Por Mercedes Coifin – Teniendo presente a Laura, nuestra compañera como trabajadora social y compañera de lucha, reflexiono hoy 29 de mayo.
Traigo a la memoria la historia de lucha desarrollada desde 2006. Eramos un grupo de trabajadoras sociales entre las que estaba Laura en defensa de los DDHH en una institución de control como era y es el Patronato de Liberados Bonaerense. Teníamos en claro que los DDHH, eran el eje táctico de nuestras acciones. En 2013 Laura desaparece, luego encuentran su cuerpo, violada y asesinada. En aquel momento nos movilizamos con legítima furia y, como hoy, denunciamos al Estado como principal responsable y a las Fuerzas de Seguridad como actores necesarios para perpetrar semejante crimen. Recuperando ese hilo de memoria reflexiono sobre la realidad social de hoy.
Las condiciones de vida de las personas continuan estableciendo las condiciones de su muerte. Todos los días muere unx trabajador/a, una mujer es asesinada, un femicidio, todos los días se producen abusos y violaciones de niñxs… en cuarentena igual. Las desapariciones de personas se producen… en cuarentena también. En San Luis o Tucumán al igual que le pasó a Daniel Solano.
La represión a comunidades originarias se produce… en cuarentena también. No pararon los saqueos, la mineria, la soja, el desmonte. Todo lo contrario, en Argentina y en toda América Latina, aprovecharon la cuarentena para sacar las Fuerzas Armadas a las calles.
Sin consenso no hay represión,
Sin consenso no hay desapariciones, femicidios y asesinatos laborales.
Sin consenso no hay cárceles y comisarías llenas de pobres.
Pedir Justicia, pedir más punitivismo no significa bajar el número de femicidios, ni de trata, ni de narcos. Ayer en los tribunales de Lomas de Zamora un trabajador Marcos Bazán fue condenado por un femicidio que no cometió, mientras la policia y los narcos responsables de la trata de niñas como Anahí y de su violación y asesinato, están libres y gozan de buena salud.
Esas son las leyes burguesas, el crimen se construye desde arriba. Los crímenes estatales y para-estales están produciendo más muertes que el covid en toda América Latina. Para que se produzca este Estado de barbarie y muerte calculada, extractivismo de la tierra y de los cuerpos tiene que haber consenso y el pánico llegó para facilitarlo.
Por eso la memoria es tan necesaria como el agua, y todos los elementos de la Naturaleza, y la propia vida para poder seguir caminando, para que nuestras próximas generaciones no sean sobrevivientes, autómatas frente a una computadora, muertxs de miedx, enajenadxs sociales, mientras el mundo sobrevive en la barbarie.
No es solxs y en aislamiento que se sale de la enfermedad y de la muerte.
Ni con más punitivismo, ni con más leyes, el Estado benefactor paternalista ya no vuelve, ni el Estado de bienestar, ni de derecho es, ni fue nunca, para todxs. El Estado es benefactor de los Benetton, los Lewis, los Gates, los Grobocopatel, las multinacionales y políticos, funcionarios y funcionales al saqueo del mundo.
Las condiciones de trabajo y de vida solo se transforman cuando nosotrxs, lxs que producimos, lxs de abajo, decidimos parar el mundo.
Seamos nosotrxs los que decidamos, en la calle, parar la produccion por mejoras y dignas condiciones de vida para todxs nosotrxs.
Libertad a todxs los presos sociales y políticos.
Libertad a los presos mapuches que defienden la tierra.
Y a los mas de 2.500 presxs por las revueltas en Chile.
Basta de represión a las comunidades Mapuches.
Nuestra solidaridad a lxs trabajadores que salen a la calle a reclamar sus derechos como en Chubut, en las fábricas, como algunxs estan haciendo en todo el mundo, por la dignidad de plantarse frente al consenso generalizado que se opone.
Pensar y accionar en la calle en relación a estas injusticias es lo único que se puede hacer hoy a 7 años de aquel 29 de mayo de 2013. Solo así Laura estará presente.
Que la rebelión sea la bandera que nos una a todxs los que estamos abajo.
Mercedes, trabajadora, autoconvocada, compañera de Laura
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