Izquierda Diario.- La inflación no afloja, el oficialismo no ofrece salidas de fondo para detener la suba de precios, la oposición patronal de Juntos y los liberales solo proponen un mayor ajuste contra el pueblo trabajador. La izquierda propone cinco medidas para frenar la inflación y sus consecuencias.
La inflación en abril ya acumula en lo que va del año un 23,1 %, y según las consultoras alcanzará a fines de 2022 un 65,1 %. Los precios de los alimentos y bebidas aumentaron por encima del nivel general y acumuló en los primeros cuatro meses del año un 28 %. Las familias más pobres destinan una mayor proporción de sus ingresos a comprar alimentos. Así, cuanto más alta es la inflación en los alimentos, el impacto sobre los sectores de menores ingresos es mayor.
Alberto Fernández anunció que empezaría una guerra contra la inflación, pero perdió la batalla, en abril trepó al 6 %. El ministro de Economía, Martín Guzmán, insiste que la situación externa le pone presión a los precios y señaló en una entrevista en Brotes Verdes que hay que “generar una imagen de confianza”, en un contexto dominado por las disputas internas dentro del Frente de Todos.
Roberto Feletti, secretario de Comercio, propone aumentar los derechos de exportación, pero Guzmán respondió en C5N que “no se van a modificar”. El incremento de retenciones que propone Feletti tampoco resuelve el problema de la inflación. Si bien intervienen en el reparto de la renta agraria, no afecta el conjunto de actores que convierten al agro argentino en un eslabón subordinado en las cadenas agroalimentarias organizadas globalmente por unas pocas multinacionales imperialistas. Tampoco afecta su capacidad para condicionar el desenvolvimiento de la economía, por el papel central que juega la cadena en el comercio exterior y la disponibilidad de dólares de la economía local.
Las medidas del Gobierno, controles y acuerdos de precios, son un parche. No atacan el poder concentrado que tienen las grandes firmas, que llega al punto de que dos o tres pueden repartirse la casi totalidad de las ventas en el sector.
Desde la derecha patronal, Hernán Lacunza, exministro de Hacienda de Macri, sobre la inflación señaló en el evento organizado por Clarín que nunca se intentó en los últimos 45 años “equilibrio fiscal duradero por muchos años”, otra vez la receta es el ajuste que ya se demostró que fracasó. Los liberales como Milei propusieron para terminar con la inflación la dolarización, un proyecto inviable ante la escasez de dólares y que significaría una fuerte devaluación que destrozaría los salarios.
¿Qué propone la izquierda?
El Frente de Izquierda Unidad propone medidas de otra clase para combatir la inflación, y medidas de emergencia, que garanticen el nivel de vida del conjunto de las mayorías trabajadoras.
Aumento de emergencia de salarios y jubilaciones
Es necesaria una suba salarial y de jubilaciones de emergencia para recuperar todo lo que se perdió con Macri hasta la actualidad, y un salario mínimo de $ 95.000 que se ajuste mensualmente según la inflación, en el camino de lograr un mínimo que cubra la totalidad de una canasta familiar, hoy calculada en $ 154.134 por los trabajadores de la Junta Interna Ate Indec.
La CGT y el conjunto de las conducciones sindicales tienen que salir de la pasividad que mantienen ante este ataque, romper la tregua y movilizarse. Son urgentes asambleas en los lugares de trabajo y estudio para discutir medidas de lucha efectivas.
Los trabajadores que perciben el Plan Potenciar perciben la mitad del salario mínimo, vital y móvil, una suma que no alcanza para llegar a fin de mes, el empleo precario y la desocupación afecta a un sector importante de la clase trabajadora. Por eso la izquierda propone reducir la jornada laboral a 6 horas diarias con cinco días laborales a la semana, es decir treinta horas semanales, sin reducción salarial y con un salario mínimo igual a la canasta familiar. La propuesta apunta a que nadie se quede sin empleo. Es para que trabajemos todos. Pero además para que lo hagamos con todos los derechos, por eso también planteamos el fin de la tercerización laboral, con el pase a planta permanente de esos trabajadores y trabajadoras.
Apertura de registros contables y control de precios
Las patronales evaden los programas oficiales de Precios Cuidados o realizan maniobras para no cumplir con los productos acordados. Por eso es necesario organizar comités de trabajadores y consumidores sobre todas las cadenas de productos esenciales, desde la producción, distribución hasta la venta en grandes supermercados. Así, se podría impedir que las grandes cadenas de supermercados e hipermercados remarquen los precios sin control.
Las grandes empresas acuden a miles de trampas para dibujar sus costos y los números, alteran los mecanismos de producción para no fabricar aquello que les da menos ganancias. Solo los trabajadores de cada empresa pueden enfrentar eso, que conocen los procesos de producción. También es necesario imponer la apertura de los registros contables. Ese es el único medio para verificar sus ganancias reales, así como las maniobras que puedan hacer para presentar números menores a sus ingresos reales.
Nacionalización del comercio exterior
Para evitar las maniobras especulativas de las grandes empresas que «importan» la inflación internacional y la fuga de divisas son necesarias medidas de fondo. Los problemas de la inflación no se pueden enfrentar hasta el final sin afectar de conjunto la estructura del capitalismo argentino. Los grandes empresarios son los que fugan divisas y organizan sus negocios en función de las ganancias que obtienen a nivel internacional. Las grandes alimenticias producen para ganar exportando mientras una porción enorme de la población pasa hambre. El monopolio estatal del comercio exterior permitiría controlar la entrada y salida de dólares bajo control de los trabajadores, evitando así las maniobras especulativas que hacen las grandes patronales, la estatización de los puertos que en la actualidad están en manos privadas, y la expropiación de los 4.000 grandes propietarios.
Nacionalización de la banca
Además, hay que nacionalizar el sistema bancario bajo control de trabajadores y trabajadoras para evitar la fuga masiva de dólares que empuja a la permanente crisis del país, para proteger a los pequeños y medianos ahorristas y canalizar el ahorro nacional hacia el crédito que permita desarrollar las actividades para responder a las más urgentes necesidades sociales.
Nacionalización de las empresas de servicios públicos
Durante el macrismo las tarifas de servicios como la luz o el gas aumentaron más de un 1000 %. Como parte del nuevo programa acordado con el FMI, el Gobierno dispuso el aumento de tarifas y recientemente convocó a audiencias públicas para aplicar nuevas subas.
Con la nacionalización de los servicios públicos, bajo control, administración y gestión de trabajadores y control de los usuarios populares, se podría acceder a tarifas bajas o gratuitas para quienes no pueden pagarlas. Los servicios públicos son un derecho esencial cuya provisión no puede estar guiada por la lógica del lucro capitalista.
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