EL ORIGEN DE SUS NOMBRES Y ALGUNAS CURIOSIDADES –
En la década de 1940 se acentúa un fenómeno que había aparecido unos años antes y habrá de producir profundos cambios: los loteos o venta masiva de terrenos en cuotas. Este proceso, que continuó en los años siguientes, produjo la aparición de los barrios de Moreno. Así, una nueva y joven población cambio la fisonomía del pequeño y tranquilo pueblo de provincia, de la que gozaba Moreno y dio forma a populosas barriadas, en terrenos que a principios del siglo XX habían sido ocupados por granjas y tambos, y antes por grandes estancias. El crecimiento demográfico fue importante:
En 1937 vivían en Moreno 6.641 personas, diez años después la cifra se elevó a 15.101 habitantes, en 1954 fueron 18.328 y en 1960 había 59.338 personas residentes en el Partido, en 1970 aumentaron a 114.041, en 1980 ya eran 194.440 habitantes.
El 21 de noviembre de 1909, se realizó el remate de lotes que dio surgimiento al primer barrio de Moreno, Villa Herrero.
El loteo se llevó a cabo en parte de los campos del escribano Carlos Herrero, quien dio su nombre al barrio y había ocupado el cargo de juez de Paz y Presidente de la Municipalidad.
La venta de terrenos estuvo a cargo de Francisco M. Pisano, comprendió 48 manzanas y abarcó un total de 1.450 lotes, con una cuota de 4 a 12 pesos por mes. Los lotes eran destinados para vivienda, a diferencia de otros loteos cuyas parcelas serían para quintas o granjas.
Villa Herrero permitió el crecimiento del casco urbano del pueblo, que por esa época terminaba en la actual Diagonal Emilio Mitre.
Los remates de tierra fueron innumerables. Las empresas inmobiliarias ofrecían transporte gratis en “bañaderas”, unos colectivos con techo de lona que trasladaban a los interesados desde las estaciones de trenes hasta los terrenos en venta, donde estaba instalada una carpa bajo la cual se desarrollaba el remate. Allí las ventas se hacían con una base muy baja, de 8 a 10 pesos, una amplia financiación a varios años y con posesión inmediata. Estos dos aspectos convirtieron a los loteos en un verdadero éxito.
En 1928 Luis G. Bossi remató veinte manzanas del barrio Los Laureles, ubicado frente a los barrios La Perlita y San José, a lo largo del lado Este de la ruta 23.
El loteo del Barrio Cascallares se produjo en 1930, el propietario de las tierras era Arturo Álvarez Insúa, quien fuera comisionado municipal. Allí instalo su casa “Los Estribos”, el pintor Florencio Molina Campos, quien en 1941 fue visitado por Walt Disney. El nombre del barrio corresponde al apellido de la familia propietaria de las tierras del otro lado del río, que se remonta a la etapa colonial.
Un segundo remate se realizó el 26 de diciembre de 1948, a cargo de la firma Comi y Pini y abarcó 132 terrenos a pagar en 126 cuotas.
Villa Salas surge a partir de 1937 cuando Giménez Zapiola lleva a cabo dos remates en el establecimiento El Recreo, de Manuel Salas. En el primero, el 31 de octubre, salieron a la venta 232 chacritas y el 7 de noviembre se vendieron 244 quintas. La característica del lugar era una espléndida arboleda.
En Villa Salas, junto al río Reconquista, se instaló alrededor de 1955 el Frigorífico Minguillón, en la planta que había pertenecido al matadero y frigorífico Fusco-Bernal. En el barrio, el ex presidente Arturo Frondizi, poseía una quinta sobre la calle Centenario, también la popular actriz Niní Marshall.
El barrio Alcorta nace de sucesivos loteos concretados a lo largo de varios años y toma su nombre de la familia propietaria de las tierras. La primera venta de 26 manzanas la realizó en 1934 la firma Casal, Manfredi, Perego y Cia., el 15 de noviembre del mismo año se vendieron 216 quintas, asimismo en 1948 Comi y Pini remataron 250 lotes, en los años siguientes hubo otras ventas que permitieron la radicación de vecinos.
El domingo 2 de abril de 1944, Vinelli, Ithurralde y Cía. realizaron la venta del Barrio Parque Gaona, que abarcó 750 quintas ubicadas entre las actuales rutas 23 y el Acceso Oeste o Gaona, de ahí el nombre del barrio, el diseño de la arteria principal representa un gran ovalo, que fue utilizado por los pilotos de carrera Lo Valvo y Pascuali, como circuito para su prueba automovilística.
También un domingo, día de remates, el 16 de marzo de 1947 se ejecutó la venta de las quintas de Parque Rancho Grande. El predio vendido pertenecía a Felipe Terrabusi y había sido especialmente forestado durante largos años.
