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DEL OFICIALISMO, CRÍTICAS CUIDADAS AL ÚLTIMO AÑO DE FESTA –

El análisis de los ejercicios, utilización de los recursos que administra cada Intendente, prioridades, transparencia, siempre tuvo hasta ayer un capítulo dedicado a la recolección de residuos o contrato de Consorcio Trébol. Sentados en las butacas del Teatro Marechal, de los 23 concejales /as, ninguno /a hizo mención a la erogación más grande y polémica que tiene el gobierno.

El tema histórico, cuestionado por los que estaban del mostrador y que hoy atienden en territorio, no puede explicarse o ser justificado por el nuevo modelo mixto de recolección que se elabora para noviembre. La Rendición de Cuentas de 2019 permite conocer cómo y cuánto pagó la gestión Festa en el último año de mandato. Punto seguido: los cajones estaban, la información también, alrededor de cuatro o cinco concejales /as del total (24) exploraron en los expedientes en modo sostenido pero el DATO no salió a escena.

El nuevo oficialismo, en la voz de Lucas Franco y Patricia Rosemberg, hicieron eje en dos puntos que la Intendenta Fernández expuso en la apertura de sesiones ordinarias: Salud (ejecución o sub ejecución de programas; tercerización en el cobro de Tasas en manos de la empresa TIP S.A). Ambos quedaron rebatidos o bien un intento de hacerlo, por parte de las concejales Verónica Vendrell (ex Secretaria Privada gestión Festa) y Carola Hernández (ex Administradora General del IMDEL gestión Festa). El tercer voto «festista», Horacio Chiqué, expuso que por los tiempos y las demoras (producto, todo es por la pandemia) la Rendición de Cuentas 2019 está aprobada por el Honorable Tribunal de Cuentas. La Presidenta del cuerpo, Araceli Bellota rebate la «opinión» al aducir que el HTC «acepta extender el plazo de aprobación o rechazo» (vence el día 22 de junio), al tiempo que la concejal de la UCR en Juntos por el Cambio, Dolores Fábregas, dice en la sesión que el Tribunal de Cuentas le respondió a ella que «había más tiempo para evaluar el ejercicio 2019», por lo que no solo rechazó el apuro sino que aseguró que (una vez más) el cuerpo no estaba cumpliendo con la ley vigente. Tras la alocución, Fábregas se retiró del recinto.

De los siete integrantes que quedaron de la oposición (Juntos por el Cambio), hablaron Claudia Asseff y Gisele Agostinelli. El rechazo (ampliaremos en detalle) tiene consistencia en el «exceso en los gastos que produjo Festa; crecimiento de la deuda flotante (pasó de $479.441.891 a
$797.169.256 en un año)
, contrataciones directas con sobreprecios, adjudicaciones directos en beneficio de dos empresas; la infaltable COMPUBECCAR, aplicación del Fondo Educativo, baja en la recaudación municipal que eleva los niveles de independencia con Provincia y Nación; uso de dinero público para viáticos; recepción por parte de Festa de la totalidad de fondos de Provincia (Vidal) y Nación (Macri), los tickets o vales de combustible, entre otras cosas.

La Rendición 2019, último año de Festa, tuvo poco debate, escasos datos y profundidad, algo que si ofreció el Concejo Deliberante al analizar e investigar la Rendición 2015, el último año de Mariano West, que tuvo un derivado en la justicia.

Hubo tres dictámenes, uno que deriva de la Ordenanza del Departamento Ejecutivo que «aprobaba los excesos en el gasto del ex intendente Festa». Puesto a consideración, todo el bloque del Frente de Todos (16), nuevo oficialismo, festistas y con identidad propia pero adentro, dijeron APROBADO.

Un segundo dictamen (que se envía al Tribunal de Cuentas), del Nuevo Oficialismo «rechazando la administración de recursos por parte del ex intendente, sin portar grandes y severas observaciones» tuvo la aprobación de 13 manos. Veáse que el Nuevo Oficialismo descartó consensuar un dictamen con Juntos por el Cambio, frente que llevó un trabajo con más desarrollo y que abre ventanas para mirar las irregularidades. Con la puerta cerrada, la oposición tuvo sus siete manos (7), algo menos que 16 rechazos.