MORENO SUR Y EL TRABAJO ALIMENTARIO –
Repasar los argumentos de por qué un encuentro cercano, con distancia, pero vínculo casi fugaz, tiene importancia vital.
Escuchar las razones que conducen al fuego en grandes recipientes para luego derivar ese alimentos en envases domésticos que se extienden en las manos.
Comprender que el criterio de igualdad o simetría alimentaria responde a asumir que es imposible llegar con bolsas a todos los sectores, los que están en vulnerabilidad hace años y los que ingresan en ese radio porque la informalidad o precariedad laboral los volvió visibles.
En un modelo pastoral y a la espera de productos que enviará la Municipalidad, en Moreno Sur es la Iglesia con el padre Leonardo Silio como referencia, la que sostiene el calor de las ollas desde un enfoque muy social y terrenal: «Estamos trabajando fuertemente y articulando, compartimos lo que nos dice el Papa Argentino en esta hermosa oración que realizó el 27 de marzo en la Plaza San Pedro, con esta imagen de la plaza vacía diciéndonos que “en esta barca estamos todos y que nadie se salva solo”. Este es nuestro principio en este caminar y acompañar a cada una de estas personas que sufren, que tienen angustia, están tristes, tienen miedo y a veces hasta con falta de esperanza. Uno de los puntos que creemos importantes en esta pandemia es acompañar a las familias desde dos puntos; primero que sean conscientes del cuidado, de no salir de sus casas, permanecer en los barrios, de no transitar podría ser muy dramático para nosotros que el virus llegue a nuestros barrios, y el segundo punto de contención, lógicamente, es el acompañamiento de los alimentos. Nosotros sabemos muy bien que las personas que están en nuestros barrios, en su gran mayoría, vive de las changas, de trabajos no formales y que toda esta situación impide que ellos puedan salir a trabajar, por lo tanto necesitan ese apoyo del Estado, de la Iglesia y de todas las instituciones que están en el barrio para poder dar una respuesta. Nosotros puntualmente, en Moreno Sur y también en otros puntos del distrito que la Iglesia está acompañando, junto a los sacerdotes que estamos trabajando conjuntamente, hemos visto la necesidad de abrir espacios de viandas, de ollas comunitarias, creemos que ese espacio es importante porque es la manera de acompañar semanalmente a todas las familias, ya sea con una olla popular tres (3) veces por semana, en algunos lugares toda la semana, nos parece importante acompañar desde ese lugar y también el recurso que podamos llegar a recibir lo podemos hacer mucho más fructífero cuando lo ponemos en una olla y lo compartimos.
¿Qué es exactamente una tarea pastoral?
Nosotros creemos que nos parece importante que podamos tener contactos con esa familia toda la semana y a través de la olla popular lo tenemos. Pensemos que estamos hablando de personas que están solos en sus casas, que no pueden salir, que tienen miedo, entonces tener la presencia de la olla es muy importante. Segundo, poner todo en una olla, de que puedan llevárselo, hace también a la higiene que nosotros podemos sostener contra la propagación del virus. Y por otro lado, en la entrega de bolsones sabemos que necesitamos una cantidad muy importante cosa que no lo tenemos, el gran porcentaje de nuestros barrios es gente humilde, gente pobre y si salimos a repartir bolsones necesitamos que le lleguen a todos y eso no lo podemos garantizar.
Ayer comenzaron las ollas con la ayuda de efectivos del Ejército
Nosotros en Moreno Sur empezamos el sábado, continuamos ayer. Vamos despacio porque también necesitamos recibir los recursos para poder ir sosteniéndolo. El martes 7, el Ejército ya comenzó a acompañarnos, la Intendenta decidió que uno de los lugares sea Moreno Sur, lo cual lo compartimos y acompañamos. Son barriadas muy grandes y la logística del Ejército nos va ayudar a poder llegar a más lugares. El martes realizamos la primer entrega en Manantiales y Atalaya y así con el correr de los días será en otros barrios.
En la carta que enviaron a la Intendenta puntualizan que están a disposición, proponen hacer ollas populares más que entrega de bolsones, y hacen saber que es momento de miradas amplias y contenedoras
Nosotros nos hicimos eco de lo que nuestro Presidente ha dicho, no tiene ningún objeto de dirección la carta, solo de reforzar la idea en el cual, a quien le toca conducir nuestro país, nos marca este camino y nosotros apoyamos. Y esa es la línea en la que nosotros queremos caminar en donde todos nos seamos parte y nos podamos sentir acompañados, ya sea por la Iglesia, el Estado Municipal, por las organizaciones sociales y todas las personas que integran nuestros barrios. También la carta apuntaba a eso a manifestar a la Intendente que nosotros estamos dispuestos a trabajar en esa línea y es lo que venimos haciendo, de hecho estamos en diálogo, a mí me toca acompañar Moreno Sur y estoy en constante comunicación para ver cuáles son los caminos para recorrer.
Padre, respecto a los alimentos que se necesitan para sostener las ollas, ¿ustedes como lograron hacerlo y qué están esperando?
La olla las venimos sosteniendo con recursos que nosotros tenemos de Cáritas, que obviamente es una institución que tiene sus espacios propios de buscar y encontrar recursos para estas situaciones. Estamos a la espera de que le llegue al estado Municipal los alimentos que ellos habían solicitado, para también poder poner todo en común y poder seguir transitando, al menos en esta parte de Moreno Sur, con las ollas populares.
También esperan del Municipio o van a sostener con Cáritas, porque es poner en común el punto.
Si, nosotros esperamos, deseamos y creemos que va a ser así, porque queremos tener esta confianza de que los recursos los va a poner el Municipio porque si no sería insostenible.
¿Qué es la pobreza y la angustia combinadas en este tiempo?
En términos más criollos, es una bomba explosiva pero es una combinación que necesita mucho esfuerzo de parte de quienes nos tocan conducir un espacio institucional, un espacio de referencia en los barrios. Ese tiene que ser nuestro objetivo de acción, acompañamos esa angustia, esa pobreza en el corazón de nuestro pueblo, ahí es donde tenemos que tener puesta la mirada. Seguramente que es muy difícil hacer una cuarentena en un espacio pequeño, donde viven muchas personas, empezó el frío, son todas cosas que nos van preocupando y nos hacer poner los ojos y mayor esfuerzo en nuestro compromiso. Esa combinación es a lo que tenemos que estar atentos porque cada uno puede manifestarse de diferente forma. Me parece que en eso tenemos que estar atentos como institución, como Iglesia, como Estado, como cada una de las personas que nos toca acompañar.
Esto de la Iglesia en el barrio, en los barrios profundos y con el Ejército, ¿qué recepción tiene?
Lo que vi en cada una de esas personas que se acercaron fue sonrisas de agradecimiento, de estar ahí, de acompañar. Tal vez lo que compartíamos eran cinco segundos que era lo que tardábamos en poner los cucharones adentro de la olla, pero ese tiempo de contacto es el “gracias” es decir “estamos acá”, es todo un signo muy importante para la gente, lo cual tenemos que valorarlo y saber que eso también es lo que nuestro pueblo necesita en este tiempo donde no nos podemos dar un abrazo que a nosotros tanto nos gusta lo afectivo es muy importante, el estar cerca, aunque sea a dos metros de distancia.
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