SITIO DE MEMORIA –
Por Pabla Ochoa– En la tarde del martes 19 de septiembre, en la sede de la Universidad Nacional de Moreno, se realizó la señalización del ex Instituto de Menores Mercedes de Lasala y Riglos como sitio de memoria.
En una jornada con gran participación de estudiantes de distintos establecimientos educativos, y de organizaciones sociales, políticas y sindicales, el acto comenzó con actividades culturales a cargo de un ballet de folclore, Sonia Ladman y El Rastrillo. Mientras el lugar se vestía de expresión activa de la memoria, el Colectivo Muralista por la Memoria junto a las personas que integran el Taller de Ayuda al Discapacitado de Moreno (TADIM), pintaba huellas y nombres en el piso de la sede. También afiches que reclaman la aparición con vida de Santiago Maldonado, estaban en el lugar, generando la relación entre el pasado y el presente, en una actividad realizada un día después del acto a 11 años de la desaparición de Jorge Julio López y 49 días de Maldonado.
El acto fue resultado de un extenso trabajo de investigación de los alumnos de la escuela Nª 35 y de la Asociación Civil “Moreno por la Memoria”. En el escenario estaban Yamila Zavala Rodríguez, Nicolás Koncurat, Pía y Camilo Ríos Armelín y Federico Carlevaro, quienes a la edad de 2 a 5 años estuvieron ilegalmente en el Instituto de Menores Lasala y Riglos, luego del secuestro y/o asesinado de sus padres por la dictadura cívica, militar, eclesiástica.
Con la mirada atenta, también en el escenario estaban Ariel Gomplewicz de la Dirección Nacional de Sitios de memoria dependiente del Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría Derechos Humanos de Nación , Francisco Mones Ruiz , Jefe de gabinete de la Secretaría DDHH BsAs; Silvio Santantonio y Cristina Livitsanos por la Universidad Nacional de Moreno; Emiliano Quinteros, Director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Moreno, Sandra Raggio, Roberto Cipriano García y Víctor Mendibil por la Comision Provincial por la memoria CPM y Martha Ibarra de Moreno por la Memoria.
En diálogo con Desalambrar, Martha Ibarra, de Moreno por la Memoria, habló de la importancia de esta señalización: “Hoy, luego de 3 años de trabajo hemos logrado que se señalicé el Riglos como un sitio de memoria, aclaramos que señalizamos el funcionamiento del Instituto de Menores Riglos y no la Universidad Nacional de Moreno, porque eso fue una de las cuestiones que nos hizo retrasar esta actividad. Costó mucho el vínculo pero llegamos a esto porque hemos tenido mucho apoyo de la Dirección Nacional de Sitios de memoria dependiente del Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría Derechos Humanos de Nación, que vinculo al Estado municipal, provincial y de nación con los organismos de derechos humanos y con las víctimas”.
Hoy se observa gran presencia de estudiantes de distintas escuelas de Moreno ¿qué opina del resultado del trabajo pedagógico de la memoria?
Lo que hemos visto es que a los docentes le costó mucho la salida de las escuelas, pero que es logro de Jóvenes y Memoria esto, porque es la segunda señalización en Moreno, que en esta ocasión lo hace la Escuela N°35 junto a Moreno Por la Memoria, con un reconocimiento municipal. La primera vez fue en el 2013 con los jóvenes del Colegio Mariano Moreno con la Comisaria Primera de Moreno, luego no hubo otra señalización en nuestro distrito.
Para los que no están informados ¿qué sucedía en este lugar en esos nefastos años?
Acá eran alojados los hijos de detenidos desaparecidos luego del secuestro o asesinato de sus padres. Los traían acá, a veces con intervención de la justicia y otras no. Todos para salir de este lugar tuvieron que tener la autorización de los militares de alguna forma. Esto está comprobado, era el poder represivo de los militares quienes daban la última palabra a los familiares y muy pocas veces fue el circuito de búsqueda desde los institutos de menores.
Al inicio de la entrevista señaló que costó esta señalización ¿Por qué sucedió esa distancia entre el Estado y la Universidad Nacional de Moreno con los organismos de derechos humanos?
Porque no se consideraba verídico, no creían en lo que había pasado en este lugar, aún teniendo las pruebas. Falta mucho para concientizar, hay que dar charlas y espacios de debate dentro de la Universidad Nacional de Moreno. Creo que tiene que ver con negarlo, ahora estamos en otro momento, ya está la placa dentro y fuera del lugar, lo que hace que todos lo vean. Lo importante es que es el primer instituto de menores de América Latina en señalarse como sitio de memoria.
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