrar en la locación”, describe Grosso. Pese a los sismos y los potenciales riesgos, la empresa resolvió no parar sus operaciones.

Ante la falta de respuestas, en la localidad hay indignación y frustración. Para Lorena Sandoval esta situación no va a parar, considera que “es muy lamentablemente que las grandes empresas y el gobierno no le pongan fin al tema del fracking”. Mientras para las bondades de Vaca Muerta no hay grieta, en el territorio explotado reina la angustia: “no sabemos qué va a pasar, no sabemos cómo vamos a continuar, vivir con el miedo, pensar que alguna vivienda se va a caer porque si siguen con la magnitud como la que fue anoche, muchas casas están deterioradas y lamentablemente quizás, al ser tan viejas, algunas se pueden derrumbar”, concluye.

Neuquén niega y la Corte calla 

La población de Sauzal Bonito sigue los movimientos a través de un espacio que creó la Red Geocientífica de Chile. Desde allí se informan de manera inmediata los parámetros de los movimientos que toman los sismógrafos abiertos, incluso cuando ocurren en plena madrugada. Todo lo contrario a lo que pasa con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) que publica tarde y de manera sesgada. El INPRES no informa los movimientos menores a 2.5 Ml, es decir, los sismos inducidos y altamente percibidos por la población no son parte del registro estatal y, como sabemos, lo que no está no existe. Así, desde 2021 el gobierno de Neuquén realiza su “informe sísmico semanal”, sin embargo, de esta última seguidilla  solo cubrió los temblores del norte de Añelo, también inducidos por fracking, pero no figura ninguno de los últimos 35 que ocurrieron en Sauzal Bonito.

En 2021, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la Comunidad Mapuche Lof Wirkaleo y habitantes de Sauzal Bonito presentaron un amparo contra la provincia para frenar la inducción sísmica provocada por el fracking. En un reciente comunicado, la organización expresa que “el Juzgado Federal de Neuquén se desentendió de la situación y resolvió que corresponde al fuero local, para que todo quede a decisión de la provincia. Apelada esa resolución la Cámara Federal de General Roca resolvió que la causa es de competencia federal por los riesgos interjurisdiccionales, pero la remitió a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El Máximo Tribunal de Justicia del país tiene la responsabilidad de garantizar el derecho acceso a la justicia ambiental consagrado en el Acuerdo de Escazú, que ya es ley en Argentina, sin embargo guarda silencio desde febrero respecto de las urgentes medidas que se solicitaron”.