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Video o imagen aérea lo suficientemente ilustrativa de la dimensión: el Polo Industrial de Carlos Spegazzini se convirtió en una bomba. Las redes sociales propagaron el cuidado y el miedo: cerrar puertas y ventanas para evitar consecuencias de ese humo que ganaba la noche bonaerense. En las inmediaciones las casas temblaron y los vidrios estallaron en pedazos. En Ezeiza adquiría vuelo una nube tóxica. Las explosiones se encadenaron. Más de 380 hombres, cerca de 70 dotaciones de bomberos tomaron presencia en el Polo industrial convertido en un infierno.

Los reportes de la madrugada indicaban que había 24 personas heridas. En un reporte oficial de las 8 de este sábado, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires informó que todas las personas asistidas por el sistema de salud bonaerense estaban fuera de peligro y ya no quedaban pacientes internados.

La Municipalidad de Ezeiza emitió un escueto comunicado en el que minimiza lo ocurrido en la planta de Logischem, empresa dedicada al almacenamiento y distribución de productos químicos. El avance de las llamas afectó también a compañías vecinas como Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y una distribuidora Salón. El foco principal del operativo se concentra en evitar que el fuego alcance a la firma Flamia, donde se resguardan sustancias altamente inflamables.


El Municipio de Ezeiza informó que, hasta el momento, no se registran indicios de contaminación química en el aire ni llamados de vecinos por posibles síntomas de intoxicación. La gran columna negra visible desde varios kilómetros proviene de la combustión de neumáticos en una de las plantas afectadas.


“En principio lo que vemos es una nube muy llamativa por la presencia de ciertos combustibles y partículas muy grandes: lo bueno es que son menos tóxicas, aunque por supuesto pueden ser molestas”, explicó el Ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak, pero aclaró que estas circunstancias hace que no se trate de una “nube tóxica”. El funcionario aseguró que el viento que empezó a aparecer en la mañana del sábado ayudará a que las partículas se disipen.