El campito y la Escuela 49

ENTRE LA COMUNIDAD Y LA INSTITUCIONALIDAD –

¿Por qué los talleres de Patios Abiertos de la Escuela N° 49 cambiaron de programa? ¿Qué explica la indiferencia institucional hacia el grupo que sostiene el lazo con esa comunidad? ¿Quien le explica a los niños /as que la distancia no está medida en los metros que separan el campito de la escuela?

El sábado 30 de marzo se repitió lo que tiene continuidad desde agosto de 2018. Constanza y Mariano toman su lugar en el predio que está junto al edificio de la Escuela N° 49. Alrededor de cincuenta niños /as, alumnos /as van a esa cita que tiene historia, vivencias, dolores y broncas, un manojo de sentimientos procesados en intervenciones socio educativas. No falta el fuego amigo que calienta la olla popular, antesala comunitaria de la mesa abierta, en un campo abierto.

Los talleristas sostienen con su presencia y trabajo, la crítica a la decisión de retirarlos del programa Patios Abiertos (NdR: se seleccionó otro proyecto). Esperaron alguna acción solidaria de los que entienden «el desplazamiento» como sanción «a los que luchan por Sandra y Rubén», pero al encuentro del 30 de marzo no fue autoridad alguna, menos el Director de la Primaria N° 49 Héctor Bisio, responsable de abrir la institución cada jornada.

Constanza puede y quiere contar la experiencia que construyó un lazo con la comunidad: «Nos ayudaron las mamás y los vecinos, como siempre sucede, y con más de 50 chicos que fueron al campito donde sostenemos el Patio Abierto. Para nosotros siempre es una jornada exitosa, pudieron jugar, compartir y almorzar, todo salió muy bien. Pero las autoridades de la escuela no se están haciendo presentes y se muestran indiferentes ante esta situación. Esta es una lucha que llevaba Sandra y toda la comunidad educativa».

Mariano habla de la espera, de los que deberían extender una mano solidaria para sostener los vínculos. El Director de la 49 no apareció en el campito: «Los esperamos, siendo esta la quinta jornada consecutiva de Patios Abiertos en el campito. Que no se hayan presentado no es algo que me sorprende porque tenemos bien en claro que, bajo ningún punto de vista, estamos enfrentados con las autoridades, menos con ningún docente de la escuela, pero sí creemos que están teniendo una actitud indiferente. Puede ser por miedo, cansancio o también puede ser por convicción. Creo que es una época donde hay que poner lo que corresponde , no es un momento para mirar hacia otro lado.

Debe explicarse a los alumnos /as, a los padres y madres, que en la Escuela 49 sigue el programa Patios Abiertos, y que ustedes que estaban en ese programa fueron reemplazados luego de sostener los talleres desde agosto y hasta diciembre del año pasado

Desde que se abrieron los talleres (adentro de la escuela), que son llamados Fortaleciendo Lazos, una manera cínica de definirlo porque precisamente rompían los vínculos que la comunidad construyó con nosotros, desde el primer sábado de marzo se hizo presente una referente de CAMBIEMOS (Marisel), fuerza política que lleva adelante un ajuste brutal. Esa mujer apoya el nuevo Patios Abiertos. Añado que se planteó la cuestión de que los chicos que entraban a la escuela 49 no podían salir, y los que no estaban anotados no podían comer. Nosotros, desde el primer momento, les dijimos a los chicos que pueden entrar a la escuela o venir al campito, porque los problemas de los grandes son nuestros. Tuvimos el reclamo de algunas madres que nos comentaron que tomaron de los brazos a sus hijos para que no abandonen el colegio, y lo más terrible de todo esto es que hay algunos chicos que terminan enfrentándose con sus propios compañeros /as. Se genera una división muy fea porque es lo contrario a lo que predicamos. Por esa actitud que tiene este nuevo Patios Abiertos muchos chicos /as no quieren ir (van al campito). Tengo entendido que el sábado (30 de marzo) había cuatro chicos adentro. La verdad es que la comunidad no está apoyando esa indiferencia, los chicos tampoco. Nosotros no estamos compitiendo con nadie, pero es real que nadie se acercó al campito a hablar con nosotros, nadie nos pregunta qué está pasando, nadie nos mira, como si no existiéramos, y eso ensucia a los trabajadores del Estado que están adentro de la escuela.