En ese mismo año 1947, el rematador Marco Cigorraga anunciaba al barrio Altos del Monte como » la más alta y hermosa zona del Oeste”. El lugar contaba con una pequeña rotonda central y 14 manzanas que no eran cuadradas, y también había sido forestado.
Por su parte, también en 1947, Eduardo Adolfo Bossi realizó el loteo del barrio La Gloria, ubicado sobre el viejo camino a Pilar, Ruta 25, formado por 70 chacras de una a cinco hectáreas. Asimismo, fue Bossi, quien en 1948 concretó el remate de tierras que dio nacimiento al barrio San José, este se ubicó frente a la actual Ruta 23 y la Colectora Norte del Acceso Oeste, entre los puentes de la Avda. Del Libertador y el de Victorica, el loteo estaba a cargo de los socios Eduardo A. Bossi y José Bracco, muy poco antes de llevarse a cabo la venta de los terrenos, Bracco falleció, este fue el motivo que llevó a Bossi a bautizar con el nombre de su socio, repentinamente desaparecido, San José al naciente barrio. Hacia atrás, sobre la Ruta 25, en 1949 se vendieron 27 manzanas con 885 lotes de lo que se dio en llamar Lomas de San José.
El termino villa, de origen italiano, es el que tomaron en un primer momento las grandes firmas inmobiliarias para designar a los predios sometidos a subdivisiones y loteos. Villa es como se denominaba a las elegantes casas quinta, que contaban con plantaciones de frutales y verduras, donde las familias acomodadas pasaban sus veranos.
Así se dio preferencia a la acepción villa, de la que tenemos varios ejemplos: Villa Herrero, Villa Zapiola, etc.
El termino cayó en desuso con la aparición despreciativa de “villa miseria”, en referencia a los barrios de emergencia surgidos como resultado del proceso industrializador de mediados de la década de 1940 y su continuación en los años ´50. Estas barriadas humildes surgían preferentemente en los alrededores de zonas fabriles y eran mayormente ocupadas por gente del interior del país, los llamados “cabecitas negras”, que se empleaban en las fábricas cercanas.
Por este motivo comenzó a usarse “barrio parque”, ejemplo de esto son: Barrio Parque Paso del Rey, Barrio Parque Los Nogales, etc.
En cuanto a barrio, termino de origen árabe, hace referencia a las afueras de una ciudad.
El 24 de abril de 1949 Ungaro y Bárbara SRL. comenzó la venta de la extensa propiedad de la familia Maglione, dividida en 119 quintas y bautizada Barrio Parque Los Nogales. Profusamente arbolado, el predio se extendía a partir de la actual calle 9 de Julio, ex Victorica. Este no sería el único remate, el 25 de noviembre de 1956 Giménez Zapiola y Cía. vendió 172 lotes en Los Nogales.
La quinta de Maglione se llamaba Dos Leones y después de su fraccionamiento, en 1965, se instaló el Colegio Nacional Mariano Moreno en la casa que fuera de la familia, que aún ostenta dos leones.
El 9 de marzo de 1952, se concretó el remate del barrio Mi Barrio, con la venta de 556 terrenos, en 130 cuotas de 50 pesos por mes sin interés, la subasta estuvo a cargo de Carlos Roberto Monti.
El singular nombre Mi Barrio, le fue impuesto con la intención de rescatar la figura del barrio como la patria chica, lugar de las vivencias de la juventud, la barra de la esquina, los primeros amores y las noches de tango de una típica barriada porteña.
El domingo 26 de octubre de 1952 se realizó el loteo que dio vida al barrio La Perlita, a cargo de Adolfo Pagano, el valor base del terreno era de 8 pesos el metro cuadrado, pagaderos en efectivo solo el 20% del total y el saldo en cuotas con el 7 % de interés anual.
Los dueños de la tierra eran los socios Temistocles Pedro Del Bueno y Antonio Rodríguez Duque, el segundo bautizó al barrio con el seudónimo con que era conocida su única hija mujer, Perlita, y el primero le puso el nombre de su padre a la calle principal, Marcos Del Bueno.
Para el loteo de La Perlita, se construyeron asfaltos de hormigón de tres metros de ancho, que aún existen, algo muy poco usual.
Al año siguiente, el 23 de agosto, se llevó a cabo una segunda venta de lotes que comprendió 247terrenos, a cargo de la firma A. E. Cassano y abarcó un total de trece manzanas.
Villa Asunción o barrio Asunción nació tras la venta de lotes realizada el 24 de febrero de 1954, su nombre hace referencia a la capital de la hermana República del Paraguay y la venta de las parcelas estaba orientada hacia los integrantes de la colectividad paraguaya.
La reserva fiscal destinada para plaza, desde hace años es ocupada por el obrador municipal.
