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ERNESTO LOMBARDI, PARA SER ESCUCHADO –

Como dirigente político, cuadro del peronismo y abogado en materia de derechos humanos, su palabra en relación al gran proyecto de construir una unidad penitenciaria en Cuartel V merece algo más que lecturas simples. Como declaró el gobernador Kicillof, la cárcel se propone con acuerdo de los Intendentes /a y la comunidad.

¿En qué momento se consultó a la comunidad de Cuartel V, barrio El Vergel, de tamaña iniciativa?

El proyecto de una cárcel en Moreno ¿qué me dice?

Creo que puedo hacer un aporte, pero siempre digo con toda modestia que no es este Moreno el que yo goberné, es mucho más complejo y más grande, con mucha más llegada a los ámbitos de decisiones Nacionales y Provinciales. El lugar donde se debe o no ubicar la cárcel es una decisión de oportunidad política o lo que quieras, el problema es que vivimos en una sociedad punitivista, sobre esto tendríamos que desarrollar algo más amplio. Soy abogado de Derechos Humanos (DDHH) y sin ser abolicionista, creo que el punitivismo, la pena, el castigo, dolor, sufrimiento, ojo por ojo que de alguna forma se transforma en un modo de pensar, creo que no es una solución, creo que las soluciones pasan por otro lado. Es una decisión muy compleja, cuando hablamos del acceso a la Justicia, a la Seguridad y los DDHH, y nosotros vivimos en un paradigma que es punitivista y tenemos que hacer lo posible para que cada una de nuestras acciones vayan de a poquito torciendo el rumbo. Hace poco se murió Mario Juliano, una persona que quería mucho, un juez de Necochea que en materia de cárceles estaba haciendo una tarea excelente. Lo cito porque hay que entender que el delito es parte de nuestra sociedad y es un gran negocio, siempre se puede decir “que pasaría si de golpe a la mañana, con un chasquido de dedos, desapareciera el delito» ¿Qué pasaría con este sistema si no existiera el delito?”. El delito es funcional a un sistema capitalista que necesita de un castigo, fíjate quienes son los que están en las cárceles y quienes nunca llegarán a ellas. Podés vender un país o endeudarlo por 100 años, podés irte de vacaciones en medio de una pandemia, hacer declaraciones políticas, mantener determinado consenso con favor de todos los medios hegemónicos, pero te robás una gallina y sonaste, tenés que pagar con dolor, sufrimiento y castigo, que es justamente el sistema de castigo punitivista.

Coincido, creo que el poder tiene prerrogativas además de personajes que podríamos decir siniestros, pero en general, tiene una prerrogativa diferente de quien se robó una gallina, como primera lectura. La segunda es que además de las cárceles, que Galeano llamo “sucursales del infierno”, ese punitivismo no solamente está intramuro, también está afuera, yo lo llamo muro elástico, pero después se piden soluciones que hasta Berni ofrece. La pregunta de la cárcel, desde ya que este gobierno no es el mismo que el de hace 30 años, pero la pregunta es si la prioridad es una cárcel, es que dejamos de lado otras prioridades que antes eran más severas, sostenidas y amadas.

Coincido y suscribo con esa devolución, ahora prioritario no es, la oportunidad política y las cosas que se están analizando se verá. Creo que la seguridad es ciudadana, es social, es jurídica, tiene muchos aspectos para analizar. Creo que hay que trabajar mucho en materia de seguridad para llegar en algún momento a que, salvadas todas esas prioridades que están mucho antes que la cárcel, haga que la cárcel sea una materia prioritaria. Esa materia es muy difícil y exige análisis verdaderamente profundos.

AUDIO 1

Construir una cárcel nueva no significa que deje de ser un infierno

“Sucursales del Infierno” como bien lo definiste, parafraseando a Galeano, existe en Moreno porque cada comisaría es una “sucursal del Infierno”.

¿Por qué no se le puede entrar a este tema? ¿Por qué no se puede entrar allí si sabemos que es un infierno?

La Defensoría General tiene un área que se llama DDHH y ellos periódi-camente presentan Habeas Corpus, colectivos, etc. Teniendo en cuenta esa gravedad institucional que representa el hacinamiento, las formas infrahumanas en que se aloja a las personas privadas de su libertad en las comisarías, siendo atendidas por un personal que no está capacitado. Si es una profesión ser penitenciario los que están detenidos privados de su libertad en las Comisarias no están atendidos por profesionales, están atendidos por policías cuya misión es completamente diferente. Ahí tenés un problema de base, de seguridad, y tenemos muchos que no quiere decir que de un plumazo los vamos a solucionar, los tenés y por eso cuando digo si vamos a hablar y hacer las cosas como son, cárceles tenemos, pequeñas alcaidías ramificadas a lo largo de todo el distrito con hacinamientos increíbles, son realmente increíbles, no se puede creer.

Cuando leo el proyecto y entiendo lo que está pasando hace muchos años, nunca voy a comprar los grandes buzones que se venden como si fueran soluciones. Si hoy las comisarias son “sucursales del infierno” que se construya una cárcel nueva no garantiza que desaparezca el infierno.

En esa materia, lo que recuerdo y hasta tiene un libro escrito Brunati que con Caveri, uno de nuestros formadores y arquitecto, hicieron una ampliación en una de las cárceles donde se planteaba un sistema de penalización diferente y novedoso que tiene que ver con el respeto de los DDHH de las personas privadas de la libertad que implicaba que tuvieran las llaves de su propia celda. Hay que leer ese libro, no es muy grande, y darse cuenta de que soluciones hay desde hace mucho tiempo, el tema es quien maneja la materia y cuál es la ideología en la que está formado y dispuesto a llevar adelante.