FUERA DE CUALQUIER CONTROL –
Los mensajes telefónicos, las notas, el daño a automóviles, las amenazas directas y anónimas, tuvieron el teórico efecto deseado: la olla en la puerta del Centro Complementario se mudó a la plaza. Así terminó la semana pasada.
Desde el lunes, la olla dejó la plaza de Villa Anita para convertirse en una olla barrial ubicada en la calle Tupungato, entre Soldado Toledo y Reservistas Argentinos. Así, esa escalada de violencia había alcanzado el objetivo escrito en papel. Sin embargo esta tarde se produjo algo más que demuestra la inexistencia de límites. Al salir del CEC N° 801, a dos cuadras de su casa, Corina Debonis fue interceptada por unos sujetos que la subieron a un auto, le pegaron, colocaron una bolsa en su cabeza y, finalmente, escribieron en su abdomen un mensaje: olla No.
Junto a personal directivo del CEC N° 801, la trabajadora docente realizó la denuncia en la Comisaría de La Reja. Para mañana se dispuso que no se abrirán las puertas del establecimiento.
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