En 1955 existían 17 barrios o “villas”, como también eran llamados: Francisco Álvarez, Paso del Rey, Villa Zapiola, Villa Herrero, Villa Salas, Villa Malaver, La Perlita, Cortejarena, San José, Villa Alcorta, Lomas de Mariló, Villa Trujui, Puente Márquez, La Reja, Parque Gaona, Villa Cascallares y Villa Monsegur. Hoy muchas de ellas convertidas en importantes localidades.
Treinta años después, a mediados de la década de 1980, se estimaba que en Moreno existían unos 80 barrios, en 1991 se reconocían oficialmente 140 barrios, en el año 2010 eran 144 y en la actualidad se especula con la existencia de unos 156 barrios en todo el Partido.
Fue, o es, tan masiva la ocupación de la tierra en Moreno, desorganizada, sin planificación y sin normas urbanísticas, despreciando las pendientes del suelo, que en 1995 se consideró desaparecido el arroyo Manzanares, que permitía el escurrimiento de zonas de La Reja, barrio Gaona, el cementerio, etc. y desembocaba en el arroyo Los Perros, con destino a Las Catonas y luego al río Reconquista.
Fueron las décadas de 1950 y 1960 las de mayor intensidad de loteos de terrenos para vivienda. Es interesante destacar que las empresas inmobiliarias realizaban los remates en etapas, debido a que los primeros compradores llevaban a cabo algún tipo de mejoras en el lugar, de este modo los sucesivos adquirentes encontraban una mínima y rudimentaria urbanización, que se trasladaba al precio de los lotes de la etapa siguiente.
Fueron famosos los loteos con un tendido eléctrico que no estaba conectado a la red o quizás tan solo a una quinta del lugar, que prestaba electricidad, finalizada la venta de terrenos se retiraba el cableado, lo mismo los mejorados asfálticos, que duraban pocos meses.
Fue el intendente Luis Odeón, quien denunció e hizo detener en la comisaria de Moreno, al rematador Rodolfo Vinelli, por cuestiones relacionadas con este tipo de acciones.
Interesa puntualizar que, por esos años, no existía ninguna restricción legal para los loteos de tierras, la ley nacional N° 14005 de 1950, establecía solo normas para la venta de tierra en mensualidades, en tanto que la Provincia de Buenos Aires permitía lotear sin ninguna infraestructura, será recién en los años sesenta que se establece la prohibición de loteos en tierras inundables, pero ya era tarde. Durante largos años y tras innumerables subastas de terrenos, surgían barrios en tierras inaptas, con escaso escurrimiento de las aguas, no pocas veces inundables, de difícil accesibilidad, alejados de los centros urbanos y sin infraestructura, pero de precios alcanzables para los sectores de bajos ingresos, que además contarían con el resguardo legal que brindaba el boleto de compra-venta.
En 1965 se realizó el remate de 875 lotes que dieron vida al barrio Aurora, a cargo de la firma Ricardo Garber SRL., en tierras pertenecientes a Manuel Obarrio. Allí cerca habrá de surgir el barrio Rififi, un hecho curioso tendrá su importancia. En 1955 se estrena en Francia la película Rififi, dirigida por Jules Dassin, que se convertirá en una de las más relevantes del género policial en la historia del cine, en Argentina se estrenó con un éxito rotundo.
A fines de la década de 1950 y principios de 1960, la desaparecida empresa de colectivos Mariano Moreno, línea N°8, tenía su recorrido desde la estación de trenes y por la calle Hipólito Yrigoyen (el barrio Aurora todavía no existía) llegaba hasta la calle San Luis donde estaba una quinta llamada Rififi, final del recorrido. De tanto ir hasta Rififi, le quedó el nombre al barrio, que por esos años se estaba poblando.
En 1968 se habrá de producir el loteo del barrio Parque Lavin, que comprendió ocho manzanas y un total de 332 terrenos, pagaderos en 136 cuotas, la venta estuvo a cargo de Miguel Gandara y Hnos.
En Parque Lavin, sobre la calle San Carlos, la vedette Nélida Lobato poseía una quinta.
El barrio Puerta de Hierro, surgido tras un loteo que se concretó a fines de los años ´60, abarca 29 manzanas y debe su nombre a la empresa que lo subdividió y vendió, sus integrantes de orientación justicialista decidieron designarlo con el mismo nombre que la quinta donde residía el general Juan D. Perón en su exilio español.
El barrio La Blanqueada adopta esa denominación del negocio de carnicería que en 1944 inauguró Orestes Marciano en el cruce de las calles Ituzaingo y Juan José Paso. Para bautizar su comercio, Marciano se inspiró en una famosa pulpería de San Antonio de Areco llamada precisamente La Blanqueada. A principios del siglo XX, el mismo lugar fue bautizado Villa Gorch tras un loteo realizado por Alberto Gorch, dueño de las tierras, pero la intención de inmortalizar su apellido no perduró en el tiempo.
