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LA LICENCIA DE CÓPPOLA EN EL ESCENARIO DEL TEATRO MARECHAL

El botón de ascenso necesito de la mano del nuevo oficialismo que, en pleno desenlace, apela a la figura de abstención porque las partes en conflicto no respetaron la búsqueda de acuerdos. Si de historia y nuevos episodios se trata, hay que sumergirse en pilas de versiones taquigráficas para encontrar una mayoría que no participa de la votación, como desentendiéndose de un EXPEDIENTE que aterrizó en el Orden del Día porque hubo dictamen de COMISIÓN, vale añadir, donde se requirió de alguna firma del Frente de Todos.

Contra fáctico, intento abierto de obtener una tesis sobre un tema menor que dejó la escalera y llegó por ascensor al último piso de la interna de Juntos por el Cambio.

Cuestionamiento abierto y profundo de la licencia de Cóppola.

Tomaba impulso si:

1- ¿Si Leonardo Cóppola no escribía en sus cuentas sociales una opinión sobre la votación del pliego de basura o si Mirko García votaba negativo (NdR: si hay algo que no puede desconocerse es que el concejal García nunca desconoció la conducción de Hugo Antonio Moyano, tanto como su oposición a Consorcio Trébol)?

2- ¿Si en la reunión de bloque de Juntos por el Cambio, antes del quiebre, Claudia Asseff aceptaba un cambio en la conducción y dejaba ser la presidenta (NdR: la concejala pudo armar una oposición constructiva obteniendo receptividad a sus propuestas)?

3- ¿Si el modo de trabajo, presentación y crítica de Agostinelli al oficialismo tuviese menos carga negativa y más aporte al creer que el nuevo Concejo Deliberante cambió usos y costumbres?

4- ¿Si la palabra de Mirko García, aquella de la licencia chicle o barrilete sin cola (en referencia a Cóppola), no hubiese contado con la interpretación de Claudia Asseff que le explicó a la Presidenta del Concejo (Bellota) que era una moción de llevar el tema a la Comisión Legales?

5- ¿Si Cóppola muestra o demuestra que en plena pandemia realizó intervenciones de asistencia alimentaria en algún barrio o zona donde él militó o milita?

6- ¿Si no hubiese estado la ¿buena? intención de integrantes del Frente de Todos de ayudar a resolver un conflicto de mas interna política que de rango institucional?

Esos mojones, que tienen respuestas, no lograron revertir con política lo que ayer en la sesión, una de las más importantes del año, mostró los jirones de un bloque estallado.

La carátula expresa con ELEGANCIA un paso ineludible para recuperar el respeto hacia la función pública, el compromiso que hombres y mujeres toman cuando se postulan y, de máxima, un cuestionamiento a los acuerdos políticos que en casos de licencia no dialogan con la ilegalidad.

Mirko García reafirmó todos y cada uno de los conceptos y criterios que expuso en el recinto (antes de la sesión de ayer) y en notas periodísticas, mientras él y otros concejales /as transitaron las barriadas, acercando ayudas esenciales, Cóppola miraba por la pantalla todo el suceso de la pandemia y se atrevió a cuestionar el nuevo sistema de la basura. Con fuerza y construcción del mensaje, García rubricó esa primera intervención así: «Lo voy a volver a repetir una y cien veces, decir buen día es una forma de saludar y traer este tema a este recinto es decir amigo si vos no respetás el trabajo de los demás que abandonan a sus familias, que le han quitado horas a sus hijos, nietos, esposa, a sus amigos y arrancaron a las 7 de la mañana para prender el fuego y llevar un desayuno o un plato de comida caliente si no respetás eso por lo menos callate la boca. Reconozco una sola clase de hombres, los que trabajan, los que se comprometen con su pueblo, los que no especulan a la hora de la desgracia, podría seguir hablando señora Presidenta pero simplemente dije buen día (en referencia a aquella intervención del barrilete sin cola o licencia chicle)».

Pregunta para quienes mirábamos la sesión televisada, ¿qué se estaba por votar?

Gisele Agostinelli pidió la palabra y habló como si fuese la última sesión, y no del año. Leyó el posteo de Cóppola sobre la sesión y aprobación del nuevo contrato de la basura, aprobación a favor de Gestionar (Camioneros). De allí introduce un hecho, declaración del concejal en uso de licencia Damián Contreras, respecto al pliego de la basura y los aprietes que recibieron concejales del oficialismo por tener una posición diferente. Con esa plataforma comienza a realizar una serie de preguntas no al cuerpo sino al ex compañero de bloque Mirko García, ¿por qué no pidió llamar a Contreras a explicar sus dichos? ¿Por qué no lo nombra a Cóppola si durante gran parte del año integraron el bloque político?

