EL TIEMPO DE LA OPOSICIÓN –
La estructuración de las fuerzas corren por la vía rápida que propone la grieta. El presidente de la Unión Cívica Radical de Moreno, Joaquín Nogueira, entiende que es «momento» de salir de la queja y la crítica permanente para ingresar a una fase de elaboración de programas diferentes, alternativos que contengan a una gran parte del electorado: «No alcanza con remarcar los errores, es en vano, si uno se queda solo en enunciar los errores de quien gobierna, éste sigue cometiéndolos y no le interesa no cometerlos, en definitiva la gente es la que se perjudica. Lo que hay que tener en claro es que se puede cambiar, es una obligación de la dirigencia política promover el cambio y generarle la esperanza a la gente porque sin eso ninguna sociedad puede vivir. Cuando termine la pandemia la sociedad habrá quedado muy golpeada en todos los órdenes, económico, social, con problemas psicológicos y de salud, lo que necesita es una dirigencia que comprenda los problemas que tiene y la ayude a tener la posibilidad de cambiarlos. Fundamentalmente se hace con esperanza y un proyecto serio, creo que hay que dejar de votar gente que no dice lo que va a hacer, nadie sabe lo que va a hacer el que gana, estamos votando al revés: votamos para sacar en vez de poner, por eso los que llegan no tienen proyectos y dicen “esto estaba hecho pelota, el anterior gobierno era un delincuente que se robó todo de las arcas del Estado”. La gente sufre permanentemente, hay que parar la pelota y empezar a votar como corresponde, votar proyectos, personas que tengan trayectoria, creo que esa es una falencia. La dirigencia política está más en la queja que en la búsqueda de soluciones, es hora de cambiar, si no lo hacemos iremos cada vez peor.
Seguramente escuchó al Ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo hablar que el plan pos pandemia está en marcha con un programa que tiene a las cooperativas y organizaciones sociales como sujetos de cambio y transformación, ¿qué alcance o viabilidad tiene esa arquitectura política?
Pensar en el desarrollo a partir de cooperativas es pensar en pobreza, sumergiendo cada vez más a la Argentina. El pueblo necesita trabajo pero modernos, con obra social, que sepa que va a cobrar si cumple con su tarea, que se esfuerce para que la empresa progrese porque de esta manera él va a seguir progresando. Hay que volver a la cultura del trabajo y la responsabilidad, creo que las cooperativas son posibilidades pero no se puede cimentar el progreso de una Nación. Si nosotros pensamos en la economía de la India claro, ellos tienen mil doscientos millones de tipos que están en su mayoría bajo la línea de la pobreza y para ese tipo de pobreza se busca esta salida de cooperativas, una cooperativa no le da al trabajador ninguna garantía, por lo menos como funcionan acá. Cuando uno piensa en cooperativas de consumo, de servicios públicos es otra cosa, pero si lo que se te ocurre a vos para sacar al país adelante son cooperativas de reciclado de basura, de recuperación de ropa vieja, de confección de ropa nueva estamos mal, eso no es nada más que pensar en una economía de pobreza y una sociedad cada vez más sumergida. Lo que tenemos que hacer es lo otro, dar garantías para que vengan capitales y ciertamente este gobierno hace todo lo contrario.
Ocurre que el gobierno aún no definió el plan económico y discute la manera de afrontar el pago de la deuda externa con la pandemia en el lomo
Sin capital no hay desarrollo, lo demás son utopías de fantasía que sumergen cada vez más en la pobreza. Las señales que se dan son contrarias, se habla de expropiación, de la reforma agraria, de dar tierras mientras se queman los campos e se incentiva desde los medios para que se destruya lo que es la riqueza de la Argentina, eso está mal. Creo que esta forma de gobernar que tiene la provincia de Buenos Aires desde el 1983 menos los cuatro años anteriores (2015 – 2019) solo lleva a decir que la culpa la tiene Vidal, eso es tapar la realidad. Argentina está decadente porque la gobernó el peronismo durante la mayor cantidad de tiempo en los últimos 60-70 años, esto es lo que hay que cambiar, hay que volver a inculcarle a la gente la cultura del trabajo y del progreso. ¿Qué es eso? Saber que para cambiar la forma de vida hace falta trabajar y para ascender en la escala social hace falta estudiar, eso se ha perdido. En el peronismo se dice que lo principal es que la gente coma, lógico que eso es lo principal, pero para eso no hay que hacer comedores, merenderos, la escuela transformarla en comedor y que los chicos no vayan a aprender sino a comer. Lo que hay que darle, para que la gente coma, es trabajo de calidad y eso es capital. Si nosotros en lugar de emitir señales al mundo de coherencia y garantía para el capital, hablamos de expropiar y de reforma agraria estamos equivocados, ese es mi concepto. Como oposición es inútil tratar de que el peronismo cambie la forma de gobernar, hay que hacerle comprender a la gente que para no estar cada vez más pobres hace falta otra cosa, otra política, honestidad en los dirigentes y responsabilidad que la gente debe exigir, pero si nosotros lo que hacemos es al revés, quitamos educación a la gente y por lo tanto tienen menor posibilidad de elegir a los que gobiernan estamos mal.
¿El frente que gobierna la Nación está en un proceso de crisis interna?
Cuando hay un gobierno que la coalición que lo llevó al poder tiene tales tensiones internas que se divisan absolutamente, lo que hay que pensar es que pasen rápido estos 4 años para poner un gobierno como la gente, que esté dispuesto a gobernar con la Constitución en la mano y no que se sienta cómodo gobernando sin los poderes del Estado. Hay que poner en claro que no es peronismo, kirchnerismo, menemismo, cafierismo, porque estamos siempre empezando y no tienen ninguna responsabilidad. Si vas a agarrar un militante kirchnerista te va a decir que con Menem no tienen nada que ver y con Duhalde tampoco, Néstor y Cristina tuvieron antes con Menem y todo eso, Menem con Cámpora, son todos lo mismo pero se disfrazan para ir cambiando a la sociedad permanentemente el objetivo y no nos permiten identificar a los responsables. Cada vez estamos más pobres, al pobre le ponemos la cuarentena obligatoria en un ambiente de 6×6 donde viven 10 personas y el baño lo tienen afuera, no tiene agua corriente ni cloacas ¿Cuál es la cuarentena? Está más seguro en la calle que en la casa. Analizar estas cosas es sacarnos la careta, afortunadamente el Presidente que se había entusiasmado y daba clases de Derecho todos los domingos prolongando la cuarentena semanalmente cambió, ya no sale más en la televisión. La gente está cansada, ya no le cree nada, usaba gráficos truchos y nos dimos cuenta de que es profesor de la UBA pero tiene falencias en Derecho, a todos los que mandé a leer habían leído más que él. Creo que hay que tener cuidado, creo que el Presidente es muy débil, la oposición debe tratar de mantenerlo porque los propios que lo llevaron al gobierno lo va dinamitando y debilitando cada vez más. Un presidente débil en democracia es peligroso. Tiene que tener templanza porque es él que conduce, no puede ser un patotero de barrio. Tiene que tener cuidado, la oposición dijo que el crimen del Secretario de Cristina Kirchner era de gravedad institucional y salió a insultarlos diciendo que eran unos canallas y sinvergüenzas, pero la verdad es que él que dijo que Cristina era responsable de la muerte de Nisman; quien dijo que era una psicópata fue Alberto, que no sabía nada, que era impresentable para presidir un gobierno fue él, no fue la oposición. Pongamos las cosas en su lugar.
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