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El lunes 15 de julio de 1878 una curiosa carta fue dirigida al Papa León XIII (foto), con un insólito pedido de las autoridades municipales de Moreno.

“Santísimo Padre: el pueblo de Moreno, que dista de Buenos Aires diez leguas y cuenta veinte años de existencia, tiene una Iglesia de dimensiones muy exiguas. La piedad de los vecinos, ayudados por las autoridades de la provincia, ha levantado las paredes de una iglesia de dimensiones suficientes, de la cual, la iglesia existente, prolongada de seis metros, forma la nave los brazos de la cruz latina, con sus cabeceras. Está sin techar, sin revocar y sabe Dios cuando se concluirá faltando los recursos necesarios«.

En estas circunstancias, las autoridades y pueblo de Moreno acuden a su caridad, Santísimo Padre, para que se digne ayudarnos, no con dinero, sabemos que la Santa Sede no es rica, y gustosos le llevamos nuestras humildes ofrendas con el óbolo  de San Pedro, sino con una obra de arte, de las tantas que abundan en el Palacio Vaticano.

Esta obra de arte, para certeza de su buen empleo, podría ser dirigida, a los fines indicados, a nuestro señor arzobispo y podría ser rifada en Buenos Aires y el producto de la rifa nos ayudaría para acabar la iglesia de Moreno. El presupuesto firmado hace tres años para completar la obra de albañilería y carpintería asciende a 10 mil pesos fuertes. 

Su augusto predecesor, Pío Nono, dio para un fin análogo un objeto para ser rifado y dicha rifa ha producido una suma bastante fuerte.

Dígnese, Santísimo Padre, dar la bendición a sus humildes y respetuosos hijos”.

Firmado: Dámaso Sánchez, Presidente de la Municipalidad, Jaime Sans cura párroco y los municipales Juan Rosalio Casco, Luis Doynel y Francisco Planes.

La carta enviada al Papa no tuvo respuesta, las obras de la iglesia fueron concluidas años más tarde, con el aporte de los feligreses.