Desde el jueves los grifos se abren y comienza la plegaria a San José, porque el barrio que tiene su nombre da inicio el tiempo de súplicas. Cada año los /as protagonistas conocen sus roles: salir a la ruta, esperar respuestas, soñar que a la noche sube el agua y racionalizar el uso.
Es un barrio donde la prestación corresponde a AYSA, la empresa que marcha hacia la privatización y que en Moreno ya no tiene oficinas de atención al público.
Alejandra que vive sobre la calle Italia, a metros de un jardín de infantes y como muestra que el problema es HISTÓRICO muestra que el tanque de aprovisionamiento de la vivienda no está en el techo sino enterrado en planta baja.
Madre de tres hijos pide solución al gobierno de Mariel Fernández y anticipa que de no obtener el agua potable por la que paga «irá a la Plaza Mariano Moreno y lavará la ropa en la fuente municipal».
Esta tarde vecinos /as se van a manifestar sobre la Ruta 23. Es poco probable que imploren «Glorioso San José, sabes cómo hacer posibles las cosas más imposibles, abre tus ojos de padre a los intereses de tus hijos«. Tal vez haya un corte de la arteria y el reclamo se dirija a las autoridades terrenales… porque el agua es un derecho.
Entrevista completa en Desalambrar Tv:
MÁS HISTORIAS
Continúa la campaña de prevención contra el dengue
El que fusiló al Chino y a Marote murió impune
Sonríen, el Estado brinda asistencia humana y de calidad en Cuartel V