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EN BARRIO SATÉLITE UN ENCUENTRO SIN DISTANCIA GEOGRÁFICAS –

Una joven representante del MOCASE Vía Campesina entrega su pintura de la lucha diaria en Santiago del Estero. Habla a los educadores de la Escuela Primaria N° 56 y comparte el sueño de repoblar el campo con dos millones de jóvenes y así discutir la soberanía alimentaria. Pasa el Jueves Santo y el viernes en ese barrio Satélite, en el Centro Comunitario Casita Feliz hay murmullo de comunidad, risas compañeras y un vapor que emana de la cocina que anuncia un compartir colectivo. A ese lugar se llega sorteando pozos, abandono y olvido. En ese sitio del Moreno profundo Margarita Gómez habla de Recupera el Campo y una reforma agraria. “La verdad es que nos vincula la lucha que se da, tanto aquí como en el campo. Estoy muy contenta de venir al barrio profundo donde los jóvenes pueden contarnos cómo es el barrio, algo que no se conoce mucho en el campo o bien sabemos lo que muestran los medios de comunicaciones que por supuesto sabemos qué es lo que quieren mostrar. Creemos que lo que hay en común entre el campo y las ciudades son las luchas que se llevan adelante, como la defensa de la vida y de los derechos. Conocer el trabajo de quienes coordinan estos lugares y el pensamiento de los jóvenes es algo que ayuda y mucho al Movimiento Vía Campesina y al MOCASE. También creo que el contar nuestra historia es algo que a ellos los fortalece porque luchamos por la tierra, el trabajo, la producción. El territorio es materia común entre los que viven en las ciudades y en el campo”.

El tema del campo está maquillado e invisibilizado. No se profundiza sobre la desertificación de los suelos, los desmontes de los bosques, las fumigaciones porque se habla de los agronegocios. ¿Qué ocurre en tu territorio con todo esto?

A través de los desmontes que impone el cultivo de soja lo que produce es que nuestras comunidades son desalojadas y allí interviene la policía, Gendarmería, barras bravas o la banda de encapuchados que llevan los empresarios. Detrás de la soja está el envenamiento del agua, que las escuelas se sigan cerrando y mucha gente se va a vivir a la ciudad. Nuestra lucha a lo largo de 27 años frenó un poco que las comunidades sean desalojadas. Todo esto fue muy fuerte en los años ´90 y llevó a que muchos santiagueños pasen a vivir en las villas de Buenos Aires. En nuestra provincia llegaban hombres de saco y corbata y se pensaba que eran los dueños. Esos desalojos comenzaron a frenarse cuando la comunidad puede organizarse. Los medios de comunicación muestran el provecho de la soja o los monocultivos pero ocultan las enfermedades, los desalojos, la migración interna, sin olvidar los asesinatos de Cristian Ferreyra y Miguel Galván, cuando somos nosotros los que producimos los alimentos que llegan a la mesa de los argentinos.

AUDIO 1 MARGARITA

 

Margarita habita en Rincón del Saladillo provincia de Santiago del Estero. Sus padres viven de la tierra y la producción familiar. Reconoce que la organización tiene la complejidad inherente de saber por qué se lucha por el territorio. Huertas familiares y comunitarias se enfrentan a un modelo global de despojo y saqueo de nuestros recursos comunes: “Las familias que producen ganado lo hacen bajo un criterio comunitario de la tierra pero están siendo alambradas por el agro negocio. Hay gente armada en algunos territorios, un aspecto que los medios de comunicación no muestran.Como sucede aquí en los barrios, allá en el campo la policía ingresa a altas horas de la noche para detener a nuestros compañeros. Los empresarios pagan a la policía para que esa fuerza acompañe la llegada de las topadoras. Son luchas en común que se pueden visibilizar en estos encuentros…

¿Cómo es eso de los encapuchados?

Es gente armada que contrata el empresario. En lo que va del año ya tenemos tres denuncias de ese accionar en la zona de Bajo Hondo, Añatuya y en el norte de Santiago del Estero.

¿Qué ocurre con las fumigaciones cerca de las escuelas o centros más urbanos?

Es algo que venimos denunciando desde hace muchos años. Muchas escuelas cerraron por eso ante un Estado ausente y cómplice porque hicimos la denuncia en el Ministerio de Educación y en otras instituciones pero nos siguen fumigando con avionetas y máquinas en las puertas de las escuelas. Alambran los establecimientos y a la vuelta le siembran la soja y el maíz, entonces los maestros no quieren ir a la escuela porque están siendo fumigados. Está comprobado científicamente que la fumigación afecta a la salud pero las empresas como Monsanto y Cargill, los dueños de los venenos avanzan porque el Estado no se compromete. Esto sucede en Latinoamérica porque en Europa está prohibido totalmente. Pienso que ahora como estamos se pueda hacer algo desde el Estado.

AUDIO 2 MARGARITA

 

Venir a Moreno y ver la realidad te da mucha más fuerza para seguir luchando” declara Margarita, una mujer de 26 años que nunca deja de hablar de las luchas: “Vamos a seguir defendiendo nuestro monte, para volver al campo y seguir teniendo una vida digna. Hoy es el momento de poder encontrarnos en las diferencias y las cosas que tenemos en común. Llevamos a nuestra tierra el aprender y escuchar la palabra de los jóvenes de este barrio para explicar allá la realidad y así romper el mito que crea que la televisión”.

¿Es un plan recuperar el campo, lo comunitario y enfrentrar con ello el agronegocio, el envenenamiento y la destrucción?

Nosotros tenemos como objetivo lo que llamamos la vuelta al campo y la reforma agraria. Creemos que hay que poblar el campo con dos millones de personas para poder hablar de una soberanía alimentaria. Queremos que los jóvenes vuelvan a ocupar el campo que les ha sido sacado. Eso se hace construyendo y caminando el día a día.

AUDIO 3 MARGARITA