El barrio La Porteña así designado, es debido a que está instalado en tierras que pertenecieron a la estancia del mismo nombre, propiedad de Adolfo Rojas y Hermenegilda Álvarez, durante el siglo XIX.
El barrio Villa Anita tomó su nombre de la casona, que aún se conserva, construida a principios del siglo XX por Juan Laborde, propietario de una gran extensión de tierra. Ya fallecido su dueño la propiedad fue expropiada en parte, por el gobierno justicialista a fines de la década de 1940, y allí surgió el Barrio Obrero, inaugurado el 3 de octubre de 1953, por el intendente Alberto Vera.
En la parte restante del predio expropiado se instaló el Campo de Pato, el Club Atlético Defensores y el barrio Arquitectura. La construcción de este complejo fue gestionada en 1965, por el entonces intendente Enrique Rodríguez, ante la Secretaria de Arquitectura del Ministerio de Obras Publicas provincial, organismo que le dio su nombre y que en 1971 realizo la entrega de las viviendas.
El nacimiento y desarrollo de aquellas jóvenes barriadas, en muchos casos fue realmente dramático, sin luz eléctrica, sin colectivos, escuelas, asfaltos, menos servicios domiciliarios, muy lejos de las virtudes y bondades de las que hablaban los folletos de remates. Esto presentó una nueva realidad social en el Distrito.
Con el transcurso de los años las empresas inmobiliarias fueron cambiando su estrategia de venta y ofrecían loteos con nombres de fantasía, como por ejemplo Jardines de Moreno, denominación que da a entender que se trata de un lugar casi paradisiaco, alto y no inundable.
El barrio Jardines de Moreno nació en 1966 sobre una superficie de diez hectáreas, la venta estuvo a cargo de la inmobiliaria Claribe, 9 años más tarde, en 1975, se sumaron ocho hectáreas más, haciendo un total de 470 parcelas. Como en otros casos, los terrenos de esta segunda etapa se valorizaron por la ocupación del primer loteo.
También existieron loteos a los que se les impuso el nombre de los propietarios de las tierras vendidas, tal el caso del barrio Indaburu, familia vecina de Moreno, con tambo en aquel lugar.
Otro caso es el del barrio Sarza, que toma su nombre de Sixto e Hilarión Sarza, quienes arrendaban su campo para tambo.
Es en los primeros años de la década de 1960, que las firmas A.P.T.O. y Orprin, deciden realizar en conjunto la venta del barrio que llamaron Altos de la Torre, conformado por 26 manzanas. El nombre tiene su origen en una torre instalada en uno de los terrenos, presumiblemente para la extracción de agua.
El loteo de Moreno 2000 marco una época, su nombre simbolizaba el futuro, que parecía lejano. Fue el último gran loteo en Moreno, sobre una superficie de 66 hectáreas, a ambos lados del Acceso Oeste, en total 1.344 terrenos. La venta se realizó en tres etapas, la primera en agosto de 1975 abarco 12 hectáreas con 335 lotes, en el mes de mayo de 1978 la segunda, y fueron 719 terrenos ubicados sobre 31 hectáreas, con la reserva para dos plazas, la última comprendió 23 hectáreas con 635 parcelas.
Eran los años de la dictadura militar, en 1980 el Banco Central aplicó la circular 1050 que indexaba los créditos, medida que afectó directamente a los sectores de menores recursos, situación que las empresas inmobiliarias aprovechaban para recuperar terrenos ante la falta de pago.
Serán los vecinos de Moreno 2000, los iniciadores, alrededor de 1981, damnificados por la medida, junto con numerosos barrios de Moreno y otras localidades del Gran Buenos Aires, de un importante movimiento reivindicatorio que culmino recién en 1987 con la revisión de la norma indexadora.
En 1977 entró en vigencia la ley 8912, la nueva legislación regula el uso, ocupación y subdivisión de la tierra, y establecía requisitos de infraestructura básica para los loteos, esta medida legal sumado a la profunda crisis económica de aquellos años, con bajos salarios, desocupación, etc. hicieron desaparecer los loteos, redujeron la oferta de la tierra, que ahora se destinaba a countries, cementerios privados y destinos similares, para sectores de altos ingresos, negocios a los que se volcaban las empresas inmobiliarias.
Desaparecida la opción de la compra del lote familiar en cuotas, con el encarecimiento de la tierra, una situación económica agobiante, caída de los ingresos populares y falta de fuentes de trabajo, tras la erradicación de villas de emergencia, durante el proceso militar, en Capital Federal y la demolición de viviendas por la construcción de las autopistas porteñas, en los años siguientes habrá de surgir, lentamente, la ocupación y toma organizada de tierra pública y privada, primero en pequeña escala y luego más masivamente.
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