DENUNCIA QUE LA EX PAREJA SE LLEVÓ A SU HIJO VIOLANDO UNA PERIMETRAL –
Johanna Gutiérrez tiene treinta años, vive en Barrio Parque Paso del Rey. Desde el 30 de marzo reclama que su ex pareja le restituya a su hijo de tres años. Necesita que su historia se conozca, es urgente que la justicia de forma ágil garantice la integridad del menor.
Javier Alejandro Paz se lo llevó cuando ella se encontraba hospitalizada con su hija de 8 años. De esta forma habría aprovechado la situación para trasladarlo fuera de Moreno, sin ninguna explicación, negándole a partir de ese momento, el vínculo con la madre. El niño desde que nació vivió con la mamá, ella siempre trabajó y fue sostén de familia, pero desde enero no hay vínculo.
La causa por el pedido de restitución del menor está a cargo del Juzgado de Familia N° 3 de General Rodríguez (Jueza Silvia Mónica Báez) . El padre del menor, ex pareja de Johana, denunciado por hechos de violencia en varias oportunidades, en enero de este año de forma abrupta, en el marco de una situación extraordinaria, y sin mediar ningún diálogo decide sacar a su hijo del hogar donde desarrollaba su vida cotidiana.
En materia jurídica, el artículo 3, de la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (26.061) menciona “se entiende por interés superior de la niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías reconocidos en esta ley”. Para luego desarrollar en cada uno de los incisos los puntos específicos, por ejemplo en el inciso “F” expone la importancia de RESPETAR el CENTRO DE VIDA del niño, niña o adolescentes: “Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia. Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el ejercicio de la misma, filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción, emancipación y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito donde deba desempeñarse”.
A pesar de esto, la Justicia dilata la situación, no se tiene en cuenta los hechos de violencia reiterados hacia el menor y su madre, y desconoce como de forma abrupta el padre decide sacarlo de su “centro de vida”.
Johanna no comprende por qué no la escuchan, por qué nadie garantiza la integridad física y emocional de ella y su hijo de tres años, ya no sabe qué puertas debe golpear:
Javier Paz se lleva a tu hijo en enero ¿en qué contexto?
Cuando el señor se llevó al nene, yo me encontraba hospitalizada con mi hija de 8 años porque fue víctima de una bala perdida que ingresó en su cadera. En ese contexto, el señor teniendo una perimetral, se acercó al domicilio, se llevó al nene que estaba con mi mamá. Le dijo que se lo llevaba porque la criatura no podía estar en un lugar así.
¿Qué hiciste cuando te enteraste que estaba con él?
Cuando yo me entero que él me llevó la criatura, le mandé un mensaje y le dije que me lo traiga que ya había salido del hospital y que lo traiga a casa. Él me responde con una llamada, con número privado, me dice que deje de molestar, que el nene está mejor con él que conmigo y textualmente: “deja de romper las bolas, te voy a matar si seguís rompiendo las bolas, no te acerques a mi porque te voy a pegar una patada en el orto”.
¿Qué te explican desde el Juzgado?
La segunda vez que me llamaron, el secretario me leyó un informe donde decía que la psicóloga lo atendió al nene, que el nene no habla, que necesita ir a un especialista, que no se le entiende , dicen que en un momento ella le preguntó si quería verme a mí y el nene le dijo que sí, que me extraña. Luego me dijeron que lo entrevistaron a él, no sé que dijo, aparentemente que la blanca paloma es él y la mala soy yo.
¿De qué tenés miedo?
Que me mate, que lo mate al nene y se mate él, que cumpla con sus amenazas. Tengo miedo de no volver a ver mi hijo, tengo miedo que me mate.
¿Desde cuándo él ejercía violencia?
Siete años viví de violencia, cinco años de maltrato porque los otros dos años recién empezábamos, estábamos juntos, había celos de por medio y gritos, pero no golpes. Después empezaron los golpes y más golpes, hasta que se cumplieron siete años de maltrato con ese señor.
Muchas preguntas se desprenden de esta historia:
- ¿Cuál es la perspectiva de género que tiene la justicia?
- ¿Por qué una madre desesperada es re-victimizada cuando reclama ayuda y protección para su hijo?
- ¿Quién piensa en el interés superior del niño?
- ¿Quién escuchó al niño?
- ¿Por qué la justicia no actúa ante una persona con antecedentes de violencia?
- ¿Qué tienen que hacer las mujeres madres para ser escuchadas?
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