Toma postura de función y dice: «Cuales son las obligaciones de un concejal? Voy a nombrar alguna: Representar a los vecinos; Legislar: es decir, proyectar, debatir, sancionar ordenanzas, resoluciones y decretos en beneficio de la comunidad; Controlar los actos de gobierno. Y dos que están sancionadas por incumplimiento: Asistir a todas las sesiones e integrar y concurrir a las reuniones de Comisión».

Allí lanzó toda la carga hacia un concejal: «Me preocupa más el concejal que cobra y que no cumple con su función, el concejal que cobra y no viene a las comisiones, que el resumen de una votación que sale en las redes, para mi esos son los pillos que se la juegan de vivos. En verdad a mí me preocupa más eso, y voy a ser muy puntual, concretamente me refiero a usted concejal García que hace 5 meses no viene a la Comisión de Seguridad. ¿Usted está cumpliendo con sus obligaciones y responsabilidades, por las cuales juró?

De análisis inevitable, el caso licencia Cóppola, interna de Juntos por el Cambio, abría o reinstalaba una falencia histórica que hace a los usos y costumbres y que no es atribuible a una única persona: el poco trabajo en las Comisiones. Pero el enfoque de la concejala hizo blanco en García y mociona que en la Comisión de Legales se revise las inasistencias.

Evaluado o no, abrir esa caja (que no es negra) tuvo una devolución de Mirko García hacia Agostinelli: «Felicitaciones a la concejal Agostinelli por el bestseller que escribió para defender a su cuñado, me parece muy bien. Con respeto a las comisiones, están en los libros de actas a disposición de quien lo requiera. Con respeto a la Comisión de Seguridad (que preside Pablo Pereyra) las veces que fui con mi presencia no alcanzó para el quórum pero miente, miente que algo queda. Acá hay tantos que están rascando higos que ya hacen dulce de higo, pero bueno ataquen, defendamos la parantela, me parece bien hay una lazo familiar, hay una cuestión política, pero sacando lo de los libros de actas que están a disposición de quien quiera, me parece que no se puede tapar el sol con las manos, me parece que no se puede involucrar a un montón de personas para defender la vagancia o la falta de compromiso».

Agostinelli pidió los libros de Acta, García aceptó el desafío, pues que se abran, pero el Cuerpo leyó la estructura capilar, ¿cómo se explicarían muchas ausencias en varias comisiones, no una sola y única, de ambos bloques?

Las dos personas, los dos integrantes de Juntos por el Cambio con más discurso político, salvando las distancias y diferencias, entran en colisión directa. El parentesco, el asistencialismo, la calificación indebida o la descalificación sin filtros, la palabra del hombre y el rol de la mujer; el Concejo Deliberante, la política, las especulaciones, las prioridades de gestión y la administración del poder. Una secuencia que para no alimentar la fuente de los sueños rotos debe concluir con un paso político – institucional, ya votado: Cóppola debe ser convocado a la Comisión de Legales: VUELVE o RENUNCIA porque el CUESTIONAMIENTO POLÍTICO es que las causas de la licencia atentan contra la inmaculada INSTITUCIONALIDAD.

Y esto no es una especulación sino que pertenece a la palabra de la Jefa de la oposición legislativa Claudia Asseff: «Acá el punto es si queda en la banca o vuelve a la banca el concejal licenciado o dice cuales son las causas de su licencia, como evidentemente ni la propia familia puede expresar las causas por la que está licenciado, mociono concretamente que venga al Concejo Deliberante y se presente para continuar en su banca o que renuncie, este es el punto por el que estamos tratando este expediente«.

Y así fue. De los presentes, 14 concejales /as se abstuvieron.

Cinco aprobaron (Claudia Asseff, Mirko García, Carlos Brancato, Roxana Ricart y Mariano Cais).

Tres rechazaron (Agostinelli, Aguilar, Fábregas).

El gran capítulo que tuvo todos los anticipos. Se resuelve y lo hace el HCD.

El 2021 augura una interna porque ya no pueden estar Juntos y la pelea será por el Cambio.